Laments of Silence – 04/05/2019 – Lo Submarino, Reus
El pasado sábado 4 de mayo, desde la sala Lo Submarino de Reus, nos despedimos de una de las bandas más importantes para la escena del Metal en la provincia de Tarragona, Laments of Silence, que dieron un último concierto lleno de caña y, sobre todo, emociones.
Quim Torres
A nivel personal, y creo que también hablo por otras muchas personas de la provincia, Laments of Silence ha sido el grupo por el que entramos a la escena local, en mi caso no se me olvidará nunca la primera vez que los vi, la primera vez que asistí a un concierto de Metal, alrededor de 2007 en el Parc Sant Jordi, cuando estos presentaban su EP Reset. La oscuridad embriagadora que desprendían con su contundente puesta en escena y el bestial sonido, se me quedaron grabados en la mente para, a partir de entonces, convertirse en un todo referente para mí y mis amigos, que también empezábamos a tocar por aquel entonces. He perdido la cuenta de las veces que los he visto desde entonces, pero el otro día me acordé constantemente de esa “primera vez” y de lo mucho que ha influido esta banda en lo que somos hoy en día como escena, una escena marcada por la amistad y el esfuerzo pese a las muchas dificultades de pertenecer a la provincia, de no ser de la gran metrópolis donde todo se mueve con más visibilidad.
A diferencia de ese concierto en el Sant Jordi, esta vez la sala estaba a petar desde el inicio, nadie se quiso perder esta cita y Laments tampoco querrían que nadie faltase. Se palpaba la emoción en el ambiente encima y debajo del escenario y los seis músicos dieron inicio con “Burn it All”, la brutal canción que abre su último disco, de 2016, System Failure. Siguieron con otras de este álbum, “Silent Revolution” y “Lost in Time”, entre las cuales Edu dio el primer discurso de agradecimiento a todos los seguidores, amigos y familiares que nos habíamos reunido allí.
Siguieron con otra canción de su primer LP, “Homeless in the world of Souls”, y “24 hours”, pero la cosa se fue animando cada vez más a partir de que tocaran dos de los temazos de su último disco: “Rise Again” y “Dying Inside”. Desde su primer EP cercano al Death Industrial hasta lo último totalmente inmerso en el Death Melódico – y sin entrar a hablar sus inicios cercanos al Black, Gothic y Doom con la demo Muta, Goddess of Silence – Laments of Silence ha conseguido crear una oscuridad característica y personal, con riffs muy rítmicos y contundentes y estribillos que se convierten en himnos que nos hacen cantar con el puño alzado.
Después de más dedicaciones que nos emocionaron a todos y de la canción “Land of Misery”, subió al escenario Miguel, antiguo guitarra y miembro que fundó junto a Raúl esta banda en 1995, que pese a su increíble cambio físico después casi diez años sin verlo seguía siendo reconocible por su Jackson RR negra y roja, para tocar uno de los temas más conocidos de esta banda y cantado por todos: “Restart your Mind”. La siguiente en venir fue “Scream in the Darkness” y, siguiendo la larga tradición, subió a cantar Marc Alonso (Mastegot, Anomalize, Truckstop Maniacs) sin el cual ya es difícil imaginar-se esta canción.
Los ánimos y los sentimientos iban subiendo y seguían sacando temazos, primero “New Dawn” y luego “Two Different Dreams” de su primer EP, para despedirse con unas sinceras palabras con “Welcome to Hell”.
Como no, el público quería más y aun tenían dos canciones en la recamara: “Holy Faces” y lógicamente la que para muchos es su mejor canción, “Paper Dolls”, de la que es imposible no cantar su estribillo, y con las que acabaron de desatar el éxtasis que se había ido formando lentamente durante la casi hora y media de concierto.
Laments of Silence pusieron punto final a su carrera, dejando un gran legado en la escena del Metal extremo de la provincia, aunque a veces no nos damos suficiente cuenta de esto. El final no podría haber estado mejor, rodeados de muchísima gente y emociones, pero si la mitad de esa gente hubiese asistido siempre a conciertos de ésta como de otras bandas locales, no tendríamos que quejarnos la separación constante de grupos que sufre nuestra escena. Así que lo mejor que podemos hacer, como ya se ha dicho mil veces, es apoyar la escena local para no tener que asistir a tantos conciertos de despedida y, finalmente, lamentar el silencio que nos dejan. ¡Gracias por todo, Laments!
Texto y fotos: Quim Torres