Beth Hart – 5 de Noviembre’18 – Teatro Nuevo Apolo (Madrid)
Como era de esperar, dos años sin venir siendo su última aparición en un festival se traduce en dos sold out’s de tres fechas para esta gira, está claro que había ganas de Beth Hart en sala, qué digo sala, teatro nada menos.
Texto: David Aresté
Fotos: Susana Manzanares
Aunque su último disco sea “Front and center (Live from New York)” (y con otro en camino a final de mes) y el disco de versiones con Bonamassa (que ese – por desgracia – no podía presentar ya que no venía con él), la última referencia en estudio
Así que poco importó que fuese un lunes, o que se añadiese la lluvia a la fiesta, la gente ya estaba esperando en las puertas del Nuevo Apolo para coger su sitio y que le abrieran en canal su alma de la forma que pocos seres tienen el don de hacer, y la señorita H(e)art es una de ellas. Entrada fluida en los tres espacios para el público que al son de los Vintage Trouble y demás clásicos del blues y el soul por los altavoces hicieron la espera más amena mientras veíamos el escenario tan coqueto y elegante que habían preparado con velas y alfombras.
Con todo el mundo ya en su sitio y tras la bienvenida del teatro por los altavoces, que nos dijo también que no podíamos grabar durante todo el concierto, fue apagarse las luces y aparecer los primeros flashes de móvil para grabar la intro del show (además de otras partes durante toda la noche), un hecho anecdótico que nos plantea que si esos no oyeron el mensaje o hacían para no oírlo… allá cada cual, pero sin duda fue algo destacable para un público que va a un teatro. Tras una entrada en falso provocando que esa grabación no saliera bien, Beth Hart salió por fin al piano para interpretar «Baddest Blues» y ya dejarnos con la boca abierta.
18 temas previstos que finalmente se quedaron en alguno menos, fueron los culpables de quedarnos absortos viendo como Beth hacía y deshacía, subía y bajaba, graves, agudos, tocaba el piano, es igual… ya que todo lo hacía más que bien. Como era de esperar todo el peso del repertorio cayó en “Fire on the floor” y en hacer versiones (dos de Etta James, una de Randy Weeks y otra de Melody Gardot), para luego repartirse en otros discos. Así que tuvimos las nuevas “Baby shot mew down” o la propia “Fire on the floor”, “Can´t let go” de Randy Weeks o la vitoreada e intensa “If I tell you I love you” de Gardot que fue celebrada por todo el recinto… por seguir con la muestra “Mama this one’s for you”, “Easy”, “Bang bang boom boom” o “Nutbush” o “Delicious surprise” por decir alguno como decimos.
Una Beth desgarradora, brillante, que deshace en elogios hacia su madre y que no tiene problemas en referenciar su etapa más truculenta estuvo acompañada por Jon Nichols a la guitarra que si se marcó algún que otro solo, Bob Marinelli al bajo más en segundo (o tercer plano) y dando a los timbales el grandullón y sonriente Bill Ransom. No hizo falta más para una Beth que con un vestido sin pretensiones, descalza y un piano sacó su torrente de voz que no flaqueó en ningún momento para dejarnos sin habla.
De otro planeta, como siempre. Para la próxima que se traiga a Bonamassa y que se pare el mundo.
Texto: David Aresté
Fotos: Susana Manzanares