No es la vuelta de Barón Rojo, ni la de Sangre Azul, ni la venida de Ángeles del Infierno pero el hecho de tener el espiritu de Avalanch pululando por Barcelona, era suficiente motivo para no perderse una de las noches más especiales y emocionantes del año.
Texto y Fotos: David Areesté

 

Aunque siendo sinceros, no le queremos quitar merito al debut discográfico del grupo, que es lo que venian a presentar. Alquimia llega tras el parón indefinido de los últimos Avalanch, donde el creativo e hiperactivo Alberto Rionda ve la necesidad de seguir adelante recuperando porque no decirlo,después de haber escuchado ese primer album del grupo, la esencia de los primeros Avalanch pero de una forma mucha más actual y mejor producida.

Para ello le acompañan Chez Garcia de Avalanch en los teclados, Leo Duarte a la batería, y como compañeros a primera fila de combate, Alberto reclutó dos de los alumnos mas aventajados del sonido Avalanch como son Israel Ramos a las voces y Rubén Lanuza al bajo del grupo Amadëus.

Metallica y Amaranthe entre otros acompañaron en el hilo musical al público que iba entrando de forma fluida ya que no querían perderse nada del concierto. Por el horario de cierre de muchas de las salas para posterior servicio de discoteca o similar, nos plantamos a las 20h ya que 30 minutos después comenzaba el show.

Nervios, expectación y esperanza se hicieron presentes cuando Mutus Liber comenzó a sonar por los altavoces de la sala que sirvió para que todos se situaran y comenzasen con "El Lobo y el Arca". La unión entre Israel y el público fue completa desde el primer al último tema, de hecho quitando a los "grandes" no recordamos ningún grupo que con solo un disco el público cante con tanta intensidad todas y cada una de las canciones del grupo durante el concierto.

Lo malo nos lo llevamos al principio del show por parte de la sala, hacia casi un año que no íbamos a la Music Hall, pero por desgracia siguen los problemas de sonido, aquí afectó también a “Dama Oscura” y el “Ángel Caído”, en los que la guitarra de Alberto quedó muy en segundo plano.Menos mal que a lo largo de la noche se arregló y el instrumento tuvo el protagonismo que le pertenece. Lo que no se arregló durante la noche fueron las luces, generalmente a contraluz y oscuras, tapando muchos momentos claves del grupo, además las traseras están muy enfocadas al escenario, y como habia tantas el grupo y las primeras filas sufrieron una sesion de sauna gratuita.

Dejando los peros a un lado, sin duda nos tenemos que quedar con el extenso y exquisito repertorio que nos ofreció el grupo. Éramos conscientes que el grupo iba a tocar temas de Avalanch, pero como bises, sin más… la típica versión que hacehace cualquier grupo que comienza y necesitar llenar espacio y/o animar al personal, sino que de 18 temas 7 fueron de Avalanch.

No queremos quitarle mérito como hemos dicho a los temas del grupo, ya que el público no lo hizo, aplaudiendo la genial ejecución del cuarteto comandado por un resplandeciente y genial Isra Ramos a las voces. Sonó todo el disco de Alquimia, pero nos quedamos sin duda con la balada del disco "Claro de Luna", con el solo de Alberto que nos puso los pelos de punts. Aunque todos fueron buenos, nosquedamos con aliento, la penitencia del noble, o Lagunas de Sal o la final morada del alquimista.

Habia ganas de invocar al espíritu. De Avalanch y asi lo hhizo notar el publico desgañitandose con cada una de las canciones. Que interpretarinterpretaron del grupo. Lejos de ser un mero tramite,nos regalaron ese inicial Angel caído mas una lacrimógena e inmensa Antojo de un dios, Pelayo,la pegadiza Llama Eterna, la clásica Xana y para dejarnos sin aliento y agotados una frenética Torquemada. No hay que olvidar delmomento que vivimps al comenzar los bises con la interpretación instrumental de Santa Barbara y CabalaXIII volviendo nos a estremecer y vitorear al mago de la Ibanez blanca.

Ya dicen que la experiencia es un grado, y da igual que fuese la primera gira del grupo. Toda la maquinaria estaba muy engrasada y cada uno tenía claro su papel encima del escenario. Un impertérrito Leo Duarte a la batería nos dejó claro su lado más técnico y potente en los timbales además de un solo de batería, Chez García se implicó en los coros y en todas las orquestaciones dando solemnidad y elegancia en muchos momentos de la noche.

Evidentemente el trío de delante es quien dio más juego, sobretodo Isra que estuvo pletórico, arriesgando y animando sin parar a todo el público durante toda la noche, a su lado tuvo a Rubén que aunque su papel principal es el de guitarrista, no le importó tocar el bajo… se encontró cómodo yendo de un lado a otro y no parar de interactuar con el público y sus compañeros. Es de admirar que aunque sea la mente pensante de todo se mantuviera en su sitio de guitarrista todo el tiempo, sobresaliendo únicamente en los solos, Alberto Rionda desplegó un alarde de elegancia y buen hacer durante toda la noche dejando recuerdos imborrables a los allí presentes.

Suponemos que a la banda le quedó claro que la gente se implica con ella y que quieren más temas de Alquimia y por ende de Avalanch. Contentos por esta metamorfosis del sonido Avalanch en Alquimia y contento por el hecho de que por fin dos genios como son Alberto Rionda e Isra Ramos se hayan juntado y les vaya tan bien, se lo merecen. Altamente recomendables e imperdonables perderselos en gira, los próximos afortunados serán los asistentes en la Sala Shoko en Madrid, a disfrutarlos.

Texto y Fotos: David Aresté
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Set-list de Alquimia – 10 de Mayo’14 @Barcelona

Mutus Liber – El lobo y el Arca
Dama Oscura

El ángel caído
La penitencia del noble
Divina provinencia
Aliento
Claro de luna
Pelayo
Lagunas de Sal
La cuna del arce
La fuente dorada
Antojo de un Dios
La llama Eterna
Xana

Santa Barbara/ Cábala XIII
Torquemada
Sacrificio
La morada del alquimista