Así vimos el arsenal rockero del In-Edit Festival 2020

El pasado 8 de Noviembre se puso fin a la edición de 2020 del In-Edit Festival, el ya clásico festival internacional de documentales musicales que este año se hizo online a causa de la pandemia. Antes de que se celebrase, os recomendamos los títulos que eran más acordes a nuestra línea editorial. Así que una vez acabado el festival como hemos dicho, comentamos a continuación alguno de los que hemos podido ver:

Dejando a Jagger y a Richards a un lado, este año el festival le da un papel al líder marginado de los Stones Brian Jones, con este “Life and Death of Brian Jones”.

Danny García nos ofrece un retrato exhaustivo y minucioso del músico británico que también acabó entrando en el club de los 27 muriendo a esta temprana edad. Él fue el primero en poner un anuncio en el periódico de la época diciendo que buscaba músicos para formar un grupo, uniéndose a él Ian Stewart al piano junto a Jagger y Keith Richards. A nivel musical siempre destacó por encima de los demás, era multiinstrumentista pudiendo tocar cualquier instrumento que le daban y de cualquier parte del mundo, ya que siempre le interesó los sonidos de otros países.

Desde el primer concierto del grupo en el legendario Marquee, siempre cobró más que Jagger y recibía el mismo número de cartas que el carismático cantante. Era un gran músico, aficionado al Jazz,Blues y el R&B pero no aguantaba la fama ni la prensa del momento, comenzando así su evasión y gestión de todo eso con las drogas y la bebida que iban aumentando a medida que transcurrían las giras con el grupo, como el vínculo lisérgico que le unía con Bob Dylan.

Un documental completo y detallado a más no poder, pero que a fin de cuentas cualquier seguidor de los Stones es consciente de ello. Lo que nos sorprendió más fue la última parte del documental donde se exponen rumores o leyendas de la verdadera muerte del músico desconocidas por nosotros y que perfectamente podrían pasar como válidas, aunque como se ha visto nunca llegaron a más.

Otro de los títulos de este año era el recuerdo a la carrera de Phillip Lynott, el líder de Thin Lizzy, bajo este “Songs for While I’m Away” de Emer Reynolds publicado este 2020.

En un recorrido cronológico se nos explica la dura infancia de Phil y como acaba en el mundo de la música formando su primer grupo con Eric Bell, primer guitarrista de TL y que también aparece en el documental ofreciendo varias anécdotas y testimonios de aquella época. Como todo el mundo, salieron abucheados porque la gente esperaba al grupo principal y no les llegó el éxito hasta su tercer disco, su aclamado “Jailbreak” y su archiconocida “The boys are back in town”, lo acabaron de rematar todo con su genial directo “Live and dangerous”. Lynott fue un gran frontman durante toda su carrera, siempre con sus poses características y su estilismo bien cuidado.

A nivel personal como decimos se nos muestra a un Phil luchador para conseguir sus objetivos, un “tipo duro” pero con unas letras románticas y expresando todo ese camino que tuvo que vivir hasta donde llegaron (el documental hace un gran tratamiento de las canciones del grupo mostrándonos las letras de los temas más importantes del grupo) . Su época más oscura donde entraron en juego las drogas se pasa muy por encima diciendo que las hubo y poco más. Testimonios de su primera novia, hijas y más compañeros se deshacen en elogios ante el gran músico.

No hay mucho por descubrir en este “Songs for While I’m Away” ya que como decimos se limita a repasar la carrera de Lynott, les gustara a los fans más acerrimos de la banda y a aquellos que están a por uvas y no conocían la historia de uno de los músicos con más clase del Hard Rock.

Lección de historia con este “White Riot” de Rubika Shah editado el año pasado explicando el movimiento “Rock against Racism” de finales de los 70 en Inglaterra contra el National Front.

Se nos explica en primera persona la historia y evolución de este movimiento contra el National Front y los Skinheads en Inglaterra. Se nos detalla la estructura de como estaba organizada RAR y cuanta gente les escribía explicando sus problemas, sobre todo jóvenes contra el racismo y el National Front. El documental no descuida en ningún momento aportar todos los problemas sociales para ver en contexto se movía ese movimiento y como contribuía todo en una sociedad problemática y había que hacer algo para solucionar tantos problemas.

Los estilos importaban bien poco ya que apoyaban a todo esto bandas de Reggae, punk, rock… como The Clash , Colin Prescod o Tom Robinson por decir algún nombre. La organización comenzó con un fanzine para que todo el mundo estuviera al tanto de las noticias del movimiento y de lo que estaba pasando. A lo largo de los años fue mejorando incluyendo mejores artículos como por ejemplo una carta a Eric Clapton que sorprendió a todos apoyando a Enoch Powell que estaba a favor de la supremacía blanca, al igual que Rod Stewart.

Fue tal el apoyo de la gente a lo largo de los años en manifestaciones, artículos, y cualquier movimiento social que además apoyaban con conciertos para dar visibilidad a todos los grupos afines a RAR. Llegando al zenit de su poder de convocatoria con un concierto de 100.000 personas en el Victoria Park de Londres.

Documental denso, complejo y completo… necesario para ser conocedores de lo que pasaba en aquella época y que por desgracia sigue pasando, en menor medida, a día de hoy.

Ya sabemos que la industria cinematográfica pocas veces refleja la “realidad completa” en un biopic musical, tal y como pasó en el de Johnny Cash “En la cuerda floja” (Walk the line), quedando en nuestra memoria la relación final entre Cash y June Carter, llena de altibajos pero que al final acabaron como una pareja feliz. Para llegar ahí, Cash se divorció de su primera mujer Vivian Liberto, quedando en la película como una celosa y engreída y acabando totalmente en la sombra por el romance de los dos músicos que también solucionó el proceso de desintoxicación de Cash.

Así que este “My Darling Vivian” es un documental para explicar la verdadera historia de ese primer matrimonio de Johnny con Vivian, reclamando su papel en esta historia de manos de las 4 hijas que tuvo con el cantante y que se dedican a dignificar la vida que pasó su madre. Vivian nació en Texas, donde conoció a Johnny a los 17 años en una pista de patinaje. Él se tuvo que ir al servicio militar y ahí la relación con Vivian se hace más fuerte y se estrecha mucho más gracias a la correspondencia entre los dos, llegando a las mil cartas en los 3 años que Cash está en Alemania. Rosanne, Kathy, Cindy y Tara nos cuentan detalles sobre esa correspondencia incluso de la invención de las “cartas cassette” que Johnny enviaba a su novia por aquellos días. Como es evidente al volver del servicio militar se casaron y se fueron a vivir a Memphis, donde también estaba Roy, el hermano de éste.

Cash no tuvo suerte como vendedor ya que era pésimo, entró en el taller de coches de su hermano encontrando sus futuros compañeros de banda. En esa época destacaban en Memphis los Sun Studio de Sam Phillips, así que Cash iba allí cada día hasta que consiguieron grabar su primer disco. A partir de aquí el documental nos cuenta el ascenso de Cash hacia el éxito y paralelamente como Vivian tenía que llevar ella sola todo el control de su casa, la educación de sus hijas y una fama que le agobió desde el primer día… aunque lo sobrellevó 13 años que duró su matrimonio siempre estuvo a expensas de los caprichos de Cash como irse a casas cada vez más grandes y apartadas de la civilización, o cada vez que Johnny llegaba de gira traía un animal del que se había encaprichado como un mono o un loro que acababa cuidando ella ya que Johnny se pasaba grandes temporadas fuera de casa.

Fantástico trabajo de documentación escrita y visual de la época que nos ofrecen Rosanne, Kathy, Cindy y Tara para explicar verdaderamente quien era su madre, lo que vivió, como lo vivió y recordar su papel en la vida del hombre de negro de Arkansas.

Hace 50 años en una granja de Monmouth (Gales), los hermanos Charles y Kingsley Ward además de seguir con el legado cuidando la infraestructura y los animales de la granja vieron que podían sacar provecho a la cantidad de espacio que tenían en su granja implantando un estudio de grabación, con la particularidad que iba a ser el primer estudio residencial para músicos. Aficionados a la música por Elvis y por la película “Rock around the clock” los hermanos comenzaron a interesarse por la grabación por tener sus propios temas grabados en algún sitio, yendo incluso a la sede de la discográfica EMI para ver si les podían interesar a alguien.

Como decimos, a partir de allí comenzaron a interesarse por el mundo de la grabación y viendo que tenían espacio suficiente para montar grandes instalaciones que nada tenían que envidiar a los mejores estudios de la época. Así pues los músicos se comenzaron a interesar por aquel recinto tan peculiar que te ofrecía poder grabar tus canciones y al mismo tiempo que te dieran alojamiento completo mientras estabas con los compañeros de tu banda en medio de la campiña galesa viendo a lo lejos vacas lecheras y cerdos.

Con una actividad más que frenética sobre todo en sus primeros años, pasaron por allí los primeros Black Sabbath haciendo retumbar el tejado del estudio de grabación con sus amplificadores a tope y creando desde aquel momento lo que sería el heavy metal. Pudieron ver también como Freddie Mercury acababa Bohemian Rhapsody en una sala que era un establo reconvertido mientras May y Taylor jugaban con un frisbee o como Lemmy llegaba antes que sus primeros compañeros de Hawkind para esconder su arsenal de pastillas.

Multitud de situaciones que nos cuenta más que nada Kingsley, con colaboraciones de su mujer Anne (encargada de la administración del complejo) y su hija Lisa que se encarga de la gestión del estudio. Rush también fueron otros de los rockeros que se mencionan en el documental pero para dar una visión más general de todos los géneros van pasando y hablando más músicos como la gente de Simple Minds, Oasis, Manic Street Peachers o Coldplay.

Otro de los documentales más completos y entrañables de esta edición, confirmando que estos Rockfield no tenían nada que envidiar a los Abbey Road o incluso a unos Sun Studio de Memphis. Por poner algún pero, a nosotros que nos gusta el volumen a tope nos ha parecido que tiene más declaraciones de gente del pop inglés que el rock/metal inglés… ya que hemos visto que pasaron por ahí también Judas Priest, Motörhead o Ian Gillan.

Allison Ellwood nos trae los testimonios de las integrantes de las Go-go’s, el primer grupo formado por chicas en alcanzar el número 1 en Billboard durante 6 semanas seguidas. Originarias de L.A vieron “molona” la escena punk inglesa, querían tocar ese estilo pero pensaban que allí en América no se llevaba… aunque se enteraron que en su ciudad existía una pequeña escena punk más minoritaria. Así que después de buscar a chicas dispuestas a formar una banda de punk, se disponían a solucionar el siguiente problema, que era que no sabían tocar ningún instrumento, cada una se asignó uno y a partir de allí comenzaron su carrera musical.

Al igual que muchas bandas comenzaron tocando fatal, pero con mucha actitud y con ganas de evolucionar se ganaron sus primeros conciertos, los suyos fueron en el Masque de LA y el Whiskey a Go go, teloneando a cualquier grupo que se pasara por ahí. Llegando a compartir escenario con los Specials o Madness. Esa actitud e ímpetu hizo que Ginger, su primera manager, hizo que se fijara en ellas y les ayudase en su carrera como su primer viaje a Londres, la cuna del punk, aún sin muchos temas en su repertorio. A partir de su primer éxito “We’ve got the beat” comenzó a subir su popularidad, apariciones en la tele y aunque tuvieron multitud de cartas de rechazo de sellos discográficos, fuer IRS Records que apostaron por ellas y grabaron su primer disco. Las Runaways estaban copando todas las miradas, pero ellas estaban decididas a triunfar en esta industria dominada por hombres.

Resulta entrañable y emocionante como las integrantes del grupo recuerdan esa época, los cambios de formación que tuvieron que hacer, las giras que ya comenzaban a ser largas y su primera incursión en el mundo de las drogas. Cada paso que daban iban cada vez a mejor, más conciertos, más repercusión con “Our lips are sealed” con video en la Mtv con todo lo que eso suponía, salir en la Rolling Stone en el 81… El dueño de IRS llevaba a The Police, y les pidió a las Go-go’s telonearlas, así que pasaron de tocar en salas a los estadios. Todo eso hizo que “Beauty and the beat”, su primer disco, fuera nº1 en la lista Billboard de USA durante 6 semanas seguidas. Con lo cual hizo que también salieran en “Saturday night Live” para tocar delante de 50 millones de personas, aunque lo hicieran un tanto “perjudicadas” tal y como explicaban entre risas las integrantes del grupo.

Todo lo que sube baja, y tras llegar a lo más alto el agobio se comenzó a hacer más latente en el grupo ya que les tenían programados los dos próximos años con giras eternas y sin tiempo para componer ni grabar nuevo material, así que las drogas seguían aumentando para aguantar toda aquella presión, sobre todo para Charlotte que se aislaba más del grupo. Llegó el problema de los derechos viendo que unas cobraban más que las otras, el sello quería que se dividieran pero Jane Wiedlin no estaba de acuerdo así que después de presentar “Vacation” quedó en que se iba de la banda. Otro de los hitos del grupo fue cuando tocaron en el Rock in Rio del 85, con Queen, Iron Maiden y Ozzy Osbourne.

La parte final del documental vuelve a ser la más cruda con más declaraciones y recuerdos emocionantes por parte de todas, sobre todo por parte de Gina anunciando su problema en el corazón o la carrera en solitario de cada una, aunque vieron que no era lo mismo sin el grupo. Charlotte se fue a una clínica de desintoxicación gracias a la última bajista del grupo Paula Jean y en 1994 se volvieron a reunir hasta el día de hoy. Siguen teniendo grandes reconocimientos como poner sus canciones en “Head over heels”, su estrella en la Walk of Fame o seguir dando conciertos en el Whisky a Go-go como grupo principal. º

De nuevo por poner un pero, las Go-go’s no serían una banda de Rock tal y como pone en la sinopsis del documental (de hecho ellas no lo nombran en ningún momento) , aunque si siguieran el típico estilo de vida – más sobado que una barandilla – de “estrella del rock”, cambiando eso del sexo y rock’n’roll por alcohol y pop-punk…. Y más drogas.