Tras larguísimas colas, una buena cantidad de fans que no lograron acceder
al recinto por no cumplir la normativa del mínimo de edad e interminables esperas
(algunos fans llevaban desde primeras horas de la mañana a las puertas de las
respectivas salas), el Viernes 10 en la Riviera en Madrid y el Sábado 11 en
el Forum del Espacio Movistar en Barcelona alrededor de las 7 y media de la
tarde se abrieron las puertas para dar acceso a aquellos que habían comprado
sus entradas para los conciertos, ambos con entradas agotadas.
A las 8 y media hacían su aparición en las tablas el grupo invitado, los americanos
Revelation Theory, cantando 6 temas de su álbum debut, «Truth is currency».
Con un sonido potente, el cantante animando al público y unas canciones pegadizas
se metieron al público en el bolsillo enseguida. Y para rematar la faena, en
la penúltima canción de su actuación subieron al escenario al guitarrista de
Evanescence, John LeCompt (que ha sido recientemente padre), para que les acompañaran
y terminar de ganarse a la audiencia.
Con un buen sabor de boca y con la expectación creada por el grupo principal
de la noche, tras 3 años sin pisar nuestro país (excepto el pasado mes de Septiembre
en la fugaz premier del disco «The Open Door» en Barcelona), a las 9 y media
de la noche puntualmente saltaron al escenario el batería (Rocky Gray), los
guitarristas (John LeCompt y Terry Balsamo) y el flamante bajista (Tim McCord).
Y de fondo la dulce voz de Amy entonando el primer tema de la noche, «Sweet
Sacrifice». Con esta potente canción, que también abre su último disco, iniciaron
una noche para muchos inolvidable y para otros sólo destacable por la más que
notable mejora de la protagonista femenina tanto a nivel vocal como a nivel
de interpretación e interacción con el público. Tiempo para varias canciones
cañeras: «Weight of the world» (en la cuál demostró Amy que también sabe alcanzar
tonos operísticos) y «The only one» (más conocida por algunos como «Tuna Afternoon»)
de su último disco, mezcladas con las canciones (algunas de ellas ya clásicos)
«Going Under», «Haunted» y «Whisper» de su aclamado Fallen. En todas ellas el
público se entregó por completo y demostró saberse las letras, lo cual sorprendió
al grupo, dando Amy las gracias repetidas veces a la audiencia por saberse las
letras de su último trabajo teniendo en cuenta que el disco salió un mes escaso
antes de la cita en directo.
Y tras un pequeño descanso, los ayudantes se preparan para sacar al centro
del escenario el piano para la cantante, dando paso al momento más tranquilo
de la noche. Con el que es actualmente su segundo single, «Lithium» el público
coreó la canción y se emocionó, estando ya todos preparados para el último corte
del nuevo ábum, «Good enough». En ambos conciertos Amy tuvo un pequeño traspies
en las primeras notas al piano, lo cual puede indicar que no sea tal fallo,
sino que sólo quieren que el público se involucre más. En ambas ciudades la
reacción fue la misma: animar con ovaciones y aplausos a la susodicha, sacándole
una pequeña sonrisa y comentando esta última que gracias por el apoyo y que
seguramente nadie de la sala entiende lo que está diciendo (por la barrera del
idioma y el ruido del público, se entiende).
Pasado el ecuador del espectáculo, el grupo al completo, y con una Amy encantada
sobre el escenario y combinando actuación frente al público con su pequeña aportación
a los teclados en un lateral del entablado, deleitaron al público con el tema
presentación de su regreso al mundo de la música: «Call me when you’re sober»,
tras el cuál dejaron paso para otros dos ya clásicos de su anterior disco: «Imaginary»
y la archiconocida «Bring me to life».
Quizá el momento de mayor emoción para prácticamente todo el público en general
llegó con la que probablemente sea la canción más aclamada por la crítica, la
versión del Réquiem inacabado de Mozart y al cuál la chica de Arkansas ha puesto
letra y su ya reconocible toque personal: «Lacrymosa». Si el público ya estaba
entregado, a estas alturas algunos ya estaban en pleno éxtasis.
Ya son conocidos los encore que hacen todos los artistas en directo, y Evanescence
no iban a ser menos. Y dejaron para el final cuanto menos una sorpresa. Deleitaron
a los presentes con su baladón «My Immortal», esperada ya con ansia, y arrancando
más de una lágrima a gran cantidad del público. Y terminaron con «All that I’m
living for», que sin ser un mal tema, no es el grandioso final que una noche
como las narradas merecían.
Como conclusión, se notó que el grupo tocó más entregado en la ciudad condal
que en la capital, pero de todos es sabido la preferencia que tiene la banda
por Barcelona, habiendo declarado en más de una ocasión lo mucho que les gusta
parar en ella. Aún y con todo, se nota la maduración del grupo en todos los
aspectos, se toman las actuaciones con más calma y saben cómo conectar con el
público. Destacar que la que lleva todo el peso del espectáculo es la frontwoman,
y eso se nota, pero es más que comprensible dado que la mayoría de los concentrados
son principalmente seguidores de ella y no del resto de músicos.
Una cosa está clara: Evanescence dan espectáculo, y sus incondicionales quedarán
más que satisfechos con sus actuaciones (las cuales pueden repetirse a lo largo
de 2007, dado que Amy prometió volver muy pronto a España).
Setlist:
01 – Sweet Sacrifice
02 – Weight of the world
03 – Going under
04 – The only one
05 – Haunted
06 – Whisper
07 – Lithium
08 – Good enough
09 – Call me when you’re sober
10 – Imaginary
11 – Bring me to life
12 – Lacrymosa
13 – My Immortal
14 – All that I’m living for
Texto:Leticia Ballester
Fotos: Leticia Ballester / Alexis López