AMFEST X Sala Barcelona – 4, 5 y 6 de Diciembre 2020 (Castell de Montjuïc, Barcelona)
Contra todo pronóstico el AMFEST logró salir a flote una vez más y no podíamos estar más contentos de estar presenten en estas tres maravillosas días, viendo en primer persona el esperado momento donde la cultura segura por fin le ganó a la pandemia. A pesar del movimiento de las fechas originales, toques de queda, la prohibición de desplazarse fuera del municipio de residencia y la baja de último minuto de Viva Belgrado, no fueron impedimento para que igualmente la gente respondiera sin dudarlo un segundo y llegará a darle vida a esta edición del AMFEST en colaboración con Sala Barcelona / Curtcircuit. Este año nos esperaba el bello Castell de Montjuïc para darle forma a las tres noches de este festi, abrigados como si fuéramos a la nieve, pero con la ilusión intacta de volver como sea a presenciar un directo antes de culminar el año.
AMFest X – VIERNES 4: IOU3R – Sara Zozaya – Böira
Los primeros acordes y sintetizadores llegaron de la mano de IOU3R, con su peculiar puesta en escena que incluía en el centro un sartén para tostar castañas. Mientras los últimos asistentes se acomodaban en sus puestos los IOU3R nos plantaron un sólido set ininterrumpido, conformado con canciones de su más reciente EP “La Serp” y “Escornalbou” del 2019. Los catalanes nos regalaron 40 minutos de su bizarra propuesta de space-rock oscuro y sin limitantes a la hora de improvisar arriba del escenario.
Su experiencia en vivo nos permite palpar la gran originalidad de mezclar sonidos electrónicos con figuras enfocadas al noise, pero sin encasillarlos en ningún sitio al fin y al cabo, solamente una aventura sonora que vale la pena adentrarse en ella y vivirla en carne propia.
Continuando el viaje llega Sara Zozaya, uno de los grandes descubrimientos de esta edición del AMFEST. Una nostalgia única nos inundó entre los suaves pasajes que nos ofrecía la cantante de Donostia, junto a su batería y guitarra, quienes nos llevaron por un vaivén de emociones a lo largo de su set.
Canciones como “lili” y “Benetan” lograron captar la atención del público a quienes se les venía con los ojos clavados entre las proyecciones y la atmósfera que se creaba arriba del escenario. Los calmados acordes y beats con lo que empezaban las canciones nos engañan a momentos y sin darnos cuenta crecían hasta volverse imparables, llegando a un punto de distorsión y potencia bastante inimaginable si escuchamos los cortes originales. Este principal factor dio una vuelta inesperada al show en vivo, que a más de alguno nos atrapo de lleno sin darnos cuenta. También hubo un momento para presentar su nuevo tema titulado “Rosa”, otro punto alto de la noche.
Un balance de temas en español y euskera donde la protagonista absoluta fue Sara paseándose entre su piano y guitarra, dándonos unas acongojante interpretaciones que a momentos nos hacía olvidar el frío que corría ya a esas horas.
Ya para cerrar contábamos con la carta de Böira, quienes venían en reemplazo de Viva Belgrado, quienes tuvieron que bajarse por los problemas médicos que presento pocos días antes el vocalista Cándido Gálvez.
El despliegue en el escenario era indiscutido por parte de la banda, quienes desde su aclamada placa “Si de la Runa Naixés” del año 2015 y algunas canciones paralelas a este siguen siendo una de las bandas más potentes del post-rock a nivel nacional. El fuego arriba del escenario y las ganas de tocas en directo del quinteto se hacían sentir hasta la última fila de sillas situadas en el castillo, siendo sin dudas, una de las actuaciones más energéticas y cañeras de este primer día.
Pocas líneas vocales y una entrega completa a lo instrumental, que a comento crean dulces tonalidades entre el agradable y acertado piano, pero que se difuminan hasta llegar al extremo, pasando por variantes del hardcore propiamente tal y el shoegaze. Con la promesa de ver nueva música por parte de Böira el próximo e impredecible 2021, se da por cerrada el primer día de festi.
AMFest X – SÁBADO 5: Linalab – Jardín de la Croix – Obsidian Kingdom
No era de sospechar que el sábado era el más esperado por todos y se hizo notar con la gente llegando temprano a tomar lugar, a pesar del clima que no nos daba respiro alguno y las capas de ropa subían a modo de precaución.
La solitaria Linalab era la encargada de abrir y descongelar el ambiente al son de sintes y melodías disonantes que saldrían detrás de su mesa en el centro del escenario. En todo momento la pudimos observar con su guitarra colgando a la espera de ser tocada y teniendo el control absoluto de cada ejecución entre todo el cablerio que se veía de todos los sintetizadores y piezas estratégicas perfectamente armadas para la ocasión y darnos una experiencia electrónica experimental completa. Todo en un plano muy experimental y acompañado a momentos de un teléfono, donde emitía las únicas voces que escucharíamos por su parte.
Un lleno total del castillo le tocaría salir a los Jardín de la Croix a remover un poco a gente envuelta en sus mantas. Con un par de nuevas canciones bajo el brazo por parte de su ep “Letargo”, que fue estrenado en Junio de este año. Después de un año sin pisar Barna vuelven contra todo pronóstico a darnos esta clase magistral de rock progresivo instrumental, que tanto nos gusta por estos lados.
Simplemente una química fluida por parte de los músicos arriba en escena, que traspasaban la fuerza a todos los comensales, que desde sus distanciadas sillas se hacían notar de una u otra forma en señal de agradecimiento. Los madrileños hicieron un repaso de su discografía y agradeciendo al festival por considerarlos para tocar a pesar de las condiciones y restricciones.
El esperado momento llegaba para ver a los magníficos Obsidian Kingdom haciendo el debut de su disco MEAT MACHINE por primera vez en vivo. Todos muy en la misma tónica de vestuario para darnos la experiencia completa de lo que sería esta especial presentación.
La máquina de carne no dio descanso alguno y nos lanzó un puñado de canciones de su nueva placa como “MEAT STAR”, “THE EDGE” y la bizarrearía majestuosa de “MR PAN”, mostrándose inquebrantables ante las bajas temperaturas y haciendo perder la cabeza a algunos de los asistentes, quienes se levantaron de su asiento desde el primer instante. Nos deleitaron con la presencia especial de la ex guitarra Irene Talló, esta vez, para acompañarlos con su inconfundible voz en “Black Swan”, “FLESH WORLD” y “WOMB OF WIRE”. Para dejarnos con su placa fresca en la cabeza cerraron con “THE PUMP” –si bien recuerdo- dejándonos a todos con las ganas de seguir infinitamente y haciéndonos olvidar un momento todo este mal año.
A mi parecer MEAT MACHINE es uno de los discos imperdibles de nos dejó el 2020 y poder verlo finalmente en vivo reafirma mi posición absolutamente. La energía y ejecución del directo hace que la placa tome otro sabor, mostrandonos esos estímulos visuales proyectados en el escenario y dándole vida a este extraño concepto. Ojalá que las fechas junto a Enslaved se hagan realidad de alguna forma u otra y podamos volver a ver a Obsidian brillar como en este cierre de jornada del AMFEST.
AMFest X – Domingo 6: Murina – Gyoza – Ánteros
Ultimo día del maratoniano y extraño festi. Muchas de las caras ya eran conocidas después de estar varias horas compartiendo espacio, aunque sea en la lejanía y mascarilla, donde prácticamente era cuestión de suerte poder reconocer a alguien.
Murina nos entregó el toque de noise rock sucio para partir con la última data de shows. El dúo de bajo y batería nos presentó su último ep llamado “Wave the Brain”, donde Martina y Laura dejaron todo sobre las tablas, mostrándonos ese nostálgico sonido noventero del punk rock, muy Riot Grrrl, haciéndome recordar a Bikini Kill en todo momento. Desde luego que prendieron la noche como ninguno de los otros actos iniciales y aplanaron la pista para lo que vendría después.
Les seguirían la pista GYOZA, presentando su más reciente producción “Early Bird”. Los stoner clásicos del rock barcelonés nos ofrecieron su dinámica puesta en escena y ganándose el público poco a poco con esta mezcla de influencias, donde también a veces tocaba aparecer sus zonas más progres y hardcore. Hubo momentos altos como al finalizar con el cover de Ruptura de Triangulo de Amor Bizarro mezclada con algunas referencias de QOTSA como forma de tributo. Cabe destacar que a pesar de las similitudes de los temas entre sí, el show era muy llamativo y el gancho indiscutido que, a pesar de ese detalle te llevan a pasar un buen rato.
La pieza elegida para cerrar tal magno evento fueron Ánteros, mostrándonos el cañero trabajo “…y en paz la oscuridad”, combinando el set con sus temas del primer lp “Cuerpos Celestes”. Esta perfecta combinación de post-hardcore con influencias más agresivas e oscuras se dejó ver sobre las tablas, al igual que los maravillosos pasajes calmados y tan bien puestos.
A pesar del inconveniente que tuvieron casi al terminar el show con la rotura de la cuerda de uno de los guitarras, el relleno agradeciendo a la producción y a la gente que los acompañaban les sirvió para ganar tiempo para así volver a retomar y dar un notable closing a todos los helados participantes de quedaban sobre el castillo a esas frías horas.
Tres maratonianos e inolvidables días nos deja el AMFest este 2020. Entre el frío que no nos dio tregua alguna ninguna de las jornadas y las agitadas bajadas del Montjuïc para llegar a nuestras casas en pleno toque de queda, no se comparan con el calor que genera en el corazón la música en vivo, sobre todo, en tiempos tan oscuros como los que estamos viviendo hoy por hoy.
Una de las reflexiones que me ha dejado estas tres noches es que las cosas se pueden hacer increíblemente bien cuando la gente se involucra al 100%. Y como no, el AMFest ha dado un claro ejemplo de cómo poder hacer bolos de forma segura, con protocolos prolijamente cuidados y medidas de seguridad impecables.
En cuanto al cartel, para mi este festival siempre ha sido una oportunidad de conocer nueva música y esta vez no fue la excepción. La paridad de género arriba del escenario fue otro de los detalles que nos encontramos – ¿coincidencia?, no lo creo-. Estas son las cosas que simplemente resaltan por sobre de otros festivales, sea cual sea las condiciones que se estén pasando. Una de las misiones que nos queda es que de una vez por todas cuidar a nuestras propia escena. No nos tenemos que ir tan lejos teniendo artistazos del nivel que pasaron por el Castillo del Montjuïc, músicos con hambre de mostrar su arte y sin nada que envidiarle a nadie.
¿AMFest 2021?, por supuesto, con más ganas que nunca sea cual sea las condiciones. Esperemos que esta vez podamos saltar en libertad, olvidándonos de todo este mal rato eterno llamado covid y podamos volver vivir la música como en aquellos años que nada importaba.
Texto y fotos: Karina Báez O.