"Oriundos de Valladolid se formaron allá por el 2005. Un año más tarde sacan su primera maqueta promocional llamada “Bienvenidos a la ciudad” y en 2008 graban cuatro temas nuevos que ponen a disposición del público desde el myspace de la banda, teniendo inmediata aceptación y buenas críticas que culminó con la actuación en el programa Mas Madera de Canal 4 interpretando tres temas en directo y tocando en la primera edición del Matadero Festival y en los de Festiniebla y Matatón." Andrés Horrillo |
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Nota:7/10 |
En 2008 graban su primer disco grande, “La diplomacia de las fieras”. La formación estaba compuesta por Víctor Diez a las guitarras, Juanjo Llanos al bajo y voz y Manu Rodríguez a la batería. Tras la espantada de Víctor el puesto de hacha lo ocupa Miguel Cortes, con el que graban su segundo disco, este “La noche tiene hambre” que te venimos a presentar, un disco que fue grabado bajo la atenta mirada de Dino Martin en el estudio de Dobro Producciones en Casasola de Arión. El autor de la portada y el diseño del disco es Iván Hojas de AstroGore Studio, que también es el responsable del logo del grupo y los carteles promocionales de esta etapa de la banda.
Y que nos vamos a encontrar en estas ocho canciones, pues ni más ni menos que una buena ración de rock crudo, entendiendo como crudo el rock sin artificios, el directo, el que escuchando el disco ya te haces una idea precisa de cómo es un concierto de la banda. Ese rock sin tapujos es el que se escucha en temas como “La noche tiene hambre” o “Monstruo”. Una de mis canciones favoritas es “Animalfantasma” por esa cadencia lenta de guitarra y bajo machacones que me recuerda un montón al “Orgasmatron” de Motorhead, banda que sin duda ha influenciado notablemente en estos vallisoletanos. Honestidad y actitud son otros calificativos para definir la música de Animalfantasma y en temas como “Mi corazón es una tumba” o “Terciopelo eléctrico” hacen buena gala de ello. En “Narcodrina” parecen los dignos herederos del espíritu Burning, firmando otro buen tema que va desarrollándose de forma lenta pero arrolladora, atrapándote con cada nota. Puede que estor chicos no hagan alarde de una técnica refinada con sus instrumentos, pero tampoco lo necesitan ya que su fin musical es hacer buen rock callejero y de fácil digestión como en “El bar de los malditos” o “Detrás de la sonrisa”, rock de alto octanaje y cierto regusto macarrilla que sin duda será buen acompañante en tus tardes de bourbon y billar.
Un disco recomendado para cualquier persona que le guste el rock sin artíficos.
Andrés Horrillo
Temas:
La Noche Tiene Hambre
Animalfantasma
Mosntruo
Mi Corazón Es Una Tumba
Narcodrina
El Bar De Los Malditos
Terciopelo Eléctrico
Detrás De La Sonrisa