Nada ha cambiado en 3 décadas en un concierto de KISS, pero a la hora del concierto, la banda y sus fans parecen reinventarse cada noche. Para algunos, el concierto del sábado noche era una oportunidad para imitar a unos personajes legendarios del rock con maquillaje y disfraces, y, para otros, la oportunidad y emoción de corear clásicos del rock era mas que suficiente. Pero para todo el mundo, era una inolvidable y gloriosa noche de rock.
Una rápida ojeada al Target Center a las 9 revelaba que las entradas estaban agotadas a todos los efectos y que ese efecto se haría notar cuando las luces se atenuaran y se pudiera oir los primeros acordes detrás de la cortina que contiene el logo de la banda. Los acordes de “Deuce” sacudieron a la multitud como una apisonadora al tiempo que Gene Simmons, Paul Stanley y Tommy Thayer aparecían detrás de la cortina con la completa aureola de estrellas del rock. Las luces brillaban tanto como el sol, mientras el sonido convencía a todos los fans de que estaban presenciando uno de los conciertos más enérgicos que existen. Esos primeros momentos en un concierto de KISS son increíbles ya que toda historia, mito o leyenda sobre sus conciertos se convierte en realidad ante los ojos de miles de personas.
Los temas más conocidos de la primera etapa de la banda pusieron en marcha el concierto y Paul Stanley, cuando no estaba saltando, estaba cantando como si fuera la ultima vez. Los pies de los micrófonos no se usan mucho durante las dos primeras canciones ya que la banda prefiere tocar mas cerca de los fans. Gene Simmons permanecía triunfante cerca del borde del escenario y permitía que su lengua acortara la distancia banda-publico. Cuando los 3 guitarristas se juntaron en el centro del escenario para tocar al mismo tiempo, una ráfaga de flashes estallo en un intento de inmortalizar el momento.
Lo que estallaron fueron llamas del suelo para la caracteristica “hotter than Hell”y Tommy Thayer tuvo su oportunidad al micrófono durante “Shock Me”. “Nada cura la gripe A como Dr Love”, grito Paul Stanley al tiempo que la banda tocaban los conocidos acordes de un himno de los mediados de los 70. La banda puede estar celebrando su 35 aniversario , pero no se puede negar que con el tiempo se han hecho mejores y mas grandes.Aunque las canciones que se han escuchado millones de veces por la radio se revelaban como las autenticas ganadoras en la categoría de coreadas por el publico, el publico que se dio cita en Mineapolis estaba preparado para todo. Stanley presento el nuevo tema” Modern Day Delilah” como un ejemplo primordial de la teoría que ser antigua no es un prerequisito para convertirse en un clásico. Los fans la corearon respondiendo a la exigente actuación y gritaron de entusiasmo cuando Stanley se marco un par de agudos.
Para no ser menos, Gene Simmons llevó la actuación a nuevas cimas, literalmente. Después de escupir sangre (con escupir fuego no bastaba), subieron a Simmons a una nueva posición: por encima del equipo de luces del estadio. Stanley fue el centro de atención mas tarde al volar por el techo para mostrar sus punteos y riffs desde la otra parte del estadio. La reacción natural del público ante el rock que Kiss hace, es quedarse maravillado.
Cuando todo estuvo dicho y hecho, la banda dejo una multitud boquiabierta. Aunque el maquillaje seguramente esconde alguna arruga, no es una ninguna tontería darse cuenta que tios cerca de los 60 años acaban de terminar de dar patadas y saltar con los zapatos de plataforma.. Cuando se trata de ser atemporal, Kiss podrían dar lecciones de ello.