Hace 2 años, cuando los teutones ACCEPT volvieron a la escena musical con su nuevo vocalista Mark Tornillo hice el comentario de que “uno de los géneros musicales que nunca pasa de moda es la música clásica. Del mismo modo, pueden pasar muchos años pero dentro del metal siempre se sabrá reconocer una buena pieza clásica allá donde las haya y nunca pasará de moda”.
Marcel.lí Dreamevil
Nota:9/10  

Han pasado dos años y ACCEPT vuelve a la carga con un nuevo trabajo que merece exactamente el mismo comentario ya que este “Stalingrad” no es otra cosa que la continuación lógica de su predecesor. Por ello, si “Blood of the nations” os enganchó no debéis dudar ni un segundo a la hora de darle la oportunidad a este flamante “Stalingrad” que, desde su portada, ya rezuma el espíritu clásico de la banda (supongo que queda clara la influencia de aquel “Restless and wild” con las mismas dos guitarras en portada).

La formación sigue estable con Wolf Hoffmann y Peter Baltes (guitarra y bajo fundadores de la banda y siempre presentes en ella), junto a Herman Frank (guitarra que estuvo presente en el disco “Balls to the wall” (1983), el batería Stefan Schwarzmann (que a su tiempo fue batería de UDO durante 10 años entre 1988 y 1998), y el carismático Mark Tornillo, que proviene de la desaparecida banda america TT Quick.

Empezando por la labor vocal de Tornillo creo que si en su anterior disco tuvo que demostrar si era capaz de substituir a Udo (prueba que superó sobradamente), en este “Stalingrad” el bueno de Mark sigue manteniendo el nivel sin ningún género de duda. Y, complementando su labor, se encuentra la contundencia de los incofundibles riffs de Hoffman y Frank aderezados por la poderosa fuerza de las baquetas de Schwarzmann y el mástil de Baltes a las cuatro cuerdas. Señores. En otras palabras, el clásico sonido de ACCEPT sigue siendo servido en bandeja de plata y solamente hace falta escuchar los primeros compases de “Hung, Drawn and Quartered” para comprobar que la furia alemana sigue intacta después de 36 años de carrera (la carrera de la banda arrancó en 1976).

En cuanto al contenido del disco decir que ACCEPT nos regala 10 temas que van directos a la yugular, sin concesiones, sin virguerías ni complejidades. Esto es ACCEPT al más puro estilo ochentero y, por tanto, sigo manteniendo que la resurrección del sonido clásico de la banda es un hecho. Y como tal, este “Stalingrad” combina cortes rápidos y agresivos con medios tiempos. Así, entre los veloces hachazos podemos destacar, como ya he mencionado, “Hung, Drawn and Quartered”, tema que abre el disco y que inevitablemente me traslada a aquel “Tv War” del 86. Doble bombo asesino que también encontraremos en la adrenalínica “Flash to bang time”, en la enigmática “Revolution” (corte que empieza con un misterioso y poderoso coro que rápidamente se convierte en otro agresivo trallazo) o la también directa “The Quick and the dead” (con solo de bajo incluido).

En otro orden de ritmos encontramos temas como “Twist of fate”, que respira mucho el espíritu de aquel incomprendido “Eat the eat” (1989) y que se trata de un medio tiempo cargado de melodía en el que Tornillo ofrece gran parte de su abanico vocal, cosa que, por otra parte, también nos demuestra en “Shadow soldiers”, a saber, la elegante balada oficial del disco.

Y, evidentemente, tampoco pueden faltar esos temas en los que ACCEPT olvidan la velocidad para adentrarse en sus característicos ritmos poderosos, aplastantes y repletos de sus inconfundibles coros. Prueba de ellos son cortes como el single “Stalingrad” (tema muy en la onda del anterior “Teutonic terror” y que alberga una gran cantidad de cambios de melodía y ritmos que lo convierten en una de las mejores piezas del disco) o la inmensa “The Gallery”, el tema más largo del disco, con más de 7 minutos, y que aporta la faceta más densa, oscura y épica de estos alemanes que parecen no tener fecha de caducidad.

Ya dije que “Blood of the nations” (2010) representaba la continuidad lógica de aquel “Russian Roulette” (1986) y en esta ocasión mantengo que este “Stalingrad” sigue perfectamente esa senda.

No puedo obviar decir que este disco, a pesar de su alta calidad, no alberga temas que, a priori, puedan llegar a considerarse himnos de antaño como “Breaker”, “Fast as a shark”, “Balls to the wall” o “Metal heart” (por poner algunos) pero lo importante es tener entre las manos un disco que sea capaz de hacerte levantar de la silla para dar al play una y otra vez y que, sobretodo, resulte fresco y convincente. “Stalingrad” contiene, sin duda, todos estos elementos.

Temas:01. Hung, drawn and quarted, 02. Stalingrad, 03. Hellfire, 04. Flash to bang time, 05. Shadow soldiers, 06. Revolution, 07. Against the world, 08. Twist of fate, 09. The quick and the dead, 10. The gallery.

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