The Winery Dogs + Inglorious – 10 de Febrero’16 – Sala Apolo (Barcelona)
La segunda visita de la superbanda The Winery Dogs a nuestro país levantó la expectación esperada y merecida. No en vano, el trio formado por Richie Kotzen (voz, guitarra), Billy Sheehan (bajo) y Mike Portnoy (batería) es garantía de espectáculo y aptitud sobre las tablas. Las razones para ir a ver a estos monstruos pueden ser diversas: por ser fan de una de sus anteriores bandas, por el mero placer de verles tocar e interactuar… o incluso que te gusten los discos de The Winery Dogs. Fuera como fuere, la larga cola que daba la vuelta a la esquina media hora antes de la apertura de puertas, presagiaba una noche digna de recordar (otra) en la Sala Apolo de Barcelona.
Texto y Fotos: Edko Fuzz
Abrirían la velada para un numeroso público ya los ingleses Inglorious. La banda capitaneada por el impresionante cantante Nathan James estaba estrenando su fantástico disco de debut, y con esta gira tenía una oportunidad de oro de darse a conocer entre el que, por fuerza, es su público potencial. Y doy fe de que aprovecharon la ocasión. Al tener solo un disco grabado, Inglorious juegan con varias versiones para ganarse el favor del público: desde "Fool for Your Lovin’" de Whitesnake, a "I Surrender" de Rainbow o "Lay Down, Stay Down" de Deep Purple, todas ellas bandas que han tenido una fuerte impronta en el sonido de Inglorious.
Y es que los temas originales de la banda suenan a hard rock clásico del bueno. Ya desde la inicial "Until I Die", hasta otros temas como "Breakaway" (puro Whitesnake) la banda destila clase y buen hacer. Destacan, por derecho propio, las cualidades vocales de James, pero el resto de la banda no es manca. La dupla de guitarras formada por el sueco Andreas Eriksson y Wil Taylor suena bien conjuntada, así como la base rítmica que se compone del bajista Colin Parkinson y el batería Phil Beaver. El público responde con pepinazos como "High Flying Gypsy" o el medio tiempo "Girl Got a Gun" con la que se despiden entre merecidos aplausos. Inglorious se han ganado a pulso la atención y el respeto del público. Su futuro se ve brillante por ahora y ojalá tengan toda la suerte del mundo.
A la hora señalada, los perros del viñedo tomaban las tablas ante una sala Apolo a rebosar, y no daban tiempo ni para coger aire empalmando "Oblivion" y "Captain Love", los dos temas que también abren su último trabajo, "Hot Streak". No se puede comentar nada de estos cracks que no se haya dicho ya una y mil veces: su habilidad como músicos está fuera de toda discusión, así que lo que más reconforta viendo a este trio es la complicidad y ganas de pasarlo bien que tienen. Mientras que otro supergrupo de similares características podría ser una guerra de egos tremenda, aquí lo que impera es el buen rollo, y ello se contagia al público que responde en todo momento.
La columna vertebral del show la forman, como es lógico, los temas de "Hot Streak", del cual suenan el tema título, "Think it Over" con Kotzen al Wurlitzer, "Ghost Town", "Empire" o incluso "Fire", que Kotzen esta vez interpreta maravillosamente en solitario con una guitarra acústica. Si bien los niveles de electricidad no llegan en ningún momento a los niveles que pudimos vivir en su anterior visita a este mismo club, la verdad es que cuando los temas del primer disco hacen acto de presencia, el fervor del respetable escala enteros. Y es que a ver quién se resiste a temas como "Time Machine", "We Are One" o la increíble "The Other Side", que alargan en la parte final para lucirse con un desarrollo que incluye un solo de hierros de batería y el propio suelo del escenario (!) de Portnoy, que es incapaz de quedarse quieto en su taburete tras la batería.
Quizá el punto más flojo del concierto, como suele ser norma, es el momento de los respectivos solos de instrumentos. Esta vez hay dos solos, uno despampanante, brillante (y demasiado largo) de Sheehan con su clásico bajo azul, y otro a la guitarra de Kotzen. Es una lástima pues el ritmo del show se ve afectado y esos solos son bastante innecesarios, pues los tres se lucen constantemente en cada uno de los temas, ya sean contundentes como la celebrada "Elevate" o más tranquilos como "I’m No Angel" o la bella "Regret", para la que Kotzen regresa a su viejo Wurlitzer.
En resumidas cuentas, pocas pegas se le pueden achacar al concierto que nos ofrecieron The Winery Dogs. Solvencia contrastada, buen sonido, simpatía, profesionalidad y un buen broche final con la inevitable "Desire". Poco ha importado que Kotzen no esté a tope de voz o que la banda no haya arrollado desde el minuto uno como sucedió la vez anterior. Lo importante es que ellos lo sigan pasando bien y, por ende, nos lo hagan pasar bien a nosotros. Y que así sea por muchos años.
Texto y Fotos: Edko Fuzz
Setlist The Winery Dogs, Barcelona, 10 de Febrero de 2016:
Oblivion
Captain Love
We Are One
Hot Streak
How Long
Time Machine
Empire
Fire
Think it Over
The Other Side
Ghost Town
I’m No Angel
Elevate
Encore:
Regret
Desire