Han pasado ya unos meses desde la puesta a la venta del DVD-CD “En Clave de Rock”. Con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, ¿qué balance tenéis de este trabajo? ¿Estáis contentos con el resultado? ¿Cambiaríais algo?
Armando: Creo que es uno de los discos (o DVD) tope de nuestra discografía. En vídeo es lo mejor que hemos hecho, sin duda. Da una muestra muy aproximada de lo que es el grupo ahora mismo, pasado por el tamiz de la compañía de la banda sinfónica. Pero también hay una serie de temas que tocamos solos, con lo cual le permite también a la gente escuchar a la banda como suena sola, el Barón Rojo actual. Pienso que es un trabajo muy completo, y ha dado muy buen juego. En ventas de discos, para los niveles que barajamos hoy en día, que son ridículos, dentro de eso ha estado bastante bien. Se ha vendido toda la tirada inicial que se ha publicado y a lo mejor tienen que fabricar más. A nivel profesional, nos ha permitido interpretarlo con diversas bandas locales, en Astorga, Teruel… Hemos entrado en un nuevo campo de cara a las actuaciones en directo, nuevos contextos como es actuar con una banda detrás. Parecía una cosa muy rara, y ya hemos hecho siete conciertos. El balance nos parece súper positivo.
Rafa: Yo es el primer directo que he grabado, y he salido muy contento, hemos plasmado lo que es Barón Rojo y la fusión que ha habido con el tema clásico.
Armando: Gorka y Rafa son unos músicos muy jóvenes, se han enfrentado a una historia bastante compleja, y han estado a un nivel profesional óptimo.
La única pega que hemos leído o escuchado sobre “En Clave de Rock” es la voz de Carlos. Pero lo que nadie sabe es que ese día estaba resfriado, ¿verdad?
Gorka: Sí, estaba constipado.
Rafa: Ya el día anterior en el ensayo no cantaba, sólo tarareaba. Por la mañana se levantó bastante fastidiado. No sabía cómo iba a llegar a la tarde. Creo que al principio del concierto se podía notar un poquito, pero luego cuando se le calentó la garganta, la cosa fue bastante rodada.
Armando: En una situación de estas, que grabas un día, no estás grabando una gira, es muy raro que ese día estés óptimo de voz como no has estado en todo el año. Estás como has llegado a ese día. Aparte, tuvo unos ensayos muy duros, con la banda hasta las cuatro de la mañana dos días, y eso machaca la voz bastante. Pero creo que Carlos es de los cantantes que mejor solventa este tipo de situaciones. He visto muchos grupos que el cantante a la cuarta canción se queda sin voz. Carlos está tres horas dando el callo después de unos ensayos durísimos, y pienso que el resultado vocal es más que aceptable.
¿Qué recuerdos tenéis de aquella noche? Debió ser una auténtica locura de nervios.
Armando: Yo los nervios me los dejé por ahí hace mucho tiempo (risas). Era una sensación nueva, 100 tíos ahí detrás, era sentirte, por un lado arropado, y por otro, que sacar aquello adelante… no es lo mismo tocar cuatro que estamos súper ensayados, que de repente meterte en unos arreglos que era la primera vez que oíamos, intentar conjuntar con eso, intentar adaptarlo al sonido del grupo… eso sí era una cosa bastante compleja. Es una experiencia que hay que pasar, y mucha gente daría gran parte de su vida por haber podido grabar con una banda sinfónica.
Rafa: Hubo un momento en el que pasé bastante miedo. En las Czardas, cuando se pusieron a bailar, menos mal que sólo fue la mitad, la otra mitad se quedó detrás, cuando saltaban yo notaba que el escenario oscilaba 30 ó 40 centímetros hacia abajo. Yo notaba la batería subir y bajar. En el DVD no se llega a apreciar, pero pensé que acabábamos en el suelo.
El que desarrolló una labor más meritoria fue sin duda Gorka, pues llevaba en el grupo sólo unas semanas.
Gorka: Era el tercer bolo, y el primero largo. Habíamos tocado en dos festivales, y al ir con otros grupos fueron tres cuartos de hora, muchos temas los tocaba por primera vez en mi vida. Tuve que estar más concentrado. Disfruté igual, pero había veces que escuchabas un arreglo y decías: ¿voy bien o voy mal? Tenía cierta inseguridad, a veces tenía que pensar un poco. Además era difícil oírse. La batería no la oía igual que un concierto normal, porque había una mampara. Si yo me quería oír más el bajo y me acercaba al ampli dejaba de oír la batería. Pero bueno, las cosa del directo.
Armando: Luego, lo más flipante de Gorka, fue que, después de todo aquello, cuando fuimos a Colombia, en un avión, en la revista de la compañía aérea aparecía él en una foto de aquel concierto (risas).
Rafa: Se volvía todo el mundo: ¡está ahí, el de la revista! (risas)
¿Qué tal la relación con la compañía? ¿Creéis que será posible repetir con ellos la próxima entrega discográfica?
Armando: No. Este ha sido un contrato por un disco, y punto y final. Cuando tengamos alguna otra cosa que ofrecerles, se la ofreceremos. Si se cumplen los objetivos que se habían cifrado ellos con el álbum, igual están abiertos a otra nueva experiencia, pero de momento no hay nada.
Resulta inevitable hablar de los conciertos con la formación original. De momento, el único que llevamos, el de Zaragoza, resultó mejor de lo que algunos esperábamos.
Armando: Y peor de lo que a muchos les hubiera gustado. El viento fue un hándicap tremendo, para el sonido, para encontrarte a gusto en el escenario, y para todo. Aparte de eso, salió relativamente bien, en opinión de casi todo el mundo.
Escuchando el deplorable estado de voz del Sherpa en “El Rock Me Mata”, resulta muy sorprendente la mejora que vimos en Zaragoza. ¿Cuál es la explicación?
Armando: No es lo mismo enfrentarse él solo con la responsabilidad vocal, a tener la ayuda de Carlos y en mucha menor medida la mía. Él se encontraba más relajado, y eso influye mucho. Seguramente cuando sale él solo, tiene una carga de tensión dentro mucho mayor. Eso le crea un stress que no le deja dosificarse. En este caso, sabía que si había algún problema íbamos a estar al quite, Carlos lleva años cantando los temas que cantaba él.
Tenemos la impresión de que los resultados a nivel de respuesta popular no han sido los que algunos se esperaban. De momento los promotores no se están matando para contrataros, y en el único concierto fue menos gente de la prevista.
Armando: Vamos a partir de un base. La formación actual de Barón Rojo tiene una forma de trabajar en la que llevamos un montón de años, sobre unas pautas, digamos, un poco más modestas. Estamos en otro nivel, un nivel muy cómodo, encajamos en un montón de festivales, y muy bien. La formación original se presenta de modo mucho más ambicioso. Encajar ese conjunto dentro de una contratación es mucho más difícil, los presupuestos no son los mismos. No es lo mismo tocar con la formación actual que con la antigua, los costes y los planteamientos son muchísimo más ambiciosos y más caros. Rellenar fechas para una gira de ese estilo, se tarda. Habrá que esperar la respuesta, y que se vayan animando los promotores. También pueden haberse creado unas expectativas que luego no se corresponden con la realidad. Puede ser que al final hayan sido más el ruido que las nueces. Estamos todavía un poquito en ello.
¿Qué expectativas teníais vosotros? ¿Se han correspondido con lo esperado?
Armando: Hombre, siempre esperas más. También estamos en una muy mala época, con crisis económica que se nota a todos los niveles, y eso pienso que está incidiendo en la repercusión de la gira de la formación original. Tampoco hay que descartar que tanta gente que gritaba a los cuatro vientos la reunión… a la hora de ponerla en práctica y en venta de entradas, luego no se corresponda con las expectativas creadas. Y habrá que asumirlo si pasa. Cuatro conciertos muy majos, y ya está.
Las especulaciones sobre una reunión definitiva y no puntual se dispararon desde lo de Zaragoza. Sin embargo, la realidad es otra.
Armando: ¿Y estos señores a dónde les mandamos? ¿A Nigeria? (risas). Esto es un hecho motivado por, primero, hay mucha gente que no vio al Barón Rojo de los 80 y que deseaba verlo, teóricamente. Luego a lo mejor son cinco gatos, supuestamente había un montón de gente. Se trataba de dar satisfacción a toda esa gente. Y luego, segundo, biológicamente, los cuatro barones originales vamos entrando en unas edades que, si esperas mucho tiempo a que eso ocurra, luego a lo mejor no llega a ocurrir nunca. Son cosas que empujaban para que hiciéramos algo para que esa reunión quedara allí. Ahora, hacerla de forma definitiva, en nuestros planteamientos nunca ha entrado, sino hacer una cosa coyuntural, bonita, emotiva, bien ensayada y todo lo que se quiera, pero una cosa transitoria. Nuestra realidad ahora mismo es Barón Rojo con Gorka y con Rafa y por eso apostamos fuerte. Lo otro, es un evento especial, algo que soñaban muchos rockeros, teóricamente. Vamos a ver qué es lo que da de sí.
Después de dos discos en directo, el próximo tendrá que ser sin duda uno en estudio con temas nuevos. ¿Cuánto creéis que puede tardar? ¿Tenéis nuevas composiciones?
Armando: En principio habría que esperar a que se resuelva la gira de la formación original. Cuando de un modo o de otro finalice, será el momento de acometer el nuevo proyecto de Barón Rojo en su formación habitual. Todo apunta a que serán temas inéditos. Temas hay, pero no que estén ensayados.
¿Hay algún tema nuevo de Gorka o de Rafa?
Gorka: Soy de la opinión de que el que haya estado en el grupo 30 años tiene el norte bien claro
Rafa: Yo soy batería, yo no pienso (risas). Sabemos que si en un futuro damos ideas y gustan, serán aprovechadas. Pero componer no compongo, con Easy Ryder sólo compuse una letra.
Armando: Creo que a veces hemos pecado de dejar entrar ideas que han desviado la línea de lo que era una grabación de Barón Rojo, haciendo perder un poco el norte y la idea básica de lo que era el grupo. A veces esos temas incluso han sido los que más han llamado la atención. Es una aportación, pero Barón Rojo es sobre todo una trayectoria. Tiene una línea en la que, a lo mejor, determinados temas y determinadas maneras de ver el rock, muy válidas y muy positivas, no encajan en la línea de Barón Rojo. Tienden a ser contraproducentes porque despistan. Personalmente no quiero que vuelva a pasar. La línea de Barón Rojo es una línea muy clara, con todos nuestros errores o con todos nuestros aciertos. Además es curioso, luego la mayoría de los disk-jockeys, no sé si por tocarte los cojones, ponen el acento justo en los temas que digo.
Gorka: Todos los grupos tienen un tándem. Judas Priest, por ejemplo, dos guitarras y el cantante, ese es su sonido, y el sonido hay que respetarle. El problema de los músicos es que van a un sitio con una idea y luego quieren hacer otra. Esto tiene una línea, yo no voy a ser el que la rompa. Yo lo entiendo, eso hay gente que a lo mejor no lo entiende. No tengo ningún problema de ego, yo estoy en Barón Rojo y quiero que suene a Barón Rojo, y quien tiene que hacer los temas es quien ha llevado la línea, no yo. Como dice Armando, el rock es muy amplio y se puede desvirtuar. Para estar en un grupo con Barón Rojo hay que respetar los temas clásicos, sonar a como eran, tienes que ceder un poco, cada uno tiene su estilo, pero respetando como sonaban. Y con los temas nuevos, igual no te estás dando cuenta de que puedes romper esa línea. Tiene que haber alguien que sea el que corte el bacalao, pero con un total entendimiento. A todo el mundo se le ocurren temas, pero para eso grabo un disco yo solo, esto es Barón Rojo. Puede sonar empresarial, pero yo lo entiendo.
Rafa: Pero no es algo que funciona así sólo en Barón Rojo, en Easy Ryder componían los guitarras aunque yo podía dar mis ideas y hacer mis temas de batería. Los que saben cómo debe ir el tema en Barón Rojo son Carlos y Armando.
Habéis grabado con una orquesta sinfónica, grabasteis un disco de versiones, hace mucho un disco en inglés… ¿cuál podría ser el próximo reto de Barón Rojo?
Armando: Tenemos una cierta cartita guardada en la manga, pero todavía no es el momento de desvelarla, hasta que la cosa no esté todavía más concreta.
Gorka: De todas maneras, sacar cualquier tipo de disco ahora mismo es un reto.
Vamos a haceros un par de preguntas de tipo personal. ¿Os han salido heavies vuestros hijos?
Armando: Uno de ellos sí ha salido heavy, los demás no mucho. Ha salido músico, tiene su grupo y sus derroteros musicales no son muy, muy heavies, pero sí, es un músico rockero. El resto de la descendencia, no. Lo mira con curiosidad, con simpatía, pero no han salido por ese lado. Los de Carlos, tampoco. Les gusta venir a nuestros conciertos, pero no lo sienten como algo suyo.
Gorka: En casa del herrero…
Aparte de la música, ¿qué otros trabajos habéis tenido a lo largo de vuestra vida?
Armando: Aparte de la música, soy un pequeño, un mínimo empresario del sector del transporte.
Gorka: Prácticamente en la música siempre.
Rafa: Yo empecé en un estanco, he estado en una joyería, en una tienda de rol, también de mozo de almacén, y como encargado en una empresa de geotecnia, de estudio para edificación y carreteras. Empecé como un mindundi, y acabé siendo el encargado en seis años. Ahora con Barón y esperando a ver si me llaman de algún lado para trabajar por las mañanas.
Armando: lo que intentamos siempre todos los músicos es vivir de la música, y estamos siempre entrando y saliendo. Igual hay épocas en las que puedes vivir de la música y épocas en las que no.
Existen versiones en inglés de las canciones de “Larga Vida al Rock And Roll” y “Metalmorfosis” que nunca se grabaron ni se editaron. ¿Alguna vez habéis pensado en grabarlas? Con la excusa del 30 aniversario tenéis la ocasión perfecta.
Armando: De “Larga Vida al Rock and Roll” se hicieron adaptaciones para tocar en Inglaterra, en la primera gira, pero en ningún momento fueron con ánimo de ser grabadas. Al ir a Inglaterra, quien nos llevó nos dijo que había que dar un poco de cuartelillo al tema del inglés, incluso al principio nos llamaban Red Baron, nos decían que metiéramos letras en inglés de vez en cuando. Se hicieron, pero no para que fueran grabadas. Sí las de “Metalmorfosis”, se iban a grabar, pero no hubo pasta ni ánimo por parte de la compañía. Carolina se hizo un curro gordo para nada. No creo que nunca lleguen a ser grabadas. Recuerdo que por ejemplo, “Invulnerable” se llamaba “White Do Men”, y “Rockero Indomable” se llamaba “Headbanger”.
¿Qué os ha hecho el L.P. “No Va Más”? En los dos últimos directos vienen representados todos los discos menos ese. Nunca tocáis ninguno de sus temas.
Armando. No hay consenso en el tema a seleccionar. Carlos y yo no nos ponemos de acuerdo en el más adecuado. Algún día habrá que afrontarlo.
¿Hay algo más que queráis decirles a nuestros lectores?
Armando: Que gracias por interesarse por nosotros. Si habláis de nosotros es porque creéis que a los lectores les interesamos. Seguimos ahí currando, y esperamos seguir formando parte del panorama musical para poder seguir saliendo en vuestra web mucho tiempo.
Rafa: Un saludo y larga vida al Rock and Roll.
Andrés Horrillo y Nacho Jordán
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