El quinteto californiano de post-hardcore vuelve a la carga con un trabajo dramático inspirado en un hecho que desgraciadamente les tocó de muy cerca: la muerte de la madre del cantante después de una dura batalla contra el cáncer.

Toni Feliu

Tengo que reconocer que la primera escucha de Stage Four no fué muy satisfactoria. Por un lado tenía muy interiorizado su gran anterior disco Is Survived By, y por otro la lié con el Spotify, lo que hizo que escuchara los temas de forma parcial y desordenada. Sonaron demasiado pronto temas que incorporan un nuevo elemento de Touché Amoré: voces melódicas e incluso una pseudo-balada.Hasta la fecha al frontman Jeremy Bolm le iban las letras sobre relaciones tumultuosas, ansiedades y dudas existenciales, pero sobre todo gritaba, y mucho que gritaba. Mientras me preguntaba por la razón de tal giro estilístico, el clásico incidente de “gordo, vendido!” del mítico concierto de Bad Religion en el Doctor Music cruzó mi cabeza, pero mantuve la calma y opté por preguntar al señor Google. La respuesta me impactó.

Halloween de 2014. Después de un concierto del grupo, Bolm recibe la peor de las noticias: la muerte de su madre. Un hecho que lo dejó por los suelos, y para ayudar a superarlo decidió escribir el álbum que tenemos entre manos. El nombre del disco en sí se refiere al estadio IV de un cáncer, dónde ya se ha diseminado a partes distantes del cuerpo. Sin mucho que hacer, vaya.Es normal pues que la tensión se respire desde el inicio del disco, que por cierto sí que está lleno de gritos. Flowers And You impacta con una intro de acordes en limpio, donde bateria y bajo entran progresivamente hasta que dos golpes de charles despiertan a la bestia. "When you’d refuse to eat / I didn’t know just what to say / While watching you wither away". Cuando sabes que esto le pasó de verdad es imposible no empatizar con el chaval, y de golpe la canción se vuelve inmensa.

New Halloween nos sitúa un año después de la tragedia, con un tempo más rápido. “I skip over songs because they’re too hard to hear”. A quien no le ha pasado alguna vez? La melodía de guitarra con que empieza Rapture es totalmente adictiva, y se repite durante el estribillo con los gritos por encima. Un canto precioso sobre la pérdida de alguien, donde el último verso de la canción introduce la melodía vocal por primera vez. Cuando empieza Displacement es fácil pensar que es el tema más rápido del disco, pero curiosamente lo es sólo durante el inicio de la canción. Todo preparado pues para introducir el primer tema melódico en la historia de Touché Amoré. Se trata de Benediction, y una vez superado el trauma inicial, la melodía vocal no se nos va a quitar fácilmente de de la cabeza, apuntalada por unas guitarras maravillosas en la parte previa al estribillo. A destacar que la antes del segundo estribillo la voz se quiebra pero sigue siendo melódica, lo cual dice mucho a favor del cantante.

Eight Seconds posee una de las letras más duras del disco. “A missed call with a message attached / ‘We need to talk when you have the chance’ / … / Not surprising I put off the call / Socialized and put up a wall / … / She passed away about an hour ago / When you were onstage living the dream”. En resumen, al chico lo llaman pero prefiere ignorarlo, aún temiendose lo peor, con lo que su madre muere mientras él estaba dando el concierto. Muy fuerte, señores.Los tempos rápidos vuelven con Palm Dreams, hardcore por la vena y oda a la soledad. Guitarras maravillosas otra vez al inicio de Softer Spoken, respaldadas por una base igual de brillante, hablando ahora sobre cómo afrontar la ausencia.

Gritos melódicos en Posing Holy, con una parada crucial después del minuto y poco. Como solía decir un profesor del conservatorio, “el silencio también es música”, y tenía toda la razón. “We’re all focused on holding onto all that we have got / While we’re drifting slowly and and posing holy for all that we are not”. Esto ya es sabiduría universal, y está muy bien que alguien nos lo recuerde. La primera parte de Water Damage es prácticamente una nana. Le siguen los gritos habituales tratando de olvidar hechos imborrables.

Todo a punto para Skyscraper, la sorpresa mayúscula del disco. Nos brinda un dueto vocal con Julien Baker, una cantautora folk a quien por cierto admiro profundamente. Bolm y Baker deberían montar un proyecto paralelo – si no es que ya lo están haciendo. Pero a lo que íbamos, la canción es la culminación de tanto dolor, donde parece que el espíritu de su madre fluya tranquilamente sobre los rascacielos de Nueva York.Un gran final para una historia devastadora que desgraciadamente nos va a tocar a todos de cerca tarde o temprano. Cada uno opta por superar el duelo a su manera, y a Bolm y el resto del grupo les salió un disco maravilloso. Disfrútenlo como se merecen.

Toni Feliu

Temas:

1. "Flowers and You" (03:34)
2. "New Halloween" (03:27)
3. "Rapture" (03:11)
4. "Displacement" (02:11)
5. "Benediction" (03:39)
6. "Eight Seconds" (01:32)
7. "Palm Dreams" (02:26)
8. "Softer Spoken" (01:55)
9. "Posing Holy" (02:47)
10. "Water Damage" (03:52)
11. "Skyscraper" (03:53)