Gracias a estos eventos hemos podido ver a grupos nacionales que tan buen poso dejaron, y aunque ya desaparecieron, siempre quedarán en nuestra memoria como los murcianos 91 Suite, los madrileños Elyte, o el que fuera grupo de Patricia Tapia Nexx, ahora con Khy.
Varios meses de preparación, una baja de última como los suecos Treat, que ya tocaron hace un año en esta misma sala y que iba a ser resuelta con un artista internacional, que no se desvelaría hasta última hora, mucho trabajo por delante y ya teníamos delante de nosotros un acontecimiento de nivel internacional, dividido en dos jornadas de viernes y sábado.

A primera hora de la tarde del viernes abrían el festival, los hispano argentinos, domiciliados en Collado Villalva, Hard Wires y como suele ocurrir en estos eventos, una buena parte del público no había llegado todavía por ser día laborable, y otro tanto decidía tomar algo fuera de la sala en espera de ver a su grupo elegido. Con dos álbumes en su haber ‘Fear’ de 2009 y ‘The end’ de este año 2011, la banda madrileña nos ofreció una actuación dentro de su propuesta de Glam y Hard Rock, en la línea de la escuela angelina de grupos con Guns and Roses, L.A. Gun, Motley Crüe, etc. Sus miembros son Kalen, vocalista y guitarra, Luismi guitarra, Marko bajista y Fleky batería.

Sonaron “Afraid to hell”, “Fucking crazy”, “Lashes of your life”, “Sacred place” y “How is going”, además de dos versiones como “Uncle Toms cabin” de Warrant, en la memoria de Jani Lane, recientemente fallecido, y la divertida “Talk dirty to me”, de los también americanos Poison. Buena actuación de esta joven banda y todo el futuro por delante para seguir creciendo y mostrarnos su evolución musical.

Desde Italia, llegaban unos desconocidos Lizhard, que venían precedidos de buenas críticas, y por haber tocado con gente como Eric Martin, Glenn Hughes o Mad Max. Comenzaron su andadura como Lego en 1995, dedicándose a versionar a sus artistas favoritos, para componer posteriormente sus propios temas. Su discografía la componen un mini Lp ‘Sexy Lolita’ de 2005 y un larga duración ‘Lizhard’ de 2008.

La formación de este cuarteto son Luke Marsilio a las voces, Paul Mainetti a la guitarra, Luca “Ze” Moroni al bajo y Ricky Lecchini a la batería. Durante cuarenta minutos nos ofrecieron una buena ración de Hard Rock de la escuela clásica, con temas como “My wild side”, la melódica “Let the good times roll”, “Life in the fast lane” y una instrumental “IO”. Siguieron con dos baladas como “I cry for you” y una acústica “Angel”, volviendo a su faceta hard rockera con “Bad to the bone”, una festiva como su título indica “Let´s party” y cerrando con una potente “Rock’n’ Roll is back”. Salvo un tema, tocaron íntegramente su disco homónimo, y aunque el público, que se iba incorporando al festival mayoritariamente, no conocía los temas, dejaron muy buenas sensaciones, esperando seguirles la pista de ahora en adelante.

A continuación vino un artista, que la organización mantuvo en secreto hasta última hora, como el americano de Dakota del Norte, Mitch Malloy, que pudo tocar el cielo a nivel musical si su corta aventura con los legendarios Van Halen hubiera cuajado. Al final, todo quedó en la grabación de unas demos con los temas clásicos de la banda y la vuelta de David Lee Roth en la entrega de unos premios en la MTV. La banda que le acompañaba era la formada por los músicos italianos Alessandro Del Vecchio a los teclados y coros, Mario Percudani a la guitarra y coros, Anna Portalupi al bajo y Alessandro Mori a la batería. En cuanto oímos el nombre del teclista en boca de Mitch a la hora de las presentaciones, nos acordamos que también había acompañado la gira de Ian Paice y Carmine Appice por nuestros país.

Con una Les Paul encima y una envidiable larga melena rubia, Mitch arrancó con “Mission of love”, de su homónimo primer álbum, mezclando temas nuevos como “Falling to pieces”, con otros más conocidos de su repertorio como “Stranded in the middle of nowhere”. Siguió con más temas clásicos como “Over the water” e “It’s about love”, para dar paso a una reciente balada como “Carry on”, no dejando sus nuevas composiciones al ofrecernos después “I’ll love you still” y “Love song”. Aunque tuvo un pequeño bajón hacía la mitad del show, Mitch mostró un gran estado de forma, con esa voz limpia y privilegiada para practicar un Hard Rock Melódico que en su país es tan bien apreciado.

Continuaron con “Our love will never die”, “I’m the one”, la coreada “Forever” y para la parte final con el público muy animado y cantando con la banda, uno de sus grandes éxitos “Anything all”, atreviéndose a cerrar con otro tema nuevo como “All my friends”. Casi la mitad del repertorio, seis temas, fueron de su nuevo trabajo, esto supone que Mitch confía mucho en sus nuevas composiciones y que a sus 47 años, quiere seguir ocupando su sitio dentro del Hard Rock más melódico. Su buen feeling con el público durante su actuación, se trasladó después a la hora de firmar autógrafos y hacerse fotos con todo el que se lo pidió, comentándonos que estaría encantado de volver a nuestro país.

El plato fuerte de la noche llegaría con la salida de los alemanes Bonfire, que estaban de celebración de su veinticinco aniversario y que hacía unos cuantos años que no pisaban nuestro país. Creo que fue en el Ripollet Rock esa última actuación, en verano del año 2008. Muy queridos por nosotros, a pesar de la poco repercusión en nuestro país, si les comparamos con sus compatriotas Scorpions, el grupo se mostró en- cantado de esta vuelta y su cantante Claus Lessmann no paró de agradecer al público español sus muestras de entusiasmo y nuestros buenos vinos.

Para empezar y después de una intro con música folklórica germana, eligieron “Tony’s Roulette” de su disco ‘Point blank’ , para seguir con la cañera “But we still Rock” del ‘Double X’, “Never mind” y “Just follow the rainbow”, de su último disco.
La banda que capitaneaban su miembro fundador, el guitarra Hans Ziller y el vocalista Claus Lessman, demostraron un excelente estado de forma, con un nivel muy alto a la hora de ejecutar los temas y sonando contundentes pero con espacio para esas melodías tan características suyas. Siguieron con “Hot to Rock”, que entrelazaron con “Don’t touch the light”, ambas de su primer trabajo ‘Don´t touch the light’. Entre tema y tema, un divertido Claus, aprovechaba para repasar la situación actual de la economía, poniendo a los banqueros en su sitio, antes de empezar “Proud of my country”.

Continuaron con una agradable sorpresa, como fue la interpretación en un más que correcto español de “Rock’n’ Roll cowboy” por parte de Claus, con la única ayuda de Hans y su guitarra acústica. Después vinieron la emotiva “Give it a try”, “Sword and stone” canción de la película ‘Shocker’ con un solo de batería con sonidos sampleados, para enfocar la parte final del concierto con sus grandes clásicos como
“Sweet obsession” cantada a dueto con el público, bajando “a la arena” de la discoteca Clauss, rodeado por público que no salía de su asombro y emoción. “Ready 4 the action” cerraba con la presentación que hizo Clauss de la banda, el show.
Vinieron los bises, 2 temas, finalizando con “Bang down the door” ya enfundado Clauss desde un buen rato, en una camisa roja con la palabra España. Lo dicho; se metió al público en el bolsillo.

Texto y fotos: Vlad El Empalarock

Set list:
Tony’s Roulette
But we still rock
Never mind
Just follow the rainbow
Hot to Rock
Don´t touch
Proud of my country
Rock’n’ Roll cowboy
Give it a try
Under blue skies
Sword and stone
Solo de batería
American nights
Solo de guitarra
Ready 4 reaction
Bises:
You make me feel
Bang down the door