¿Qué pasa si juntamos en la misma conversación a la gente de La Mijara (www.lamijara.com) junto al hiperactivo y polifacético profesor de Esade Salva López? Que a parte de hablar de los proyectos de Salva ( Rockvolución Empresarial, 10 Nudos, Persiguiendo la excelencia…), se habla de Iron Maiden, los Hombres G, Bruce Springsteen, las carnicerías, el capitalismo o los hippies entre otras muchísimas cosas, esto es lo que pasó….

 

LAMIJARA: ¿Que acogida ha tenido tu libro en el mundo empresarial? Lo cierto es que no te faltan charlas presentándolo. 

Salva López: El libro es de 2011, y sí, se sigue hablando del libro, pero acabo de de publicar el segundo. Es un libro que publico directamente en versión electrónica, está disponible en itunes store. Se titula “Persiguiendo la Excelencia: el verdadero valor de los procesos” y es un libro “escribo bajo los efectos de la música”.

LAMIJARA: ¿Es "Rockvolución empresarial" 2 o tiene un planteamiento diferente con cosas que se quedaron en el tintero?

S.L.: Está en la misma línea de mezclar cosas; en realidad el libro está basado en la grabación de mi disco. Durante todo ese proceso de grabar un disco, fui perfeccionando cosas. Trato de poner en valor todo lo que hay en los procesos de creación, de trabajo en equipo, de construcción…Estamos en una sociedad totalmente orientada al resultado y creo donde está el tesoro realmente es en el proceso, que es donde están las oportunidades de crecimiento, de evolución, de romper tus esquemas, de desprogamarte.

En el primer libro hablo de qué se puede aprender de las bandas y en el segundo hablo de mi propia experiencia

"Rockvolución empresarial"  ha sido y sigue siendo mancha de aceite, se va extendiendo poco a poco, va calando, lo que pasa es que es un libro que está en una intersección. Yo vivo en una intersección de dos mundos, y en las intersecciones hay poca gente. Precisamente estar ahí es interesante, pero por el hecho de estar ahí, unos ven que perteneces a otro mundo y los del otro mundo ven que perteneces al otro. Estás en un puerto de montaña entre dos ciudades por donde pasa poca gente.

Como soy profesor en ESADE, una escuela de negocios,y la editorial es "Empresa activa", se logró que el libro llegara a prensa empresarial y ha salido en muchos medios, pero lo cierto es que esperaba que al ser un libro que dignifica a los músicos más allá de lo que se ha hecho jamás (aparte del sexo, drogas y r’n’r, hay un mundo de ideas que nos pueden servir para crear un mundo mejor), como digo, esperaba que las revistas musicales se me echaran encima: "Oh, hay un libro que habla bien de nosotros" (risas) y no pasó.

LAMIJARA: Yo creo que va a empezar a pasar. Yo también estaba en ese puerto de montaña y a mí me ha sido muy inspirador y me está sirviendo mucho para poner en valor todas esas aptitudes. En ciertos círculos siempre había dicho con la boca pequeña lo de "tengo una banda de rock", de manera anecdótica, pero tu libro me hizo reflexionar y poner en valor "empresarial" todas las habilidades que se aprenden siendo músico. Creo que poco a poco se irá haciendo eco el mundo del rock.Igual estamos acostumbrados a que siempre se nos tache de golfos, con el estereotipo de "sexo, drogas y r’n’r"

S.L: El otro día vi un vídeo de Bruce Springsteen recogiendo un premio. Era una velada entre músicos, hizo un discurso muy majo, y una de las cosas que dijo fue "nosotros somos los chicos malos, los de los problemas, las drogas y la policía, pero la gente nos adora" .

LAMIJARA: ¡Hay un discurso de Dave Grohl alucinante contando cómo empezó y cómo fue desarrollándose, cómo se grababa con diez años en multipistas en su casa muy chulo!

S.L.: ¡Eso hacía Steven Wilson, de Porcupiine Tree, y ahora es el productor del prog!

LAMIJARA: ¿En el mundo empresarial siguen viendo el mundo del rock como algo ajeno, exótico y peligroso?

S.L: Sí, absolutamente. El que es músico no lo cuenta, porque si tú dices que tocas el violín en una sinfónica te miran bien, si dices que tocas la guitarra en un grupo de heavy te miran fatal. Creo que eso va a ser así toda la vida, pero yo voy poniendo mi granito de arena para que eso cambie. En enero estuve en un congreso multitudinario de Mercedes-Benz que había unas 650 personas y yo ahí con mi corbata y mi americana, muy académico, pero con la guitarra tocando Pink Floyd y Queen, dignificando el rock. 

Me pasan cosas muy bonitas, cuando doy una conferencia de estas hay gente que viene y me felicita, pero otra viene emocionada y me da las gracias. Eso es muy especial y significa muchas cosas.

LAMIJARA: debajo de los trajes hay muchas camisetas de los Rolling.

S.L.: estuve una vez en Bilbao en una conferencia hablando de Black Sabbath. Pregunté ¿hay algún fan de Black Sabbath en la sala? y levantó la mano un tipo de más de setenta años en primera fila, que luego me di cuenta de que tenía  un pedazo de cargo en la organización que me había contratado. Bajé del escenario, le di la mano "Gracias por salir del armario, fantástico, eres el más senior de toda la sala y eres fan de Black Sabbath"

LAMIJARA: al final es una cuestión de apariencia, sinceridad, honestidad con uno mismo. Existe el pacto tácito de "yo no te voy a decir que soy rockero, no vayas a ser que sospeches de mí algo chungo ", pero en realidad casi todo el mundo tiene discos de los Stones, o es fan de Springsteen, o de Black Sabbath

S.L.: Bueno, yo tengo 42 años y trato de entender el mundo en el que he nacido. En este país venimos de una guerra civil, donde ganaron los conservadores. Los de la farándula fueron los otros, los que están el bando perdedor. Siempre se nos ha mirado mal a los faranduleros.

LAMIJARA: ¡Vagos y maleantes! ¿Te acuerdas la peli de Paco Martínez Soria que le sale el hijo yeye?

S.L- ¡Memo mental, melenudo musical!

LAMIJARA: Por ejemplo mi caso, siendo mujer, mucho más todavía. Si existen prejuicios respecto a los rockeros, imagínate con las rockeras…¡somos unas golfas! (Risas)

LAMIJARA: ¿y al revés? ¿qué opinan los músicos de tu libro? 

S.L. Mi libro es una faceta más de las varias en las que hago lo mismo: dignificar y poner en valor estas habilidades. Otra de las facetas es un programa de radio que hacía hasta hace un año y medio, que era la versión radiofónica del libro. Recuerdo que muchos músicos a mitad de la entrevista me pedían papel y lápiz "no, es que tengo que apuntar estas ideas". Me encanta, porque les traes al programa y sueltan cada perla, cada frase que piensas "joder, puedo escribir un libro con esto".

Ellos soltaban esas perlas como si no fuera nada y en realidad eran cosas que cualquier director general que las escuchara diría "esto es lo que yo necesito para mi gente"

Esto en cuanto a los que venían al programa y estaban expuestos a esta "intersección" de la que hablábamos.

Y luego me han pasado cosas como el día en el que me envía un tuit un desconocido "joder, me estoy leyendo tu libro, eres un crack, tenemos que hablar". Lo miro, ¿quién es este tío? y resulta que tenía setenta y pico mil seguidores. Miro la foto, un tipo con una guitarra, me pongo a buscar, y era Rafa, el guitarra de los Hombres G (risas). Yo no he sido muy fan de los hombres G, lo respeto, pero no me corre por las venas, pero es un tío majísimo, nos conocimos en Madrid, tiene ganas de hacer cosas, esta grabando un álbum en solitario y es un poco lo mismo que me contabas tú, Laura "leí tu libro, me rompió los esquemas, empecé a pensar, a tener ideas, quiero hacer cosas, no sé qué", estaba flipado. Ese día se me saltaron las lágrimas. Luego fui a un concierto de Hombres G y aluciné con el ambiente. Todo el mundo cantando todas las canciones de pe a pa. No lo había visto nunca en ningún concierto. Los Hombres G han hecho historia en este país. Es un hecho.

LAMIJARA: Es que es cierto, a nivel personal me ha ayudado muchísimo, leerte me da mucho ánimo en mis proyectos empresariales. Siempre he dicho que un grupo es un cruce entre una familia y una empresa, y a la hora de poner en marcha la empresa aplico muchas de esas habilidades aprendidas en el mundo del rock en ella. Gracias, eres súper inspirador.

S.L- Hace poco entrevisté a Bruce Dickinson y….

LAMIJARA: ¡Joder, te iba a preguntar por eso ahora mismo! Hace poco entrevistaste a Bruce Dickinson para el foro telefonica, es uno de los claros ejemplos que rompe con el tópico de "sexo, drogas y rnr", es un tipo inteligentísimo, piloto, en tu libro comentas que es asesor de una areolínea…¿qué tal fue?

S.L. Es encantador, es un gentleman, si no te lo dicen no te imaginas que ese tipo es el cantante de uno de los mejores grupos de heavy metal de la historia. Vino con su pantalón de vestir, su pullover, su pelo corto, hablando correctísimamente…

LAMIJARA: ¡Es un lord inglés!

S.L. ¡Cualquier día lo nombrarán Sir, seguro! Fue fantástico. Estuvimos hablando sobre algo que cuento en los talleres: las empresas suelen tener programas de gestión del talento. Ok. Pero el talento solo, por sí mismo, no va a ningún sitio. Tiene que tener al lado otra cosa que es el entusiasmo. Si tienes un Ferrari y no le echas gasolina no va a ningún sitio.

Las empresas se preocupan mucho de fichar a gente con talento, pero una vez están dentro se trata de que el ambiente que encuentran sea estimulante, que la gente se pueda entusiasmar.

También suelo decir que para alguien se entusiasme tienes que darle cancha para que pueda desarrollar sus inquietudes y su creatividad, el mismo se entusiasma y entra en una rueda positiva. 

Le comenté todo esto, me dijo que tenía razón, que sí, que estaba de acuerdo, pero que además me faltaba una cosa más en la ecuación:

"Hay talento por todos los lados. Cada día nace gente con talento. Hay 6000 cantantes que cantan mejor que yo; hay 80000 bandas mejores que Iron Maiden; pero lo que distingue a las que llegan al éxito y se mantienen ahí de las que no es otra cosa: LA DETERMINACION."

Me dijo "La gente que tiene talento, que tiene entusiasmo y que tiene determinación, esa es la que llega y se mantiene".

El talento es un tema genético. Naces con lo que naces, no puedes sentirte orgulloso de tener los ojos verdes, no tiene ningún mérito. El entusiasmo tampoco tiene ningún mérito, es una reacción involuntaria, es como cuando te dan en la rodilla y se te levanta el pie. Pero la determinación es una decisión, y eso es lo que realmente es un esfuerzo, para lo que te mentalizas cada día y trabajas.

Él me decía que hay mucha gente con talento en el mundo de la música, que entusiasmarse no es difícil, porque cuando te vas de gira todo es entusiasmante, cuando te metes a grabar un disco todo es súper excitante… pero la determinación llega cuando ha terminado la gira y llega el siguiente lunes. ¿Entonces qué? Pues hay que seguir trabajando, seguir practicando, seguir buscando qué vamos a hacer… aprendí eso de él, nunca lo olvidaré, es una lección buenísima. La cuento en mi nuevo libro, la cuento en todas mis charlas y cuando acabo digo "palabra de Bruce Dickinson, Amén" (risas).

LAMIJARA: como James Brown, siempre decían que habría sido la hostia si se hubiera dedicado al boxeo, o a cualquier otra cosa, porque él estaba absolutamente decidido a ser el más grande en lo que fuera.

S.L. Si, encuentra algo en lo que seas bueno y cúrratelo. Tom Waits dijo una vez que la clave del éxito es encontrar aquello que te haga único y luego exagerarlo. Entonces te conviertes en el icono de eso, tú eres eso.

LAMIJARA: Al igual que existen tópicos de los rockeros que deberíamos romper, ¿existen tópicos exagerados sobre el mundo de la empresa? ¿Es un sitio tan insensible donde sólo importan los balances, los números y los resultados y donde además normalmente a las personas se las trata como a números, bien como clientes o bien como capital humano? 

S.L. No, creo que es un tópico bien merecido y se lo han ganado. Porque es así. Realmente la norma es esa y luego existen empresas que aportan luz al final del túnel y que están entrando en una nueva manera de hacer las cosas. Pero lo que más impera es esto, tú eres un número y ya está, las empresas miran los resultados. 

A mí me echaron de una empresa, a mí y a un montón de gente, de una farmacéutica. Hicieron un ERE, nos reunieron a todos para anunciarlo y nos dijeron que es que ese año solamente iban a crecer un 5.8%. (risas), que claro, tenían que despedir a doscientos. ¿Pero de qué estamos hablando? Habéis perdido el norte.

La función de una empresa es mucho más que ganar dinero para un accionista. La función de una empresa es proporcionar bienestar y justicia, no solo para los accionistas (bueno, creo que eso es cuestionable, depende de qué accionistas) sino para la gente que trabaja en esa empresa, los proveedores y los clientes de esa empresa.

Porque oye, un accionista… si es un abuelito que ha puesto sus ahorros en ti, pues tío, cúrratelo, porque alguien apuesta por ti. Pero si es un fondo de inversión japonés que tú no sabes quien hay ahí detrás, oye, te debes primero a tus empleados y a tus clientes, porque esa gente no sabes quienes son, mañana quitan los fondos de aquí y te dejan en pelotas, ¿porque te debes tanto a ellos?

LAMIJARA: Claro, tío, ¿solo has crecido un 5%? Bienvenido al capitalismo, estabas jugando a ganar o perder, ¿no?

S.L. Yo soy economista especializado en la empresa. En la carrera me enseñaron las teorías económicas capitalistas, punto. No me enseñaron ninguna más. Hace poco salió la noticia de que los estudiantes de economía de Harvard habían hecho llegar una queja al decano porque decían que querían ver más modelos y que solo les enseñaban ese.

Ahora mismo hay un montón de movimiento alrededor de otra  teoría económica  que es la del decrecimiento. No tiene sentido que las empresas solo quieran crecer siempre y encima a doble dígito, por encima del 10%, no tiene ningún sentido.

Pero volviendo a la pregunta, sí, las empresas van de ese palo, la mayoría. Creo que están confundidas y perdidas, y no son conscientes de su verdadero papel en el mundo. El dinero es como el aire para las empresas. Pero no hay ninguna persona que se obsesione por conseguir aire. Sí, se necesita para vivir, pero la vida de una persona consiste en hacer más cosas además de eso, hay que aportar algo a la sociedad. 

Hace poco publiqué un artículo que está teniendo mucho éxito, se está publicando en un montón de sitios,  incluso me llamaron de una revista de deportes, de runners, pidiendo derecho para publicarlo. 

Es un artículo que habla un poco de esto, se llama "La era de las marcas activistas", 

https://www.puromarketing.com/44/19533/marcas-activistas.html

Dice que las empresas deben hacer algo por mejorar el mundo, y que ya está bien de que la gente se haga rica en una economía de mercado y no digan qué opinan del mundo que les rodea. 

A mí me parece estupendo que Amancio Ortega sea el tío más rico de España con Zara, pero no me gusta ni un pelo no saber qué opina Amancio Ortega del mundo. Me gustaría que se comprometiera con algo y que dijera "oye, voy a luchar, voy a emplear el poder que he reunido en pelear por justicia en no sé donde". 

"Oh, qué guay, qué pedazo de empresario". Ya, pero, y con ése poder, ¿qué va a hacer? Porque seguro que estamos acostumbrados a que las empresas influyan en los gobiernos a su favor, para que se promulguen leyes que les favorezcan, hacen lobbies, etc, pero siempre a su favor. Oye, pues que hagan lobbies a favor del planeta. Podrían hacer una ley de dependencia  y que se aplique una ley de protección para la violencia de género, para lo que fuera…¡Si tienes un montón de poder! Pues el artículo va de eso. 

Pues fijaos, el que me inspiró este artículo fue un músico catalán, el cantante de "Els Gossos", una banda muy famosa aquí en Cataluña, que es un tío súper activista, súper comprometido, y me dijo una vez : "a los políticos les votamos una vez cada cuatro años, pero a las empresas las votamos cada día con nuestros euros". Solo me dijo eso, y me pasé meses dándole vueltas a la cabeza hasta que hice este artículo.

LAMIJARA: Al hilo de eso, siendo conscientes las empresas de que tienen que "ganarse nuestros votos", y ahora que se están dando cuenta (algunas al menos) de que es mejor tener fans que clientes, ¿es un buen momento para los que somos clientes? ¿Por fin nos van a escuchar o es una situación un poco ficticia? ¿Trabajarán para adaptar sus productos a nuestros gustos y no al revés?

S.L. Sí, tienen que hacerlo, no pueden no hacerlo. Lo que pasa es que no saben cómo. Lo primero es que al aparecer las redes sociales, las empresas, creyeron, en su ignorancia, en su inercia, que lo que tenían delante era un nuevo medio de comunicación. Y no es así, lo que tenían delante es un medio de conversación, lo que pasa es que ellos no saben conversar, porque es difícil, habrá que aprender. Nadie nace aprendido, y claro, ¿cómo conversas con un mercado? Ellos son muchos y tú sólo uno.

Hay una empresa que publicó un anuncio en TV que se convirtió en viral. Salía un tío con un cuerpazo diciendo "tienes que oler como un hombre". La gente empezó a hacer vídeos diciendo "tienes que oler como un hombre", (pero gente como yo)  y se generó una conversación de "nosotros hemos lanzado una idea, la gente coge esa idea, la reprocesa, la vuelve a lanzar y entonces a partir de ahí nosotros escucharemos. A partir de ahí la empresa se dio cuenta de lo que había pasado, (porque no era su intención inicial) pero se dio cuenta de que la gente había adoptado aquello, lo estaba procesando, estaba CO-CREANDO, y entonces a partir  de ahí le dieron la vuelta a la campaña y dijeron "pues ahora escuchamos". La gente empezó a enviar sugerencias a través de la web y en los siguientes anuncios salía el tipo este diciendo "al usuario menganito de twitter, que me ha preguntado no sé qué", y le respondía a su pregunta. La gente empezó a pensar "pues esta marca escucha", hay interactividad, hay alguien al otro lado.

LAMIJARA: ahí enlaza con lo que decías tú en tu libro de Internet, que es "lo más hippie desde los años 60", por lo que estás hablando de compartir, colaborar, de cooperar…¿tú crees que ese espíritu puede ser adoptado de una forma valiente y honesta por el mundo empresarial o es una utopía?

S.L. No, yo no creo que sea una utopía, sencillamente ha dejado un aprendizaje, y que las empresas, y el ser humano en general, está programado genéticamente para resistirse a los cambios. (Bueno, está programado genéticamente para muchas cosas, como el sexo, la autodestrucción, las drogas, jajaja), pero está programado por un lado para ser conservador, para conservar la vida, por eso tenemos miedo, pero también culturalmente se nos enseña al miedo, el miedo al cambio, por eso también cosas como pasaron ayer en el congreso (NDR El Congreso debatía las tres iniciativas sobre el referéndum catalán) certifican que España es un país que le tiene miedo al cambio.

Se tiene que reinventar y lo sabe, porque se le agota el modelo, no tiene un plan de futuro, pero se resiste al cambio como un gato panza arriba. Somos la cultura del miedo, no los españoles, todo el planeta. Nos resistimos a los cambios. A las empresas les da miedo lo que pueda pasar pero tienen que aprender, y van a aprender. Las empresas que empiezan a tener éxito porque empiezan a hablar el lenguaje nuevo inspirarán a las demás, acabarán aprendiendo de ellas. Las primeras son también las que se llevan los bofetones. 

Un caso de éxito, Starbucks. Publicó una web on un hashtag invitando a los clientes a darles ideas.(#mystarbucksidea)

Tú entras a un Starbucks, te sientas en un sofá y dices "joder, qué color más feo". Coges tu smartphone y envías un tuit diciéndolo. Esas miles deideas se reúnen en una página web y clasifican las ideas por temas (ideas que tienen que ver con el frapuccino, con el momento de pago, con el ambiente de los locales…) La última vez que entré tenían más de 200.000 ideas enviadas por la gente. Cuando ellos ven que una idea se repite mucho, la cogen y la pasan a otra página "your ideas in action", que es como "te estamos escuchando, tus ideas co-crean Starbucks". Es fantástico, las marcas quieren que el consumidor sea fan suyo, que se involucre con la marca, pues la mejor manera de hacerlo es dejar que definan ellos cómo quieren que sean la experiencia de uso.

LAMIJARA: De hecho, hay bandas que editan sus grandes éxitos, o directos, y hacen eso, dejan que sus fans escojan los temas que se van a incluir, o Springsteen en los conciertos.

LAMIJARA: Otra pregunta, que vale lo mismo para emprendedores que para grupos. Se habla mucho de innovación, se incide mucho en hacer algo que no hagan los demás y a ser posible que no haya hecho nadie antes. ¿Eso significa que todo el mundo debería aspirar a ser una especie de Frank Zappa o Robert Fripp de la empresa o de la música o todavía queda sitio (en la empresa y en la música) para unos Ramones, o Little Richard, o AC/DC, gente que incide básicamente en otras cuestiones como son en carácter o la personalidad?

S.L. Muy buena pregunta, porque parece que cuando se pone de moda un término todo el mundo tiene que ser innovador. Es como el liderazgo…¿todo el mundo tiene que ser líder? Cada año se publican más de 500 libros en el mundo con la palabra "líder" o "liderazgo" en la portada. Bueno, ¿pero no se publica ninguno sobre cómo ser liderado? Con la innovación es lo mismo. La música tiene mucho de innovación, pero, ¿te imaginas a B.B. King innovando? ¡Yo no lo quiero ver! yo quiero que B.B. King siga haciendo eso SIEMPRE porque es un refugio, para mí es un tipo que cultiva los valores clásicos, es un purista.

LAMIJARA: ¡o AC/DC! 

S.L. O un Wynton Marsalis, un fundamentalista y clasicista del jazz. Tiene que haber de todo. Yo creo en el concepto de la biodiversidad, no todo el mundo tiene que hacer lo mismo, porque si todo el mundo hace lo mismo perdemos ideas. Tiene que haber de todo, gente que innove y gente que no innove nunca. Y está bien, hay que respetarlo. Somos tontos, se pone de moda el concepto de "innovación" y venga congresos y congresos de innovación, y parece que todo el mundo está obligado a innovar. No, estamos obligados a mejorar, a funcionar mejor, porque siempre se puede mejorar. No necesariamente todo el mundo está obligado a hacer cosas que nunca nadie haya hecho antes jamás. Si funcionas bien, ya eres un crack.

LAMIJARA: La gente necesita carnicerías normales, limpias y bonitas, pero normales.

S.L. Si entras a una carnicería y te hacen un masaje está muy bien, pero a lo mejor no te gusta, aunque te prometan un "happy end", (risas)

LAMIJARA: Vamos a hablar de la industria musical. ¿Qué pasa con la industria musical? ¿Cómo ves su evolución? ¿Crees que siguen anclados en modelos empresariales del pasado? Me da la impresión de que ni saben de música ni saben de empresa (risas)

S.L.: Podríamos hablar horas de esto. En el mundo donde la industria musical existe (que no es aquí, en España NO), ha sufrido del mismo mal que el ser humano, que es el miedo al cambio. Se agarran a la silla. Nos hicimos ricos vendiendo vinilos, luego nos hicimos ricos vendiendo lo mismo en formato cd, luego lo mismo en formato "súperaudiocd", luego lo mismo en formato no sé qué, ahora lo mismo en formato mp3. ¿Cuántas veces nos han vendido lo mismo? Tienen que reinventarse. 

Hace unos años se estaban firmando contratos de 360º, que tenían un punto de no quedarse unidos solamente al tema del cd, sino participar también en las giras, en el merchandising, etc, y ahora yo creo que están tratando de reconvertirse. Creo que es un mundo que se enfrenta a una reconversión industrial mal digerida. Eso donde existe. Antiguamente la industria musical entendía que había que invertir en los artistas, y que a lo mejor en el tercer álbum resulta que eran muy buenos. Un amigo mío me enseñó una teoría que decía que el tercer álbum de la banda es el que determina si serán buenos y seguirán o se acabarán. 

LAMIJARA: Born to Run, por ejemplo. 

S.L. Hay muchos casos de bandas que el tercer disco fue la bomba, o que en el tercero se estrellaron. Las discográficas antes sabían apostar y sabían ser pacientes. Veían que una banda tenía algo e iban a por ella. ¿Primer álbum? De entrenamiento. ¿Segundo álbum? El de perfeccionamiento. ¿El tercero? El tercero tenía que ser bueno. Y si no era bueno, entonces ya podían tomar decisiones y decir "bueno, chicos, no funcionáis". 

LAMIJARA: Antes por lo menos eran tres, ahora en el primero triunfas o te queman, vas a la basura.

S.L. Yo siempre pongo un ejemplo que no es del mundo del rock, sino del pop. Lucy Silvas. Tuvo una canción muy famosa, un megahit. Era una tía que componía para otros, hasta que se puso a cantar ella. Una tía que era guapa, cantaba muy bien y encima tocaba el piano, fantástico. Hizo un primer disco, tuvo un hit buenísimo, y en el segundo, como no tuvo los buenos resultados que esperaba la discográfica, la despidieron, sin contemplaciones, sin paños calientes. A mí el segundo álbum me pareció excelente, mejor que el primero, pero no tuvo los resultados esperados, por lo que fuera; a lo mejor coincidió con otro lanzamiento, no sé. Ahí demuestras que la industria se ha vuelto muy exigente, no apuesta, es "o me das pasta ya o no tengo paciencia".

LAMIJARA: ¿Hay talento, pasión, entusiasmo y determinación en la industria musical?

S.L. No, en la industria no. Y ahora dejadme que os hable de nuestro país. Dijo José Sacristán hace no mucho : "yo he nacido en una familia muy humilde. Íbamos a hacer nuestras necesidades al patio trasero de nuestra casa y viví los años del franquismo, viví la transición…y vi como España se convertía en el país del "pelotazo". El país donde la gente se hacía rica a base de pegar pelotazos. No me gusta cómo es España. Esa se ha convertido en nuestra cultura, llena de Marios Condes y todo lo que hemos tenido” La industria musical española es exactamente así. Es una industria que cuando aparece un Bisbal, se vuelca con Bisbal. ¿Y qué hacen con Bisbal? Se van a lo seguro, que es el mercado hispanoamericano. Es una industria que no se arriesga a lanzar cosas en otros lugares. Triunfaron Abba, Scorpions, Roxette, y ninguno de ellos era de habla inglesa. Y tenemos complejos. Sale Joaquín Sabina y dice "debería existir la pena de muerte (palabra de Joaquín Sabina) para los que siendo españoles cantan en inglés".

LAMIJARA: (Risas) Pues están hablando con dos que cantan en inglés…que me pongan a Sabina delante, jajajaja. 

S.L. Yo soy de una tierra en la cual tenemos ese problema: ¿En qué idioma cantas? Porque si cantas en catalán no saldrás de Cataluña.  Si cantas en castellano, en Cataluña no triunfarás mucho. Y si cantas en inglés te van a mirar raro en todas partes. Al final siempre es un agobio ¿en qué idioma cantamos en nuestra banda?. En mi disco he cantado en los tres idiomas. Y al que no le guste, que se joda.

LAMIJARA: Justo era la pregunta que ya te íbamos a hacer para terminar. Has sacado tu disco "Diez nudos". ¿Que estás haciendo con la banda? ¿Estás haciendo conciertos? Cuéntanos un poco.

S.L. Mi carrera musical está en un momento curioso. Para grabar el disco tuve que acabar con mi anterior proyecto de banda, tenía una banda de amigos que estaba muy bien, pero que no llegaba a lo que yo quería llegar. Yo quería llegar a grabar un buen disco, bien hecho. El disco lo grabé con músicos profesionales, músicos de sesión que tuve que pagar. De ellos aprendí un montón de cosas. Ha quedado un disco muy digno, mucho mejor de lo que yo hubiera soñado, el resultado final me sorprendió mucho. Cuando te metes en un proceso con gente que sabe…las canciones eran todas mías, pero el saber hacer, el grabarlos bien, producirlos bien, mezclarlo bien, masterizarlo…yo sólo nunca jamás habría podido llegar a algo así. 

¿Después de eso, qué pasa? ¿Cómo está el panorama musical español? No he podido hacer todavía ni un solo concierto para presentar mi disco. Claro, para presentar mi disco tengo que pagar a mis músicos. Me tengo que dejar una pasta solo para hacer un concierto. Y luego siempre he dicho que en este país el mundo del rock es una mierda (jajajaja). No los músicos, sino todo lo demás. ¿Quierestocar en una sala? Tienes que pagar la sala. Tienes que hacer tú la promoción de la sala (me ha tocado estar en la puerta de la sala cobrando las entradas a mis amigos). Con todo ese estrés, súbete al escenario y toca. Y hazlo bien. 

LAMIJARA: para quince, o a veces ciento cincuenta, la mayoría de las veces, quince. Ruina total. 

S.L. He estado durante un tiempo intentando entrar en algún circuito de salas, enviando el disco, y pensando "he grabado un disco, me será más fácil, conseguiré bolos…". Cero patatero. Y además, como  he hecho un disco muy diverso, muy ecléctico, no es de rock, ni de blues, ni de jazz, sino que es de todo junto, vuelvo a estar en una intersección donde hay poca gente. Si hubiera hecho uno de jazz, solo de jazz, podría haberme presentado a los típicos circuitos de jazz. Pero como he hecho algo que tiene un poco de todo, al final nadie lo ha cogido como suyo. En algún momento me saldrá algún bolo, estoy ahora moviendo cosas. Ahí no llevaré a toda la banda pero llevaré a buena parte de ella. El problema también es que cuando haces música tuya, nadie quiere escucharla. En cambio, si haces versiones, la gente hace cola, todos emocionados.

LAMIJARA: Te recomiendo una cosa, que es lo que me estoy planteando yo seriamente. Sepárate, y monta una banda tributo a tu propia banda. Voy a disolver Maggot Brain y voy a montar un tributo a Maggot Brain.

S.L. Jajajajaja, eso está muy bien, ¡¡buena idea!! Si, si pones "tributo a" seguro que vende más (risas)

LAMIJARA: El mundo de la música tiene ejemplos muy buenos para el mundo de la empresa, pero también algunos ejemplos dehistorias de mala suerte, por ejemplo, los Badfinger, una banda que lo tenía todo para triunfar: talento, determinación, pasión, grababan con el sello de los Beatles, la hostia. Pasan por ser el grupo con peor suerte de la historia y final trágico tragiquísimo. ¿Cómo se afronta la mala suerte en la empresa? ¿Qué consejo le darías a alguien que de repente, pensando que tiene todo lo que debería tener y no quiere rendirse, sea en el mundo de la empresa o de la música, parece que le ha mirado un tuerto y no hay manera?

S.L. De esto hablo en el nuevo libro, creo que hay un concepto budista que es el de la rendición. ¿Qué significa la rendición para un budista? No significa abandonar, significa colaborar con el destino. Significa dejar de luchar para tener el control, darte cuenta de adonde te lleva el destino y colaborar. Porque a lo mejor te lleva a sitios que tú no te esperabas, pero tienes que estar dispuesto a cambiar de expectativas. 

Una amiga mía, sin saberlo ella, me decía lo mismo pero con otras palabras. Me decía "una vez perdí un autobús y pensé: ‘voy a coger el siguiente a ver a dónde me lleva’." Y cogió otro, que era otro número, y ese día pasó por un sitio de la ciudad donde nunca había estado. Bajó de la parada y visitó un parque que no conocía. Eso es triunfar también. 

Creo que además, los que venimos del rock, o a los que el rock nos ha tocado la fibra, el ver a nuestros ídolos sobre un escenario, con un guitarrón haciendo un pedazo de solo…es magnético, tú quieres ser eso. De algún modo, eso ha condicionado nuestros sueños. Yo he tenido los sueños de todos, estar en un escenario, con mucha gente, luces….pero ahora he cambiado de sueño. He aprendido a cambiar de sueño. Ahora mi sueño es otro, y enlazo con la respuesta de antes.

Tocar canciones mías y hits de otros que me gustan a mí, pero en versión, lo estoy preparando con un colega percusionista que va a tocar el cajón, los shakers…vamos a ir de bares. No quiero ni escenario. Quiero tocar en medio de la gente, quiero que la gente esté delante, detrás, alrededor mío, y compartir la música. Y que seamos veinte en el bar. Y ese es mi sueño, ahora mismo es lo que me hace vibrar. Ya no sueno con un pedazo de escenario. ¿Si algún día pasa? Lo disfrutaré. Pero no es mi sueño. 

Esto también lo he aprendido de bandas que he entrevistado en el programa. Hay una banda en Cataluña, "Els Catarres". Es una banda que se hizo súper famosa con una canción que se llamaba "Jennifer", que hablaba de un catalán que se liaba con una "choni". Alguien que viene de fuera, normalmente del sur, y que no se integra lingüísticamente, pero que se gustaban y era una pareja mixta. Se hicieron súper famosos con esa canción. Les entrevisté en el programa y me contaron su historia. Venían de bandas distintas, habían estado peleando por la fama, dejaron de pelear, se juntaron y dijeron "vamos a hacer música para divertirnos". Y entonces les llegó la fama. Cuando fueron auténticos y no luchaban por la fama sino por su autenticidad. Como Dylan. 

La charla es maravillosa, pero tengo que seguir preparando un taller que voy a dar en Bilbao que va del valor de los procesos por encima del valor de los resultados. Estamos en una cultura que valora sobre todo el resultado, que es lo que se puede vender, una cultura totalmente consumista, y lo que reivindico es que el proceso es realmente un tesoro. El proceso que sirve para fabricar algo es lo que te cambia, te transforma, te hace evolucionar, aprender, madurar…Casi que el resultado es una parte más del proceso, no es LA parte del proceso. 

La felicidad no es un destino, sino el camino.

Muchísimas gracias por todo, Salva. Un placer charlar contigo.