Entrañable noche para el recuerdo la vivida en la Sala Apolo de Barcelona, por diversos motivos. El primero y más obvio fue el retorno de los siempre queridos Blackberry Smoke a la ciudad condal, esta vez a una sala Apolo que presentaba una entrada más que generosa. La segunda razón fue porque este concierto estuvo oficialmente dedicado a la figura del malogrado promotor de conciertos Javier Ezquerro, fallecido el verano pasado. Los de Atlanta eran una de sus bandas favoritas y se aprovechó la ocasión para rendirle un bonito y merecido homenaje.
Texto y Fotos: Edko Fuzz
La velada empezó con la descarga de Biters, una banda también de Atlanta pero que poco o nada tiene que ver estilísticamente con las estrellas de la noche. La banda liderada por Tuk Smith practica una especie de mezcla bizarra de glam rock puro de oliva setentero a lo T-Rex y Thin Lizzy, y lo mezcla con altas dosis de New York Dolls o Hanoi Rocks que da como resultados canciones que son pura dinamita. Desde la festiva "Restless Hearts" con la que empezó su concierto, la banda no dio tregua.
El próximo mes de Mayo Biters editan el que será su tercer trabajo y aprovecharon la ocasión para presentarnos algún que otro tema nuevo como "Stone Cold Love", combinándolos con otras perlas de su adictiva discografía. La banda tiene la perfecta mezcla de imagen, actitud y canciones para convertirse en un auténtico referente en el género. Cuentan sus canciones por himnos que normalmente suelen hacer referencia a la iconografía rocanrolera más descarada y son el perfecto ingrediente para hacer volar cualquier fiesta por los aires. Ahí están títulos como "Heart Fulla Rock ‘n’ Roll" o "1975", el torpedo con el que se despidieron tras una breve pero convincente actuación. Gran aperitivo.
Justo antes de que Blackberry Smoke subieran al escenario, un par de los mejores amigos de Javi Ezquerro hablaron para el público en un breve pero emotivo homenaje a la figura del fallecido promotor que fue un gran detalle y dejó las cosas en bandeja a los de Atlanta que atacaron con "Payback’s A Bitch" para delirio del respetable.
Blackberry Smoke son el tipo de banda que depara pocas sorpresas. No demasiado activos sobre las tablas, estos cinco fueras de serie dejan que sus instrumentos y canciones hablen por ellos, y esta vez no fue excepción. Con un sonido cristalino, potente y perfecto, la banda desgranó perlas de varios de sus discos como "Six Ways to Sunday", "Good One Comin’ On" o "Up In Smoke" con el público coreando los temas sin descanso.
La excelencia y profesionalidad de Charlie Starr y sus secuaces queda fuera de toda duda cuando son capaces de sonar contundentes como en la maravillosa "Waiting for the Thunder", cachondos en "Rock N Roll Again" o intimistas y preciosistas en "The Whippoorwill". Y es que cualquier banda que cuente con un fuera de serie como Paul Jackson a la guitarra y las voces ya tiene la mitad de la partida ganada. El resto de la banda no le va a la zaga, aunque llama la atención la eterna pose de forajido con ganas de estar en cualquier parte del bajista Richard Turner.
Es de justicia señalar que cuando la banda se intenta convertir en una jam band ("Sleeping Dogs" convirtiéndose en "Your Time is Gonna Come" y "Black Dog" de Led Zeppelin) la cosa no acaba de brillar del todo, especialmente porque Starr se empeña en acaparar todo el protagonismo en vez de intentar intercambiar solos de guitarra con Jackson o dejar que otros miembros del combo se luzcan. Pero eso no es si no una pequeña isleta en un mar de virtudes donde lo que brillan son las canciones como "Like an Arrow", "Shaking Hands With the Holy Ghost" o la aclamada "One Horse Town", que ya es por derecho propio uno de los momentos álgidos de sus shows.
Tras un interludio en que el respetable se volvió loco gracias a un resultado de un partido de futbol, Blackberry Smoke volvieron a tomar el escenario para hacernos un regalo en forma de verisón, pues ahí estuvo sonando "Oh Well" de Fleetwood Mac que ya hacían también con auténtica maestría Tom Petty and the Heartbreakers. Hubo tiempo para una canción más con la apoteósica "Ain’t Much Left of Me", que incluyó un pequeño detalle de "Three Little Birds" de Bob Marley en una extraña y, por suerte, breve incursión en el reggae para retomar el tema principal con el que los de Atlanta nos mandaron, una vez más, a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
Blackberry Smoke hacen méritos concierto a concierto, gira a gira, para convertirse en una de las nuevas referencias del rock and roll mundial sin importar el género. Si es que no lo son ya. Grandes.
Texto y Fotos: Edko Fuzz