El show se inició poquito después de estar previsto. Las luces se apagaron,
y uno a uno cada miembro de la banda fue ocupando su lugar en el escenario:
Reb Beach, Doug y Tommy Aldrige, Uriah Duffy y por último David Coverdale.
Con un enorme telón de Whitesnake a sus espaldas e inmersos en una atmósfera
nocturna de leves luces azules, David se aseguró de tenernos a todos preparados
con su siempre vigente expresión: "Are You Ready???" (tejanos con parches y
blusa blanca ligeramente desabrochada) y sin más concesiones rompieron el fragor
del público con "Burn" (incluyendo un fragmento de "Stormbringer") el clásico
de Deep Purple que consiguió una respuesta absoluta de un público sediento:
primero, de cerveza fría debido a la reducida parcelita de la que cada uno disponíamos
para alzar los brazos, respirar y saltar repegándonos con el sudor del de al
lado; y segundo, de esos inolvidables clásicos con los que, seguramente, esa
gran colectividad hemos crecido.
"Slide It In" vino a alegrarnos con su rockero riff que continuó con uno de
los temas más emotivos de la banda "Love Ain’t No Stranger" estremecedora la
sensación de aquella gran multitud coreando todos a una. Los primeros acordes
de "Fool For Your Lovin" fueron acompañados de una gran histeria generalizada
que continuó con la célebre, nítida y exquisita "Is This Love". Después nos
alegraron con la achispada "Ready An’ Willing" y su pegadizo estribillo <…sweet
satisfaction…>. La voz de David estuvo constantemente arropada por los coros
de Uriah y Reb, geniales!!
Dando un respiro al exhausto público llegó el momento del grandioso solo de
guitarra. Oscuridad, tan solo un foco iluminando a Doug con su sombra tras los
amplificadores, (una imagen bestial), y con su Gibson Les Paul dorada hizo una
penetrante descarga de sentimiento poniéndonos los pelos como tachones y que
desembocó en un blues con la banda al completo que sirvió para introducir "Crying
In The Rain". A la mitad de esta, la banda dejó al batería Tommy Aldrige para
que se sobrara con un solo realmente impactante y después finalizar el mencionado
tema. David aprovechó para presentar a los miembros de la banda y me da que
se olvidó de mencionar al batería.
Continuaron con "Ain’t No Love In The Heart Of The City" y "Give Me All Your
Love" que sonó perfecta y realmente contundente. Y para rematar aún más el momento
"Here I Go Again" mi corte favorito. Hasta ese momento había estado disfrutando
tanto del directo que había olvidado que vine al festival con Marcel·lí y Estibill
y que los tenía justo al lado como dos incondicionales coreando ya la entrada
del tema: "… I don’t Know where I’m going"… era el sonido del rock convertido
en pasión, elegancia, calor, diversión, sensualidad y la fuerza de nuestras
gargantas desgarrándose sin recatos … sin duda temas que todavía siguen representando
la esencia viva de los ochenta emocionando a una inmensa mayoría.
Empezaba a dar la impresión de que el concierto estaba por acabar pero… aún
quedaban temas que no se podían quedar en el tintero!!!
La banda reapareció interpretando uno de sus primeros éxitos: "Take Me With
You" mientras David se movía como un jovencito agitando dos pares de maracas.
Se hizo esperar pero "Still Of The Night" ocupó otro de los momentos más emotivos
de la noche. El público más ardiente descargó su último aliento deshaciéndose
las campanillas hasta el último "still of the night". Hubo momentos en los que
Coverdale abusó indiscriminadamente de los agudos pudiendo comprobar que los
años no pasan en vano y su voz en ocasiones flaqueaba.
Ahora si que parecía haber llegado el final de tan formidable espectáculo pero
tras un breve descanso, Coverdale se volvió a acercar al micrófono y a capela
nos deleitó con los primeros versos de "Soldier Of Fortune" y para la sorpresa
de muchos, la banda rompió el silencio con el tremendo riff de "Bad Boys" (que
susto, pensaba que no llegarían a tocarla). Tanto el público como la banda estábamos
embargados por el calor y el cansancio pero nos dejamos transportar por la emoción
de una noche inolvidable.
Sin duda un sonido que estuvo a la altura. Un lujo la calidad de los músicos
y por supuesto la característica entrega de Coverdale nos hizo flotar en su
nube de clásico tras clásico demostrando que hay cosas que se mantienen inmutables
con el paso del tiempo.
Me he visto rodeada de gente que al igual que yo se encerraba en su habitación
con esos temas de Whitesnake a toda ostia en el radio cassette, dejándonos la
garganta hasta escuchar a nuestras madres aporreando el otro lado de la puerta
para que bajáramos el volumen, esta vez lo hacíamos con total libertad y en
un ambiente ardiente como tiene que ser. Gracias a Lorca Rock y gracias a toda
esa gente que aulló aquella noche "Here I Go Again".
Larga vida al hard rock!!!!
Texto: Angi Reyes
Fotos: Bárbara Hernández