Dream Theater – 17 de Noviembre 2024 – La Cubierta de Leganaés (Madrid)

Los americanos Dream Theater uno de los habituales de los escenarios españoles, volvían en fecha exclusiva en Madrid para celebrar sus 40 años y la vuelta a los tambores de Mike Portnoy.

Tras la gira de su último “A view from the top of the world” de hace dos años saltaba la noticia de la vuelta de Mike Portnoy a Dream Theater. Cual soldado raso tras haber dado todo por su país, Mike Mangini se apartaba a un lado para la vuelta de la “leyenda”. Bonitas palabras de ambos, del grupo y todo fantástico en una sustitución que hubieran deseado más de uno.

Con la vuelta de Portnoy anunciaron la gira mundial de sus 40 años en activo y la salida de un nuevo disco para 2025, “Parasomnia” con su primer adelanto ya en la calle. Todo en marcha en el Teatro de los Sueños para volver a ofrecernos sus mejores temas y directos con su formación de ensueño (y nunca mejor dicho).

Tras pasar por la pista del Wizink Center y el Palacio de Vistalegre, el grupo llegaba esta vez a la Cubierta de Leganés dentro los Z Live On Tour que organiza la gente del Z Live! Rock Fest (no sabemos hasta que punto eso implica que los podremos ver dentro de una de las ediciones del festival anual). La fama del mal sonido de La Cubierta ya viene de años y eso hizo que mucha gente se echara para atrás al comprar su ticket, aunque eso no fue problema para que se acabara las localidades de pista y en las gradas hubiesen espacios libres muy pequeños. Hay que decir que para “combatir” eso se lanzó la previa de que el sistema de sonido había mejorado, así que ese hype intentó ganar la mala fama del recinto en cuanto al sonido se refiere.

Con una entrada escalonada ( y quizá un tanto lenta) desde las 19,30h, la gente se fue posicionando en sus localidades para que a las 21h cayese el telón y comenzase la función del Teatro de los Sueños. La gira ya hacía varios días que estaba en funcionamiento, y el setlist estaba más que filtrado por redes sociales. Así que no era ninguna sorpresa que el primero en sonar fue “Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper”, clásico que solía cerrar ahora abre y hace caer la baba al respetable desde el primer minuto, suena que atruena, compacto y la parte instrumental nos encandila una vez más.

“Act I: Scene Two: I. Overture 1928” y “Act I: Scene Two: II. Strange Déjà Vu” del “Scenes from a Memory: pt2” sonaron seguidas y sonaron elegantes, como un haz de luz que nos llega hasta dentro con tanto detalle y la energía de los temas. Tanto ese tema como “The Mirror” ya pusieron a trabajar duro a Labrie que luchaba para que el tópico del mal sonido se fuera y ver como estaba su estado vocal, por desgracia no despejaba las dudas de ninguna de las dos situaciones.

“Panic Attack” fue rápido como su propio nombre indica con unas fantásticas visuales y fue el tema que peor sonó (al menos desde la pista). El ritmo trepidante de la canción fue una bola que no dejó entender mucho más. Menos mal que para “Barstool Warrior” si que se arregló o al menos con su ritmo más melódico nos dejó apreciar uno de los solos más bonitos que últimamente tenía Petrucci… para nuestra sorpresa aparecieron los eternos lololos para tararear el solo, siendo sinceros no los esperábamos esa noche pero esta visto que forman parte del acervo popular y que aparecen siempre que hay un solo esas características.

Siguiendo con la parte sentimental del show llegó la versión eléctrica de “Hollow Years” que ya popularizaron en aquel “Live at Budokan” y que nos siguió estremeciendo con su intro y con el solo lacrimógeno de Petrucci que todo el mundo ovacionó en esa parte in crescendo del final del tema.

Tuvimos momento elegante, momento metálico, momento sentimental y ahora llegaba el momento singles con “Constant Motion”, primer single del Systematic Chaos, y “As I Am”, primer single del Train of Thought. Temas pegadizos y sin mucha sorpresa que hemos escuchado hasta la saciedad, así que mucha gente aprovechó para ir a buscar cena ya que después llegaba el intermedio de 20 minutos que fue cuando todo el mundo se comenzó a mover para hacer una cosa u otra.

A los pocos días del concierto de Madrid, el grupo publicó en redes que Joseph Stevenson ha sido el creador de la intro orquestal que sonaba para abrir el segundo set de la noche. Intro que acompañó a un video que mostraba todas las portadas de los discos del grupo (entre otros elementos) para acabar con la portada del último disco, dando a entender que llegaba el turno de “Night Terror”, quizá uno de los temas que podrían haber prescindido por tocarlo junto al resto de temas nuevos la próxima vez que vengan y así poner uno de los clásicos que echamos en falta en algún momento de la noche.

Nuevo recuerdo para el  Images and Words con “Under a Glass Moon” tema técnico para veteranos que dejaba fuera a “Take the time” , “Another Day” o “Learning to Live” que al menos nosotros echamos en falta. Por lo que venía más adelante era necesario un momento melódico y tranquilo con “This Is the Life” que apaciguó los ánimos del respetable y “Vacant” como pieza exclusiva que no tocaban desde hace 20 años, al igual que el siguiente “Stream of Consciousness”, los dos del “Train of Thought”. Siempre con un momento de delirio instrumental en los directos de la banda, si no llegaba “The Dance of Eternity”, al menos tuvimos este que como decimos sacaron en estudio y también dejaron grabado en aquel “Live at the Budokan”. Poco hay que decir de la base instrumental de Dream Theater,  solo como apunte decir que la gente intentaba tararear el ritmo y lo acabaron dejando porque la banda iba mucho más rápido que ellos.

En lo que parecía el control de mandos de una nave entre tanta tecla y pantallas, Jordan Rudess comenzó a tocar su continuum dando a entender que nos iban a dejar “Octavarium” para acabar antes de los bises. Una pieza de 24 minutos de lo más sinfónico del grupo, que aunque el sonido no acompañó no le quitó la grandilocuencia del final del tema… otro solo lacrimógeno de Petrucci que la gente tapó con sus vítores, que se le va a hacer.

Nuevo descanso, esta vez mucho más corto para encarar el final con los bises del concierto. Otra visual, esta vez de una escena de la película del Mago de Oz que acababa enlazando con el primer tema que sonaba, “Act II: Scene Six: Home” del “Scenes…”, Labrie mucho más certero en esta segunda parte llegó a los tonos más altos del tema para que los demás rematasen con la parte instrumental del final del corte. Faltaban muchas canciones, y quedaban muy pocas para el final (y una de ellas era “Pull me Under”), así que al menos para cerrar tenían que elegir bien, y así hicieron ya que era el momento de “Act II: Scene Eight: The Spirit Carries On”… linternas de móvil encendidas, todo el mundo cantando todo el tema (todo, no solo una parte) y Petrucci firmando de nuevo otro clásico de clásicos y balada de baladas que tenía que sonar sí o sí, lagrimilla siempre con Spirit. No había tiempo para más y aquello se acabó con “Pull Me Under”, otra que no podía faltar pero que haciendo números tirando de archivo nunca acabó un set de los americanos  (al menos las 4 anteriores giras), pero entendemos que al ser un tema donde se luce más Portnoy, decidieron acabar con esa. Por lo demás, es su “Final Countdown”, su “The Trooper”… todo el mundo se sabe “Pull me Under”, así que final predecible pero seguro.

La más que dilatada experiencia de la banda hace no reprocharle nada en directo, llevaban ya varias fechas de la gira europea así que el mínimo rodaje que podrían necesitar por volver a estar todos de nuevo en un escenario era más que suficiente y tener todo como lo habían dejado.

Myung es y será Myung, siempre está igual con su vestimenta negra y su labor de sacar la base rítmica adelante, es consciente de su trabajo en la sombra y nunca se movió de su metro cuadrado en una punta del escenario salvo una vez al final del concierto que se pasó al centro con Petrucci. Portnoy con su mastodóntico set nos devolvió el sonido original a la batería con esa potencia y esa pegada que solo él sabe darle a las canciones del grupo. Rudess a su lado siempre genial con sus teclados esta vez también con efectos de vídeo, hicieron su puesta en escena más visual sumándose cuando inclinaba el teclado y podíamos ver como tocaba. Petrucci no tan comunicativo como otras veces, dispuso de su arsenal de Majesty para transmitir con sus notas y solos rayando la excelencia solo como él sabe hacer… y Labrie lidiando con la parte más humana del grupo, sacando el set adelante con problemas de sonido, cambios de tono o lo que fuese demostrando sus recursos vocales y el gran y experimentando vocalista que es.

Vuelta esperada, vuelta celebrada y vuelta que quizá olía a Wizink Center. Veremos que pasará para la gira de presentación de su nuevo “Parasomnia” si pasan por aquí. Así que paso a paso y lo que toca ahora es esperar el nuevo material en estudio con la vuelta de Portnoy. Contamos los días.

Texto y fotos: David Aresté