Esta banda de Madrid saca su segundo disco después de de 5 años de la edición de su primer cd “New line system”, aunque entre medio hayan caído un par de ep’s donde han ido definiendo su sonido en una evolución lógica y preciosista.
Juan y el resto de los chicos defienden su música como herencia del metal de los años 80 pero creo que deberían matizar mucho más ya que quizás los riffs de guitarra ochenteros es lo único que hay de esa época primeriza del heavy metal.
Ya que la intensidad, la forma y color de las voces es propia de una banda que ha mamado el metal de los 90 y a bandas muy dispares, donde la voz más melódica y la más agresiva se mezclaban dando contrapuntos alternativos tal como Life of Agony o ya las más modernas bandas de metal core intentan hacer.
Aunque, eso sí, a medida que uno escucha el disco vuelve a encontrar un estilo mucho más amplio, a veces con tintes oscuros que sorprende y agradan.
Los dos primeros temas “In what” y “Old millenium” empiezan con mucha intensidad y energía, aunque ha mitad de las canciones al entrar el punto más melódico en la parte vocal nos retratan perfectamente por donde se mueven musicalmente a pesar de que en ciertas partes la canción sea algo más agresiva y dura, pero quizás excesivamente limpias y perfeccionistas según mi criterio. En cambio el registro de “Oblivion” nos define a otra banda con segundas voces más tirando a la vena melódica y clara de Killswitch Engage y compañía.
Los cambios de estilo en el disco siguen una línea segura, pero a la vez sorprenden como en “Burn the flame” y “Ascent descent” donde la voz femenina toma protagonismo recodando a unos primerizos Lacuna Coil pero mucho más trabajados, haciendo deleitar a todos los sentidos del oyente.
“Shadows” se desmarca totalmente de lo establecido por el resto de temas y todo el grupo se tira más por la vena acústica recordando a los últimos Anathema cosa que veremos repetir con canciones como “Green Fields” y “Raíces” con un ramalazo indiscutible a Opeth en las partes más progresivas de los temas.
A veces puede ser contraproducente el comparar a una banda nacional con otras bandas internacionales más conocidas, pero a veces es una herramienta útil y forzosa, sobre todo cuando Atsphear se mueve y da vueltas por diferentes estilos musicales, supongo que fruto de la diversificación de gustos dentro de la banda.
Estos cambios estilísticos pueden resultar agradables pero a la vez complicados si el oyente no es de amplias miras en los estilos musicales. Para mí su conjunto de influencias se resumen en este disco “Children of the fields” el cual es un perfecto manual de tendencias y estilos de hoy en día, aplicados todos a una sola banda. Una propuesta arriesgada, pero que hay que aplaudir ya que así van escogiendo su propio camino en las sendas musicales de este país y del género metalero.
Eduard Tuset
Temas:
1.- In What?
2.- Old New Millenium
3.- Oblivion
4.- Burn The Flame
5.- Ascent Descent
6.- Shadows
7.- Green Fields
8.- Liberate
9.- Stained Streets
10.- The Chase
11.- Your Smile
12.- Raíces