Candlemass llega con “Psalms for the Dead”, nada menos que su undécimo disco de estudio y con casi 30 años de carrera a sus espaldas. Con el bloque musical compacto desde mediados de los 80’, parecen no dar con la tecla del vocalista. Paris Gonzalez |
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Nota:8/10 |
En esta ocasión las voces recaen en Robert Lowe, que ha trabajado con la banda desde 2006, lanzando tres larga duración. El estadounidense ha sido apartado de la banda, dada la calidad de sus actuaciones en directo y, de momento, sustituido por el sueco Mats Leven
Sorprende la juventud que aparentan los miembros originales del grupo, prácticamente 30 años después, están como rejuvenecidos, algo que no solo se muestra en la apariencia física, sino en la calidad de los discos y los temas. Edling a las cuatro cuerdas; “Mappe” Bjorkman con la guitarra rítmica; Lasse Johnson a la solista; y Jan Lindh a los parches y platos completan el quinteto del CD.
Más doom no podía comenzar el disco, una tremenda pesadez en los riffs nos introduce en un riff de lo más “heavyorro” en “Prophet”, que da buena muestra de ese estilo del que son pioneros, conocido como “epic doom metal”, que mezcla esa losa que parece caer sobre nuestras cabezas cuando escuchamos “doom” con lo melódico de lo épico, así como unas voces limpias que marcan, aún más si cabe, esa épica. Los solos, sin ser nada del otro mundo, suenan como el resto del disco, de 10. Tras el solo y la rapidez, volvemos a las andadas más “doom” para cerrar un gran tema.
El segundo corte, se inicia con ¿Black Sabbath? No, pero el riff es tan característico de los británicos que podría pasar por un tema nuevo de los resucitados pioneros del doom. El tempo lento se mantiene dando entrada a la voz de Lowe y se mantiene durante toda la canción. El estribillo que recita el título “The sound of Dying Demons”, con el acompañamiento perfecto del órgano del ex Opeth, Per Wiberg, dan una sensación de tenebrosidad que nos acerca aún más al doom. El mejor tema del disco, sin duda.
Un aire mucho más heavy, incluso cercano al power metal podemos encontrar en “Dancing in the temple (of the Mad Queen Bee)”, la canción más corta de todo el disco, que con su solo hará las delicias de los más puramente heavys, pero que constituye uno de los bajones más patentes del CD. Con el cuarto corte, “Waterwitch”, Lowe quiere acercarse al registro del magnánimo Dio y la banda prosigue con el estilo “blacksabbathariano”, pero haciéndolo claramente personal.
“The lights of Thebe” toma un tanto de la segunda canción del disco, con un toque mucho más épico y una mayor melodía en los estribillos. El sexto tema, es el que da título al disco “Psalms for the Dead”, donde la voz de Lowe aparece algo más apagada. Mientras que el solo de la canción puede pasar por ser de lo mejor que encontramos en todo el LP, acompañado de un ritmo muchísimo más enérgico del que se realiza a lo largo del tema. Los órganos vuelven a aparecer para “epificar” y cerrar la canción.
El séptimo tema, “The killing of the Sun” sigue profundizando en los riffs, pero, de nuevo, da la sensación de ser un tema de relleno. Una intro de órgano nos mete de lleno en “Siren Song”, el instrumento de Wiberg nos acompaña durante los casi seis minutos de corte, convirtiéndose en el completo protagonista. El disco se cierra con una rara pero contundente “Black as Time”, un “tic-toc” de reloj y una voz recita un texto que nos mete de lleno en el tema.
Un tremendo riff, rápido, contundente, pero sin perder la esencia doom, nos lleva hasta la tremenda voz de Lowe, para que, después, se ponga toda la carne en el asador. Las líneas de bajo, menos aceleradas que en el inicio, nos muestran otro gran solo de parte de Lasse Johnson. Otro texto recitado concluye con un contundente: “Time is the sword of destruction, a faceless conqueror, the master of doom” (El tiempo es la espada de la destrucción, un conquistador sin rostro, el maestro de la perdición” nos introduce en el final del tema que vuelve a ese estilo denso y pesado.
El doom es un estilo precioso si se sabe hacer bien, pero es que estos Candlemass lo hacen de lo bueno, lo mejor; y de lo mejor, lo superior. Puede que este disco no esté en su Top 3, pero es un gran disco de doom y puede que esté entre los 10-15 mejores de este 2012. Los puntos negros están en ese par de canciones que no dicen absolutamente nada y sin las que, quizá, el disco podría ser más compacto.
Paris González
Temas:
Prophet
The Sound of Dying Demons
Dancing in the temple (of the Mad Queen Bee)
Waterwitch
The Lights of Thebe
Psalms for the Dead
The Killing of the Sun
Siren Song
Black as Time
Web: https://www.candlemass.se/candlemass/
[youtube] https://www.youtube.com/watch?v=5VEMUXg7qCc[/youtube]