Cannibal Corpse + Dark Funeral + Ingested + Stormruler – 17 de Marzo 2023 – Sala Razzmatazz 1 (Barcelona)
Que el metal extremo vive un gran momento, no escapa a nadie. Tampoco que Cannibal Corpse atraviesan un momento muy dulce de su carrera. Y que un cartel como este es muy suculento, tampoco. Por todo ello, esta gira pasó de Razzmatazz 2 a la 1 y a punto estuvo de agotar también las entradas en la sala grande.
Quizá desde la gira de Carcass + Obituary + Napalm Death + Voivod de 2015 que no se veía un evento de este calibre con semejante aforo por estos lares. En esta ocasión el roster de bandas presentaba unos estilos bastante dispares entre sí que iban del Death al Black Metal y derivados.
A una hora muy temprana aparecieron Stormruler, desde Saint Louise y con dos discos ya bajo el brazo. Bajo los auspicios de Napalm Records lo suyo es un Black Metal melódico, de corte sueco, en la línea de bandas como Stormkeep o Dissection y solo por esas comparaciones ya se ganaron mi curiosidad. Obtuvieron el favor del público repasando temas de sus dos discos, con sonido claro, y con “Sacred rites & black magick” y “Of hollowed souls & distant flames” como estandartes. Jason Asberry sabe jugar sus cartas como frontman, sabe posar y cumple con creces en sus menesteres musicales. Derek Engemann, músico de muchas bandas y del entorno de Phil Anselmo, fue el otro punto de atención en el escenario con una puesta en escena sobria e imponente. Concierto corto pero muy serio y una carta de presentación inmejorable.
Llegaba el turno de Ingested y su slam brutal deathcore. Reconozco que no congenio con este estilo, pero en directo resultó ser una banda muy eficiente. Ya al segundo tema estaban pidiendo moshpit y a partir de ahí el efecto lavadora se instauró entre la concurrencia. Desde Manchester y ya con siete discos en el mercado dejaron al descubierto la experiencia y las tablas que tienen. Jay Evans es un torbellino en el escenario que no para de cantar, animar al personal y moverse de un lado a otro. Cuarenta minutos sin piedad muy entretenidos que hicieron las delicias de público más joven.
Con Dark Funeral el nivel subió dos peldaños de golpe. El Black Metal melódico de los suecos tuvo un efecto revitalizante. Si bien su último ‘We are the apokalypse’ no me ha convencido nada, en directo dieron un concierto de muchos quilates. Recorrieron parte de su discografía con parada obligatoria en “The secret of the black arts”, que sonó muy vacía de guitarras.
Pese a tener una fuerte presencia sus últimos trabajos, optaron por abrir el concierto con un clásico como “Hail murder” sorprendiendo a propios y extraños. A partir de ahí el concierto solo podía ser un crescendo continuo y lo cierto es que mantuvieron el nivel con un “Nailed to the cross” que Heljarmadr presentó lamiendo y escupiendo sobre una cruz invertida. Aunque prefería la visceralidad de Emperor Magnus Caligula en directo, lo cierto es que Heljarmadr ofrece una mayor sobriedad.
Gozaron de un gran sonido mientras desde el flanco izquierdo Lord Ahriman controlaba una actuación de notable alto. Sin duda se encuentran en un momento dulce, cuanto menos a nivel de directo. Grandes Dark Funeral.
Y con una sala prácticamente llena aparecían Cannibal Corpse que con un excelente ‘Violence unimagined’ se presentaban en la grande de las Razzmatazz. Hacía muchos años que no tocaban en un escenario de tal magnitud en la ciudad condal.
Siendo honesto y objetivo, el concierto de Cannibal Corpse fue memorable. No cabe otro calificativo. Cuando músicos que rondan los 55 años son capaces de tocar noche tras noche repertorios de hora y media a ese nivel y con esa intensidad, solo puedo sentir pena por las bandas jóvenes que no son capaces de tocar más de una hora o poco más. Cannibal Corpse son ley, una apisonadora, un tsunami que destruye todo a su paso.
El quinteto comandado por George Corpsegrinder ofreció un concierto antológico y sin fisuras en el que destacaría a Erik Rutan, sin duda la clave del nivel de los americanos ahora mismo por técnica, creatividad y precisión… qué manera de tocar y de ejecutar riffs.
Desde la apertura con “Scourge of iron” desataron la locura con gente volando, mosh pits sin descanso y un muro de sonido insuperable. Cayeron solo tres temas de su más reciente trabajo entre los que destacaría “Inhumane harvest” y el resto fue una suerte de greatest hits que sació nuestras ganas de vísceras.
George tiene claro que nadie le gana haciendo headbanging y así nos lo dijo. Claro que poco después afloró su lado más juguetón cuando le lanzaron un unicornio de peluche. Genio y figura.
Mientras, Rob Barrett parecía ausente del concierto, ejecutando notas como si la cosa no fuera con él, Alex Webster estuvo formidable al bajo cual arma de precisión. Lo mismo se puede decir de Paul Mazurkiewicz a la batería.
Caían clásicos, uno tras otro, y la intensidad no cesaba: “Fucked with a knife” que George dedicó a todas las mujeres que había en la sala, “I cum blood” o “Unleashed the bloodthirsty”. Ya para el tramo final dejaron sus grandes hits: “Devoured by Vermin”, “A skull full of maggots”, “Stripped, raped and strangled” y una sublime “Hammer smashed face”.
Apabullantes, excesivos, imbatibles. Pocos conciertos van a ser mejores este año que lo ofrecido por Cannibal Corpse en Razmmatazz 1 de Barcelona.
A la salida pude hablar con ellos unos minutos y Alex Webster me reconocía que están en un gran momento, que siempre venían a Razz 2 y que en esta ocasión la sala había sido más grande. Que se mantengan así mucho tiempo porque estos Cannibal Corpse no tienen rival.
Texto y fotos: Marc Gutiérrez