En nuestras manos tenemos el álbum debut de la banda suiza Breach The Void, titulado “The Monochromatic Era”. Y lo que nos espera puede llegar a ser tan aburrido y monótono como lo que sugiere dicho titulo.

El grupo echa a andar a comienzos de 2007 cuando el batería Alex Axionna abandona Sybreed y decide emprender carrera en solitario. Pronto se juntará con el bajista Fabian Ferraglia (ex- Last Warning) y comenzaran la búsqueda del resto de músicos. Tras varias idas y venidas, la formación la completan el cantante Marko Romero (ex- Nevent) y Frederic De Cecco como guitarrista.

Y ahora nos llega este “The Monochromatic Era”, disco quizá producido en exceso, con unas baterías triggeadas hasta decir basta y donde ni la mano del aclamado Tue Madsen en la masterización ha conseguido que se despierte algo en nosotros al escucharlo.

El álbum en si no dista demasiado del concepto que tenían Sybreed, en cuanto a programaciones, sintes y sonidos electrónicos se refiere. Esto pasado por la batidora de influencias de Death Metal melódico, Metalcore y algo de Thrash, nos da un resultado, que así, a priori, podría resultar atractivo, si no fuese porque todo parece un sinsentido, y resulta monótono y aburrido.

Muchos grupos están practicando un estilo similar en la actualidad con grandes resultados, pero cuando las voces guturales son gritos sin orden ni melodía aparente, las voces limpias te producen una sobredosis de glucosa y las variaciones y cambios de ritmo no pasan de ser meras anécdotas… se tiene un problema.

Bien es cierto que por momentos suenan potentes, con una producción limpia (aunque excesiva) y sólida como en el tema que abre el disco, “Propagate”. En otros momentos llegan hasta a ser pegadizos, valga como prueba “Subversive Mind”. Pero el hecho es que la variación entre temas es nula y es difícil destacar unos de otros, ya que están cortados absolutamente todos por el mismo patrón.

Y si a esto le sumamos el tema de la producción… que si, es limpia y buena, pero es excesiva lo que le resta naturalidad al disco. Además, como antes comenté la batería esta triggeada hasta la saciedad, lo que nos quita dinámica y una vez mas nos da la sensación de falsedad. Nunca entenderé como un elemento que puede llegar a ser tan útil se utilice tan mal.

En definitiva estamos ante un disco monótono, aburrido, prefabricado y falto de ideas. Desear más suerte a Alex y compañía para la próxima, que la van a necesitar, ya que este álbum no les hace ningún favor.

Alberto López

Temas:
01. Propagate
02. Subversive Mind
03. Retribution Engine
04. Ruins
05. Digital Structures
06. Falling
07. EC-10
08. Customized Genotype
09. Spirals
10. System Failure