Ha llovido desde que el Madman nos obsequiara con "Scream" (2010), el que hasta la fecha era su último álbum en solitario. Ese disco no pasaba de correcto, y tres años más tarde Ozzy se enfrascó con Black Sabbath en la grabación de lo que sería "13" (2013). Desde entonces, el hombre había estado ocupado girando y, básicamente, sobreviviendo. Fue en 2018 y 2019 que a Ozzy le dio por juntarse con Chad Smith de Red Hot Chili Peppers (!) y Duff McKagan de Guns N’Roses (!!) para tocar e intentar escribir un nuevo disco. Tras un par de años de ires y venires y grabaciones, "Ordinary Man" se ha convertido en el doceavo disco de estudio de Ozzy Osbourne.

Para empezar, casi da vértigo ver la lista de colaboradores del disco: hay un montón de músicos invitados (entre ellos Slash, Tom Morello y, por supuesto, el mismísimo Elton John), gente que co-escribe los temas y, en definitiva, casi parece la lista de personal del disco de una estrella de pop al uso. Sin embargo, las canciones de este "Ordinary Man" no están nada mal. Empieza la fiesta con "Straight to Hell" y en principio choca un poco el sonido con aromas de stoner rock en las guitarras, y la voz ultra-procesada de Ozzy. Sin embargo, el tema presenta un buen riff y unos teclados a lo Ghost bastante cachondos. Es el perfecto calentamiento para el mejor tema del disco para el que suscribe, "All My Life" un medio tiempo casi hipnótico con un estribillo mágico que no tiene nada que ver con el Ozzy clásico que todos amamos cuando crecimos, pero que no por ello es menos bueno. Las melodías de guitarra son puro Slash y el riff de bajo me recuerda a Midnight Oil (?).

El disco no cambiará la historia, pero siempre es reconfortante ver al Madman en activo. La colaboración de Sir Elton John es bastante prominente en el tema título (que tampoco es para tirar cohetes), mientras que "Goodbye" mantiene el listón bastante alto para los tiempos que corren. Es como si el Ozzy de la época de "Ozzmosis" (1995) hiciera versiones de Black Sabbath. Otro de los temas estrella del álbum es "Under the Graveyard", una melodía luminosa con un buen trabajo de guitarras que da paso a un estribillo apoteósico con un tufillo a "Iron Man" si sabéis lo que quiero decir.

El resto del álbum está resultón, aunque ninguno de los temas llega a la altura de los que pueblan la cara A. Nunca se cae en la mediocridad, aunque hay mejores momentos que otros, por supuesto. Sin embargo, es admirable que a estas alturas Ozzy aún tenga fuerzas para hacer un álbum con este nivel. Quizá ya no tenga una banda fija, quizá algunos echen de menos a Zakk Wylde… pero está claro que este es un disco hecho por pura necesidad, ya que Ozzy no sabe qué hacer con su vida si no está girando ni grabando. Si no hace lo primero, pues que vuelva con un nuevo disco me parece lo más lógico del mundo. Y ojo, que dice que ya está preparando otro para este 2020… Y no, no voy ni a mencionar el pestiño que cierra el disco. Mierda, ya lo he mencionado.

Edko Fuzz

Temas:
1. Straight To Hell (feat. Slash)
2. All My Life
3. Goodbye
4. Ordinary Man (feat. Elton John)
5. Under The Graveyard
6. Eat Me
7. Today Is The End
8. Scary Little Green Men
9. Holy For Tonight
10. It’s A Raid (feat. Post Malone)
11. Take What You Want (Post Malone feat. Ozzy Osbourne and Travis Scott)