U.D.O + Existance – 23 de Noviembre 2022 – Sala La Paqui (Madrid)
Que duros eran nuestros abuelos, es la única explicación para que leyendas como UDO sigan girando por todo el mundo como si fueran nuevas promesas de la música. No me imagino a la gran mayoría de los nuevos grupos con 70 años sobre un escenario, en cambio, ahí tenéis al bueno de Dirkschneider disfrutando de lo que mas le gusta hacer, repartir cera sobre las tablas.
Pero antes de la descarga del de Wuppertal teníamos una cita con los franceses Existance. La banda presentaba los temas de su nuevo álbum “Wolf Attack” y parecía que tenían prisa por hacerlo por que quince minutos antes del tiempo anunciado y con la gente aun entrando en la sala empezaban su concierto la banda liderada por un Julian tremendo a las voces. En cualquier caso, consiguieron su propósito con creces, la gente los acogió con los brazos abiertos y disfrutaron de la energía de estos franceses que tenían claro que estaban ante una gran oportunidad de llegar a un público quizás inaccesible por si mismos. Sin inventar nada, buen show de Existance para amenizar la espera y un buen puñado de nuevos seguidores a la saca.
Esta vez sí, con exquisita puntualidad y sobriedad escénica, como buen germano en todos los aspectos, fueron apareciendo en escena uno a uno los integrantes de la actual formación de estos jovencísimos UDO a la cual se ha unido la experiencia y maestría de toda una leyenda, Peter Baltes al bajo, que se llevo la primera gran ovación de la noche. Y es que si hay que poner un titular a la noche no hay ninguna duda de cual seria, GOOD OLD TIMES. Y es que a pesar del buen hacer de Fabian y Andrey a las guitarras, y que se llevaron sus merecidos aplausos por supuesto, los triunfadores además del propio Udo fueron el anteriormente mencionado Peter y el hijo del artista principal, Sven Dirkschneider a las baquetas, no solo por su aportación ganada méritos propios, claramente por el cariño que lleva adherido el apellido.
Tras un comienzo con “Prophecy” y la acogida por el amor a primera vista del público, el ambiente fue crescendo al mismo tiempo que los temas iban subiendo en edad, y es que la noche era más para clásicos que para novedades y la audiencia lo dejaba claro con las reacciones a los temas de, por ejemplo, aquel “Animal House” lanzado en 1987. Porque, claro está, si os digo que la explosión llegaba temas como “Princess of the dawn” pues me diréis que, evidentemente, no os descubro nada nuevo ni nada que no supieran los mas viejos del local. Y es que los parches y camisetas de Accept eran muy numerosos en el atuendo escogido para la noche.
En cualquier caso, no escuche ni un reproche, al contrario, se disfrutó, se saltó se cantó, se gritó, se aplaudió hasta doler las manos y se sudo como DIO manda en un concierto de una autentica leyenda del Heavy Metal de toda la vida, que como no podía ser de otra forma mando a todo el mundo a su casa sin voz y cantando “Balls to the walls». La sensación es agridulce, es bestial ver como aun podemos disfrutar de auténticos héroes de infancia, es increíble ver la entrega de un publico a su ídolo, pero al mismo tiempo, tu mente se va a recuerdos más recientes de grupos actuales que están muy lejos tanto de ofrecer como de recibir semejante cariño. ¿hay relevo o estamos antes los últimos estertores de esos años de poster en las paredes de nuestra habitación? Asusta solo de pensarlo.
Texto y fotos: Raúl Blanco