¿Qué pasaría si se dedicasen a hacer canciones propias? ¿Qué saldría de este dúo? Estas son dos de las varias preguntas que me surgen cuando escucho los trabajos de Beth Hart y Joe Bonamassa. Considero que dos músicos tan talentosos deberían dar rienda suelta a su calidad a su creatividad con temas propios, aunque estos tres trabajos que nos han dejado de versiones sean tres maravillas, disfrutables al máximo y con calidad sobrada.
Belch
En el caso de Black Coffee, destaca por la más que acertada selección de temas, ya no enfocado a que el guitarrista destaque, sino dando mucho protagonismo a la voz de la talentosa Hart. Por momentos abandonan el blues y la poderosa voz rasgada y poderosa, para regalarnos más canciones soul, donde la vocalista utiliza su voz de forma más melosa, con muchos matices, y creo que el paso es más que acertado. Ya no son canciones para Bonamassa cantadas por una mujer, sino canciones en las que el conjunto es muy bueno.
Eso no quita para que el virtuoso guitarrista tenga momentos de lucimiento, ya que tenemos solos muy buenos, ya no en lo técnicos, sino en el rollo, en el feeling que le saca este hombre a las 6 cuerdas. Pero lo que sí está claro que ya no es lo predominante. Entran muchos más factores. No solo la voz de Beth, sino una “big band” de fondo en los temas más bluseros metiendo vientos en su justa medida como en Give It Everything You Got dándole un aire más funky y alegre a los cortes.
Haciendo un repaso a los cortes que vamos a encontrar, empiezan con el anteriormente citado Give It Everything You Got, corte original de Edgar Winter al que le han dado toques de blues y funky, dejando un corte muy divertido pero que no es excesivamente representativo de lo que vamos a encontrarnos y que lleva la contraria a todo lo escrito anteriormente. Es la canción donde Beth Hart es más agerrida, poderosa, etc. recordando a sus actuaciones míticas de los 90. Continúan con Damn Your Eyes, un blues lento, con voz de soul con la que muchos que no la conozcan se enamorarán de la vocalista. Una canción que bien podría valer para BSO de James Bond, pero que rebosa calidad, sensualidad, inspiración. Podrías ser la versión que más me gusta de estos tres trabajos de estudio.
Black Coffee, una grandísima versión a lo Black Crowes del clásico de Ika y Tina Turner, que le sienta como un guante a Beth, sacando esa voz negra que atesora en la que destacan unos coros en el estribillo realmente inspirados.Otro de los grandes aciertos es Lullaby Of The Leaves, cuyo original nos regaló Ella Fitzgerald allá por los años sesenta, y en la que respetan bastante la original, manteniendo este espíritu jazz y soul, un tanto modernizado en cuanto a sonido, pero manteniendo la esencia. Y es que si una canción es buena, no tiene sentido hacer experimentos extraños y así la han enfocado con mucho acierto.
Why Don’t You Do Right sigue un poco la línea del corte anterior, aunque este caso a ritmo de swing, y con la big band dejando unos arreglos realmente inspirados. En este corte Bonamassa desaparece y deja todo el protagonismo a la vocalista y la banda, solo diciendo el aquí estoy yo, con el tremendo solo, quizás hasta sorprendentemente rockero pero que no desentona en absoluto. Cuando parece que no pueden sorprender más, aparece Saved para volver a las raíces del guitarrista neoyorquino ya que el country fue su música de cuna. Al country le añadimos el ritmo rockabilly, y da como resultado una canción para bailar y que dará juego en los futuros conciertos del dúo.
Una de las sorpresas, antes incluso de escuchar el tema, era saber que iba a aparecer el clásico de blues titulado Sitting On Top Of The World de Doc Watson y que muchos recordarán por la maravillosa versión que hicieron Cream. Nada más verlo me imaginé cómo sería este corte con Bonamassa dándose rienda suelta y la verdad que aquí pasa un poco de la banda y reclama su protagonismo para dejar claro que es un guitarrista tremendo y de paso hacer una más que digna versión.Tras estos cortes que no han dado un chute de adrenalina, nos bajan las pulsaciones y nos hipnotizan con el machacón y altamente repetido riff de Joy, que vio la luz gracias a Lucinda Williams. Quizás sea el tema que menos me ha apasionado en relación con la sobrada calidad del conjunto de este Black Coffee.
Para acabar, otras dos grandes cover. Por un lado, Soul on Fire, un blues, otra vez con voz muy soul y no tan rota como nos tiene acostumbrados, y en la que la banda lleva el peso, dándole fuerza y haciendo correr el tema como debe. Por otro lado, tenemos la seductora Addicted que, si bien no es el mejor corte, deja un gran regustillo y tiene esa melodía que no te esperas pero que se te adhiere y no sabes muy bien el motivo.
El disco es muy bueno, cosa que sobra decir con las dos bestias que le dan nombre. También se agradece que nos recuerden e incluso nos enseñen clásicos y temas que no debieran caer en el olvido. Otro aspecto positivo es que las versiones las hacen como les apetece, respetando o no a la original, remozándolas y dándoles un aire nuevo, quizás incluso actual, que puede encajar con un público más joven. Sin embargo, y como digo al principio, ¿soy el único que quisiera un disco suyo con composiciones propias? Seguiremos esperando.
Belch
Temas:
1. Give It Everything You Got
2. Damn Your Eyes
3. Black Coffee
4. Lullaby Of The Leaves
5. Why Don’t You Do Right
6. Saved
7. Sitting On Top Of The World
8. Joy
9. Soul On Fire
10. Addicted
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