Los polacos no pierden el ritmo… 8 discos a sus espaldas y siguen innovando y dejándonos boquiabiertos. Como casi todas las bandas de metal extremo, comenzaron creando un black metal muy crudo pero pronto tomaron los caminos del death metal, creando así un híbrido de ambos géneros que mezclaba la oscuridad del black con la brutalidad del death.

El 2004 con Demigod marcó un antes y un después en su carrera musical, siendo uno de los discos más aclamados por sus seguidores. Behemoth había encauzado su estilo con un sentimiento apocalíptico gracias a la inclusión de elementos como trompetas y melodías arabescas que supuso una innovación bastante inalcanzable para otros.

Siguiendo por esta nueva línea surgió The Apostasy, aunque buscando ser mucho más técnicos y con más elementos progresivos (con la inclusión por ejemplo, de Warrel Dane en uno de los temas, más medios tiempos…). Este disco fue más bien de experimentación, que requería pulir algunos matices. El asentamiento ha venido de la mano de Evangelion y es que Behemoth sí que sabe cómo combinar la crudeza con los pasajes atmosféricos sin perder un ápice de fuerza. Muchos son los que mencionan a Behemoth como uno de los estandartes del death metal, pero hay algo en ellos que no los puede hacer equiparables a bandas como Nile (que compositivamente comparten muchos rasgos) y es esa raíz black metal que lleva intrínseca en su música, no sólo por su temática satánica, sino por muchos riffs únicos de este género.

Para comenzar señalaremos el cambio en la producción, Behemoth siempre ha grabado con Regain Records, pero con este nuevo disco han probado suerte con la enorme Nuclear Blast, que ha sabido realizar un gran fichaje porque los polacos están en su mejor momento. Todos sentimos miedo por esta noticia, ya se sabe de qué adolecen las bandas de metal extremo cuando fichan por grandes discográficas… pero en este caso esto sólo ha servido de trampolín para sacar mayor partido a ese derroche de creatividad artística que tienen.

Si seguimos por el art work, Behemoth no ha roto con la tónica de sacar a un personaje en el medio de la carátula, como ha hecho normalmente con sus anteriores discos, la novedad es que frente al juego de colores (algo que siempre ha resultado muy llamativo y atrayente de sus discos) la portada es en blanco y negro. Este cambio lo considero símbolo de novedad, que iremos viendo más adelante. Innovando y sin perder ese carácter solemne que acompasa tan bien con su música, le doy un notable alto a la portada.

La novedad de Evangelion es el gran contraste de sonido de este álbum respecto a otros y que ya son técnicos a más no poder. Mientras que Demigod consiste en un torrente de sonidos, velocidad y voces con el principal rasgo de la distorsión creando un efecto de puro infierno, aquí se busca más la sobriedad técnica. Menos distorsión en la voz y muchas más guitarras limpias, sin olvidar la aparición unos solos (no muy virtuosos, pero que encajan perfectamente en los temas) que podemos encontrarnos como en “Shemhanforash” que son simplemente soberbios.

Menos arreglos y menos sintetizadores no son más que el resultado de la búsqueda de ser más épicos. Por otra parte he de admitir que Demigod conseguía ser un disco más redondo y envolvente, necesario de ser escuchado de principio a fin y sin quitar ni un solo tema, mientras que Evangelion peca de ser un disco con temas más dispares rompiéndose así el efecto que tan bien producía Demigod.

Cabe destacar además la batería con Inferno, que domina el blast beat como pocos. Sí que es cierto que encontramos muchos más medios tiempos produciéndose así un disco más lento, pero minimizar la velocidad no significa perder en calidad, porque todo lo que podemos encontrarnos se nota que está bien pensando y que la calidad de este batería ha mejorado con el paso del tiempo. Precisamente Behemoth puede presumir de ser una de las mejores bandas en la base rítmica, con una técnica espectacular que enriquece cada uno de los temas.

El disco se inicia con “Daimonos”, así como “Shemhamforash” siguiendo con la temática del thelema a la que ya nos tienen acostumbrados, son dos temas que abren boca, siendo de los temas más cañeros del disco y que recuerdan bastante a discos anteriores. El single “Ov Fire And the Void” y su inicio con esas guitarras y ritmos de batería son un genial preludio para uno de los mejores temas del disco, con un deje de oscuridad y melancolía que deja perplejo a quien lo escucha.

Curiosamente cuando escucho “Alas, the Lord is Upon me” o “Lucifer” (como curiosidad, la inclusión en este tema del cantante polaco de Homo Twist, Maciej Malenczuk, el cual canta rap) no puedo evitar que me recuerden a la última etapa de los franceses black metaleros Deathspell Omega o incluso a Marduk en sus temas más ambientales gracias a voces alegóricas de ultratumba o el uso de la guitarra acústica y es que repito, Behemoth bebe mucho de este estilo en cuanto a pasajes nos referimos. Por eso entiendo que los seguidores más acérrimos del death metal puedan encontrar estos temas demasiado “light” o aburridos, pero es algo que Behemoth en el fondo siempre ha perseguido y lo consiguen rozando la perfección.

Para concluir no me queda más que dar mi enhorabuena a Behemoth por seguir en tan buena forma y regalar a nuestros oídos una música infernal digna únicamente de ellos. Evangelion es sinónimo de madurez y continuar desarrollando una personalidad única e inigualable. No considero que rebasen al Demigod, pero por ahí andan. Un sobresaliente por ellos.

Esther Villardón

Temas:
1. Daimonos
2. Shemaforash
3. Ov fire and the void
4. Transmigrating beyond realms ov amenti
5. He who breeds pestilence
6. The seed ov I
7. Alas, Lord is upon me
8. Defiling morality ov Black God
9. Lucifer