Leer las vivencias personales de algún icono de la escena es entrar en un terreno muy pantanoso en el cual no sabemos que nos vamos a encontrar… y más aún si el que lo explica es el propio protagonista de la historia, es italiano y tiene más de 40 años de vivencias por explicar de la mejor banda de Hard Rock de todos los tiempos (según dicen) Aerosmith, así es Steven Tyler y una ligera aproximación a estas memorias…
David Aresté
La verdad es que lo que menos nos interesa de las biografías es la parte de la infancia del susodicho, pero cada vez más vamos viendo que no es así…. Si Jimi Hendrix era un gamberro o Little Richard el marginado del colegio, Steven Tyler fue más gamberro aún hasta el punto de bien joven ya entrar en el mundo de las drogas, mundo paralelo, propio o incluso interior en el que pasaría más de lo necesario costándole más de un disgusto y un susto a lo largo de su carrera.
Aún así el nexo siempre es el mismo, todos quieren ser estrellas del rock cueste lo que cueste. Steven comenzó en varios grupos locales sin éxito hasta que no llegó a Chain Reaction, primer grupo al que se le reconoce un mínimo de popularidad y en el que su madre lo llevaba a los conciertos. Pasaba el tiempo y todo seguía igual y el desánimo se apoderaba de Tler cuando por aquel entonces encontró a Joe Perry del cual se quedó prendado por su forma de tocar la guitarra.
A partir de ahí se creó la primera formación de Aerosmith la cual se dedicó como loca en grabar su primer disco y en conseguir su primer éxito radiofónico, que llegó en el 76 con “Dream On” una balada en un disco plagado de influencias de r&b y que dudaban que fuera a tener éxito… llave que les abrió las puertas del estrellato, las giras, los contratos, la popularidad y abrió otras quizá las del sótano como las drogas…. puertas o portones.
Como es de esperar el libro narra las peripecias de Steven en todas las giras de presentación de los discos del grupo…. líos de faldas, drogas, arrestos policiales, novias, mujeres, peleas internas… todos los típicos tópicos del estilo de vida del rock’n’roll pero llevado a los extremos, una auténtica “bacanal” de excesos que le ha pasado factura en la época final de la banda (lesiones físicas y mentales) como también describe el libro a todo detalle.
Para que se vea el nivel de “autodestrucción” al que se llegó en la banda, podemos decir que los meet & greet del grupo por aquel entonces no se pagaban por las cantidades que se pagan ahora… o quizá si, pero con otra cosa.
A parte de él mismo esto afectaba al grupo, que también estaban peleados y molestos con el propio Steven creando situaciones de rechazo y malestar en la banda: desde las primeras salidas de Joe Perryy Brad Withford con las sustituciones de Jimmy Crespo y Rick Dufay en la época del Rock in a Hard place; o las decisiones si seguir o no seguir en las últimas etapas de la banda cuando todos estaban descontentos con la actitud del cantante.
Como decimos es un libro sin pelos en la lengua, sin tapujos… el propio Steven con ayuda de David Dalton explica realmente cosas muy personales y crudas, como las relaciones de Tyler con las mujeres, que pensaba de ellas ,de la vida, las drogas, la situación de la banda, todo… absolutamente todo, incluso miedo de como iba todo, para él y para la banda.El único pero que le podemos encontrar al libro es de resultar un tanto extraño en la traducción (como su propio título), pero suponemos que el hecho de traducir a un personaje tan intenso o loco como alguien como Tyler cuesta lo suyo.
En resumidas cuentas este libro es un decálogo de drogas de los 60 hasta nuestros días tomadas por alguien que vivió “Living on the edge”, y que por suerte está aquí para contarlo. No te pierdas como lo cuenta, pero eso si, no tientes a la suerte y no intentes hacer algo parecido.
David Aresté