Leprous – 16 de Enero 2025 – The Music Station (Madrid)
Madrid fue agraciada, por ser seleccionada como una de las ciudades europeas escogidas para disfrutar de uno de los siete conciertos exclusivos en formato “An exclusive evening with Leprous”. Para mayor primicia, la mini gira comenzó con este concierto en Madrid, por lo que fuimos los primeros en poder disfrutar de tan magno evento. Gracias a Madness Live!, a quien siempre agradeceremos las muchas veces que nos ha traído a esta fantástica banda.
Texto y fotos: Toni Marchante
La evolución de Leprous, después de un cuarto de siglo de historia, es admirable. Son un ejemplo de como se comienza un camino y se llega a día de hoy, con ocho álbumes bajo el brazo y ninguno malo. Lo mismo que con su música, ha pasado con sus directos, una banda que ha visitado con asiduidad nuestro país y que por tanto, hemos podido ver su evolución sobre el escenario; los que los vimos sobre las tablas siendo unos niños dándolo todo, disfrutamos ahora de una banda consagrada que nos ofrece un grandísimo espectáculo.
Porque Leprous no es una banda de rock-pop-metal-progresivo al uso; por norma general, las bandas de progresivo suelen adoptar posturas bastante estáticas en directo, lógicamente por la complejidad de las composiciones y la concentración. Pero en Leprous no existe eso. Verlos en directo es un despliegue de movimientos y energía que lógicamente impulsa y da crecimiento al espectáculo. Y eso es lo que vimos esa noche en Madrid, un gran espectáculo de una banda ya más que consagrada, llenando recintos de mil quinientos espectadores, en un escenario muy agradecido, donde supieron hacernos pasar una noche inolvidable, en lo que seguro es uno de los grandes conciertos del año, cuando casi ni acabamos de empezar.
La noche se presentaba gélida y el lugar, la sala Music Station de Principe Pío en Madrid, no deja de ser un lugar cómodo e ideal para un espectáculo de estas características. Ya la cola de acceso se mostraba generosa, la promotora anunciaba desde hace algún tiempo las últimas entradas a la venta, llagando como era de esperar al sold out.
Ya desde fuera se percibía muy buen ambiente, la gente venía mentalizada para vivir una noche inolvidable, nos exponíamos a un evento exclusivo, un concierto centrado en la banda, sin teloneros, la noche prometía y los de Notodden no fallaron, reinaron certificando una noche de ensueño. Leprous distribuyó su actuación en dos partes, una primera compuesta por 11 temas que duró algo más de una hora, descanso de 20 minutos y otra segunda parte, más o menos de la misma duración, compuesta por 8 temas, para redondear con un bis de dos temas, aunque el último fuere realmente parte de una de sus canciones.
En cuanto al material, repasaron todos y cada uno de sus ocho discos de estudio. Si bien, el peso recayó más en sus últimos cuatro últimos discos, de los que tocaron 16 temas de los 21 interpretados, dándole más protagonismo, como no podía ser de otra forma, a su último “Melodies of Atonement” (2024) del que cayeron 6 temas. La apertura de puertas fue a las 7 de la tarde para comenzar a las 8, pero el proceso de entrada y las colas para dejar los abrigos en el guardarropa hicieron que el comienzo se retrasara algo más de diez minutos, un detalle para que el público no se perdiera detalle.
Con el apagado de luces comenzó a sonar la intro, mientras los músicos invadían el escenario bajo el vocerío de la sala. Empezó a sonar “Silently Walking Alone”, mismo tema para abrir su último disco y allí estaba el combo noruego, con esa formación permanente desde 2017, con el líder Einar Solberg como frontman, abandonando la fisionomía habitual de acompañarse de un teclado en la parte central del escenario. Para ello se apoyaron en un músico adicional para los teclados, en un puesto multi teclado situado al fondo del escenario, donde el propio Einar o Tor se acercaban de vez en cuando para apoyar a los instrumentos,
El duo de guitarras compuesto por Tor Oddmund y Robin Ognedal estuvieron dinámicos y consistentes, apoyando en las voces en algunas ocasiones; como Simen Borven que se ocupó del bajo aportando también dinamismo a la escena. Y mención especial para Baard Kolstad, una de mis debilidades del grupo, en una clase magistral de batería, se nos presentó con ese nuevo look rapado, lo de tocar sin camiseta ya es un aspecto habitual del enorme batería noruego.
Tras el medio tiempo de arranque tocó reventar la sala y nada mejor que “The Price” recibida con una gran ovación tras escuchar los primeros riffs y como es de costumbre, canturrear la línea de riffs entrecortados que caracteriza a la canción. Tras “The Price”, Einar se dirigió al público en español, cosa que el respetable agradeció, diciendo que estaba estudiando nuestro idioma, que de momento sabe poquito y que prefería hablar en inglés cosa que hizo en sus posteriores intervenciones y nos presento “Illuminate”, que sonó con ese gran estribillo y el encanto de sus bases electrónicas.
La balada “I Hear the Sirens” nos mostró la destreza vocal de Einar en una interpretación colosal, clavando todos los falsetes, para continuar sin bajarnos de su último trabajo con “Like a Sunken Ship”, un tema amable que la gente siguió con atención. Y llegó el momento de rebobinar hacia atrás en uno de sus grandes clásicos de siempre, “Forced Entry” de su “Bilateral” (2011). Fueron diez minutos de intenso disfrute, para aquellos que sin dejar de apreciar sus últimos trabajos, tienen sus preferencias en los temas antiguos, de hecho tras el final vino el Oé,oé, oé!!! De rigor.
Los humos se bajaron engarzando un par de temas de su álbum “Pitfalls” (2019), que fueron “Alleviate” y “Distant Bells”, donde de nuevo pudimos disfrutar de las prestaciones vocales de Einar; quizás esta última ralentizó bastante la dinámica del concierto. Pero posiblemente fuera para crear mayor efecto, para un impulso final de este primer set, con “Foe”, único tema interpretado en la noche de su “Coal” (2013) y el intenso “Nighttime Disguise”, el cierre de su “Aphelion” (2021), con los miembros del grupo cruzándose en el escenario en una bacanal sonora apoteósica.
La banda nos anunció 15 minutos de descanso, que se alargó un poquito más, algo que muchos agradecieron para ir al baño o pasarse por la barra del bar, todo ello en el hall de acceso ya que se encontraba fuera de la sala. Retomaron el escenario con “Unfree My Soul” de forma muy sentida con este tema que cierra su último álbum, y que se vio continuado en contexto con “On Hold” manteniendo el nivel de intensidad melódica. Todo esto enlazó con otro de sus hit singles “Below”, que fue coreada por el público. Llegó el momento para recordar el inicio, Einar preguntó al público sobre su primera visita a España en 2010, pidió que levantaran la mano a los que vivieron el momento. Fue la antesala de “Passing” única aportación de su álbum debut que sonó atronador y nos hizo ver con claridad como ha cambiado la música de la banda desde sus inicios hasta hoy.
Tras “Passing”, llegamos a otro de los momentos entrañables de la noche, cuando Simens tomó un bajo acústico y la banda, en la interpretación de “Faceless”, en su parte final, invitaron al escenario a una docena de fans para que acompañaran en los coros finales. El tramo final del segundo set se basó en composiciones muy distintas, la delicadeza de “Castaway Angels”, la comercialidad de “From the Flame”, posiblemente el tema más esperado, que para algunos no acababa de llegar y que sonó de lujo, con un público más que entregado, posiblemente el momento más álgido de la noche para finalizar con otro gran clasicazo como es “Slave” con la banda de nuevo convirtiendo el escenario en una bacanal de movimientos por parte de los músicos. El bis tuvo como protagonista a “Atonement” uno de los grandes sencillos de su último trabajo, con su atractiva programación, para terminar con la última parte del tema “ The Sky Is Red”, netamente instrumental, con Einar en el fondo redondeando con los teclados.
Leprous nunca me han defraudado en directo, son una banda muy especial, que ha ido primeramente creciendo y en la ultima década madurando, pero siempre yendo hacia arriba. En sus conciertos es igual, cada vez mayor espectáculo, desde la sencillez, un telón de fondo, luces de acorde a sus sensaciones, algún pequeño efecto de chorro de aire, una alta movilidad de sus guitarras, bajo y frontman, siendo ellos el espectáculo. Leprous siempre que viene conquista Madrid y cada vez que lo hacen superan el nivel.
Texto y fotos: Toni Marchante