Escribir sobre Black Star Riders es hacerlo sobre la faceta más valiente de Thin Lizzy. Con Heavy Fire, el tercer álbum desde que Scott Gorham se lo jugase todo a una carta en un no tan lejano 2012, los americanos se consolidan como grupo de referencia dentro del sonido del que son continuación lógica. Ahora bien, a pesar de que los orígenes son innegables, no quiero llevarles a error. Aunque estamos en un tiempo en el que lo más común es ver a carrozas reviviendo sus días de gloria gracias a un proceso de repetición que raya en el hartazgo, en esta ocasión hay más ingredientes aparte del hard rock que nos hacen situarnos ante algo distinto a lo esperado.

Sara J. Trigueros

Black Star Riders, sin llegar a poder considerarse un supergrupo, están cerca de serlo. El 60% de sus componentes vienen de Thin Lizzy y de su decisión de formar Black Star Riders para dar salida al material nuevo. El otro 40% está repartido entre Robbie Crane y Jimmy DeGrasso, procedentes de bandas como Lynch Mob o Sucide Tendences, respectivamente, lo cual ya es decir bastante.Heavy Fire se abre con un tema homónimo prometedor, de guitarras «motleycrueianas» y con un Ricky Warwick que imprime una voz personal alejada de imitaciones. De alguna manera, la búsqueda de equilibrio entre el momento presente y el lugar de procedencia es el eje sobre el que bascula todo el disco, como demostraba el «When the Night Comes In» que servía de hit previo al lanzamiento oficial, donde sobresalen las mismas características.

No encontramos el punto de inflexión hasta el tercer tema, «Dancing with the Wrong Girl», donde se mira hacia el rock alternativo de finales de los 90. En esta sonoridad que recuerda a los Foo Fighters de One by One (y que volveremos a encontrar en «True Blue Kid» y «Letting Go of Me») quien ha imprimido su huella es probablemente es el productor Nick Raskulinecz, que no en vano fue productor también no ya de aquel álbum, sino de otras bandas en la misma cuerda como Rush o Alice in Chains. «Who Rides the Tiger» mantiene el espíritu noventero, pero dejando espacio a unos solos agresivos y raudos que no serán, ni mucho menos, la tónica del trabajo.

Llega el momento de decelerar con la melódica «Cold War Love», seguida de una «Testify or Say Goodbye» tres cuartos de lo mismo (al igual que, algo más adelante, en la ya mencionada «True Blue Kid»). En este doblete está muy presente una base rítmica más hardrockera de lo que veníamos escuchando minutos atrás, espacio en el que mejor se defienden, pero que saben mantener acertadamente a raya para no saturar al oyente. Contrastando con la tranquilidad con la que se pasa el ecuador de Heavy Fire, Robbie Crane firma las mejores líneas del bajo en «Thinking About You Could Get Me Killd», sólo ensombrecidas por los pegadizos riffs.Para dar comienzo a la recta final, Black Star Riders realizan un personal homenaje a The Beatles en «Ticket to Rise» cuyo estribillo le debe a «Ticket to Ride» algo más aparte de las entradas y donde, de nuevo, Crane —esta vez junto a Jimmy DeGrasso— se encarga de marcar el ritmo de baile. Retoman así un ambiente algo festivo que da pie a cerrar el disco con «Letting Go of Me» y los ánimos bien arriba.

Con 10 temas y poco más de 40 minutos, Black Star Riders cierra un trabajo no muy distinto a su anterior The Killer Instinct (sí quizá a aquel primer All Hell Breaks Loose), pero que sirve para consolidar una carrera que merece la pena seguir de cerca.

Sara J. Trigueros

Temas:

Heavy Fire
When the Night Comes In
Dancing with the Wrong Girl
Who Rides the Tiger
Cold War Love
Testify or Say Goodbye
Thinking about You Could Get Me Killed
True Blue Kid
Ticket to Rise
Letting Go of Me

Web: http://blackstarriders.com/

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