Tras la reciente edición de “Las aventuras del Baron”, ese doble CD + DVD recopilatorio que vio la luz con motivo de la celebración del 25 aniversario de los madrileños, la banda vuelve a la carga con “Últimas mentes” para demostrar que siguen más vivos que nunca.

Baron Rojo, que debutó discográficamente en el año 1981 con el histórico “Larga vida al rock and roll”, que despuntó con aquel más que aclamado “Volumen Brutal” (1982) (disco que les llevó a Inglaterra y que fue publicado en inglés), que supo mantener el nivel con “Metalmorfosis” (1983) y aquel “Casi me mato” que todos los jóvenes de la época conocieron, evidentemente ya no son lo que eran.

Los Barones que fueron capaces de parir discos como “En un lugar de la marcha” (1985), del cual se exprimió hasta la saciedad en todas las radiofórmulas del país aquel “Breakthoven”, el himno a la guitarra “Cuerdas de Acero” y el más que famoso “Hijos de Caín”, poco se asemejan a los Barones de hoy.

Y es que lo cierto es que Barón Rojo cerró su etapa de crecimiento en el año 1987 con el dudoso “Tierra de Nadie”, disco incomprendido y que con la pretensión de acceder a un sonido más comercial se convirtió en el álbum que abriría el principio del fin de su carrera. Ese “No va más” (1988) y aquel “Obstinato” (1989) fueron pobres intentos por aguantar algo que hacia años que hacia aguas y así fue como, finalmente, Sherpa y Hermes Calabria abandonaban la banda y cuando se vaticinó la extinción de la misma.

A partir de entonces podemos hablar de la segunda vida de Baron Rojo con “Desafio” (1992), “Arma Secreta” (1996), “Cueste lo que cueste” (2000), “Perversiones” (2003) y ahora este “Últimas mentes” (2006) que demuestra que, pese a haber perdido prácticamente la totalidad del sonido clásico de Barón Rojo, los hermanos De Castro siguen al pie del cañón haciendo lo que mejor saben hacer que es rock and roll.

“Últimas mentes” aporta un par de novedades importantes. En primer lugar el retorno de José Martos a la batería y, en segundo lugar, la participación en la composición del ya clásico bajista Ángel Arias. En esta ocasión, y por primera vez, podremos oírle cantar en “Nada que hablar”, un tema muy rocanrolero que resulta bastante pegadizo.

Lo cierto es que a estas alturas de la película el lector debe tener claro que ya no podemos esperar discos similares a los primeros de su carrera y los que les hicieron llegar a la fama pero, tampoco hay que engañarse, este disco es una buena pieza de rock y si lo enfocamos así es muy probable que la opinión del plástico sea mucho más generosa y se disfrute mucho más.

El disco arranca con una mini instrumental “Primeras mentes” a la que le sigue “Al final perderás”, tema de denuncia acerca de la corrupción que, además, te ofrece la posibilidad de bajártelo vía politono enviando un sms. Lo que más gracia me hace es la insistencia con la que los Barones reivindican y defienden su postura de roqueros. Es el caso de “El hombre de las cavernas”, bastante pegadizo, (“ yo no hago vida moderna, soy del jurassic park”) y “Leyenda Negra” (“hago siempre lo que quiero, vivo como un animal y aunque no tengo dinero yo soy de fuego y de metal”), tema bastante aburrido.

“Tu infierno” , junto a “El porvenir, un castigo”, son las piezas más duras del disco. Piezas rápidas y realmente heavys que gotean algo de los viejos tiempos y eso se agradece. Lo mismo pasa con “Rock and Roll Gang”, tema compuesto por Carlos de Castro y que me recuerda a ese “Sombras en la noche” del “Tierra de Nadie” (1987). Un tema dedicado a los que luchan por sobrevivir en el mundo del metal “sobrevivir para tocar nunca fue fácil y habrá que luchar” y se ha convertido en uno de mis temas favoritos del disco.

“Caballo desbocado” bebe directamente de la guitarra del Sr. Young (AC/DC) y lo que más destaca es el contenido de la letra anti-droga que nos habla del problema de los pastilleros “ese caballo desbocado reventará tarde o temprano”.

Por otra parte, opino que hay algún tema que, directamente, sobra. Son los temas cantados por Armando de Castro, grandísimo guitarrista pero mediocre vocalista que, además, protagoniza los cortes más aburridos del disco como es “En el centro de la tierra” (con frases tan “impactantes” como “el centro de la tierra puedo alcanzar viajando por el mundo del heavy metal (¿?)) y la balada “También por ti” (que también podemos bajarnos como politono).

Como conclusión, y como apuntaba al principio, si juzgamos el disco como Baron Rojo y lo comparamos a las viejas piezas que les hicieron tan grandes, este “Últimas mentes” no supone nada significativo en su carrera y puede pasar completamente inadvertido. Ahora bien, si lo tratamos como un disco de rock, entonces el disco merece una puntuación notable y el reconocimiento de que 25 años más tarde una de las bandas más luchadoras de la escena se empeña en seguir creando nuevo material cuando muchos otros deciden vivir de su pasado.

¡Ánimo Barones!

Marcel.lí Dreamevil

Temas: 1. Primeras mentes, 2. Al final perderan, 3. Hombre de las cavernas, 4. Tu infierno, 5. Nada que hablar, 6. Rock’n’roll gang, 7. Caballo desbocado, 8. Leyenda negra, 9. El porvenir, un castigo, 10. En el centro de la tierra, 11. Siervo de la confusión, 12. También por ti, 12. Ultimasmentes.