… y la espera terminó. Hace algunas fechas se produjo un gran revuelo alrededor de la banda tras el anuncio del abandono de Angela Gossow y su sustitución por parte de Alissa White-Gluz. Varias eran las voces que, sin apenas conocimiento de su nuevo trabajo y sin ningún tipo de reparo, se alzaron para criticar a la banda y, de paso, a la nueva vocalista. La verdad es que hay que ser siempre prudente y aún más cuando estamos hablando de Arch Enemy, porque os aseguro que van a callar muchas bocas con este espectacular discazo que lleva el nombre de “War Eternal”. Texto: V |
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Nota:9/10 |
La excelente producción y una buena portada, llena de simbolismo y crítica, son la carta de presentación del nuevo trabajo de los suecos junto a una operística intro que da paso al primer cañonazo “Never Forgive, Never Forget”. ¿Queríais caña? Pues aquí tenéis cuatro tazas: rapidez, melodía, brutalísimo trabajo vocal y una auténtica exhibición de las guitarras solistas y la batería. El señor Daniel Erlandsson está mejor que nunca y nos regala un variado repertorio de tiempos en los que todo tiene cabida. Acaba tirando tanto del doble bombo como del tupa-tupa y algún que otro blast beat que hará callar a los más escépticos a lo largo de este tema y, por supuesto, también en el resto, ya que no será la última vez que escuchemos un tema tan contundente en “War Eternal”.
La verdad es que el primer single “War Eternal” que, por cierto, se dio a conocer casi simultáneamente con la noticia del cambio de vocalista, nos dejó un poco indiferentes. Alissa no era el problema, la verdad es que lo que peor augurio nos daba era que se trataba de los Arch Enemy de siempre, pero en su lado más “comercial”. Al fin y al cabo, sin embargo, era lo que cabía esperar de un single: melodías pegadizas, algún buen riff y los habituales solos de Michael Amott, acompañado, esta vez, por el también nuevo miembro Nick Cordle, guitarrista proveniente de los geniales deathmetaleros americanos Arsis, y que ya vimos anteriormente en directo sustituyendo al pequeño de la familia Amott. Poco después vino otro adelanto: “As The Pages Burn”. Todo quedó resuelto y, esta vez sí, nos topábamos con un auténtico trallazo de riffs rápidos y contundentes, estribillos llamados a comerse los escenarios y las típicas guitarras made in Amott. También tiene su parte relajada y pequeños arreglos de teclado que iremos viendo aquí y allá a lo largo de todo el disco, acentuándose sobretodo en la segunda mitad del álbum.
“No More Regrets” nos sorprende con un rápido inicio muy power metal, aunque durante sus cuatro minutos pasaremos del thrash al death metal y también a partes con riffs más modernos, todo ello con unas magistrales guitarras a lo largo de toda la canción, donde tanto Amott como Cordle vuelven a lucirse.
Con “Time In Black” tenemos un temazo alucinante con un inicio muy moderno, y me atrevería a decir que con tintes progresivos, una parte sinfónica escalofriante que casi roza la música de siglos pasados y las ya clásicas y personales melodías. Aunque, una vez más, vuelven a caracterizarse por dar más importancia a la técnica que otras bandas del estilo.
Seguidamente tenemos la algo más lineal “On And On”, donde destacan los solos de corte neoclásico y la buena base rítmica.“Avalanche” nos recuerda, quizá en exceso, a algún antiguo éxito de la banda pero de una forma más sinfónica y “Down To Nothing”, por contra, pone el broche de oro al álbum de una forma brutal, con unos riffs rápidos y muy técnicos, las endemoniadas voces de Alissa que, al menos en estudio, no nos ha hecho echar de menos a Angela en ningún momento, y el estribillo de rigor que en este caso no es tan melódico y sí mucho más oscuro. Quien creía que se habían olvidado de meter caña que se desengañe porque haberla, hayla, y mucha.
“War Eternal” finaliza con una canción instrumental muy melancólica, mientras que un interludio y un par de temas menos destacados completan esta magnífica obra.
Me arriesgo a decir que, seguramente, es uno de sus mejores trabajos musicalmente hablando, pese a quien le pese, donde reúnen una elegancia, calidad y saber hacer incuestionable, dando muestras de no arrugarse ante los nuevos tiempos y, a la vez, seguir siendo ellos mismos. A estas alturas ya no tienen que demostrar nada a nadie, porque lo que no se puede negar es que es una banda con un sonido totalmente propio e identificable que ha creado escuela. Además, Alissa cumple perfectamente con su cometido y ahora sólo nos queda ver cómo nos lo demuestran sobre el escenario. Yo por mi parte no tengo ninguna duda de que nos convencerán sobradamente una vez más. Lo dicho: un discazo.
Texto: V
Temas:
01. Tempore Nihil Sanat (Prelude In F Minor)
02. Never Forgive, Never Forget
03. War Eternal
04. As The Pages Burn
05. No More Regrets
06. You Will Know My Name
07. Graveyard Of Dreams
08. Stolen Life
09. Time Is Black
10. On And On
11. Avalanche
12. Down To Nothing
13. Not Long For This World