A las 18.00 comenzó lo interesante. Esperaba que Hacride tuviera más público. Sobre todo por el enorme crecimiento que está teniendo ahora con bandas como Gojira o Dagoba, entre otros y porque Hacride está haciendo un largo tour con lugares tan grandes como Hellfest. Comenzaron con su primer disco practicando un death metal bastante técnico y con tintes groove y en el tercero recién salido del horno han acentuado mucho más ese aspecto. Por eso a lo mejor no ha tenido tanto tirón en este festival, donde el resto de bandas tiraban más al death de la vieja escuela y Hacride en cambio alternaba guturales con voces limpias además de pasajes atmosféricos, que para los seguidores son una delicia, y para los que no, supongo que aburridos.

Abrieron con tres temas de su recién lanzado Lazarus, que son “Phenomenon”, “My enemy”, y “To walk among them”, y dejaron las dos últimas de Amoeba, “Perturbed”, “On the threshold of death”. Personalmente hubiera preferido alguna más de sus dos primeros álbumes, Deviant Current Signal o Amoeba, pero no pudo ser. El concierto fue corto y la luz del sol no ayudó mucho pero para mí es uno de los grupos punteros en la escena y hubiera preferido ver a más gente apoyándoles. De todas formas he leído opiniones de la gente y muchos coinciden en que se llevaron una grata sorpresa al escucharlos allí por primera vez, así que supongo que será cuestión de tiempo que vayan abriéndose paso.

El death/doom metal se abrió paso entre tantos blast beats con Novembers Doom. Tenía muchísimas ganas de verlos, sobre todo por la curiosidad de saber si en directo serían capaces de transmitir la intensidad que sólo este género profiere y sobre todo si conseguirían crear un directo que agradara a todos pese a que allí se prefiriera el death.
Lo bueno de este grupo de doom es que alterna esto con el death y por eso en los temas con parte más brutas fueron más del agrado del público que los otros, pero para mí, todos tienen una sensibilidad tan especial e intensa que el concierto fue de sobresaliente. Paul Kuhr permaneció frío y distante, incluso un poco tosco en sus agradecimientos… aunque en realidad poco importa si nos atenemos únicamente a su ejecución de los temas, que fue sublime.

Los americanos comenzaron con “Into Night’s Requiem Infernal (INRI)” y le sucedieron “Absence”, “Empathy’s Greed”, “Dark World Burden “Lazarus Regret”, “Silent Tomorrow”, “I Hurt those I Adore” así como las míticas “Autumn Reflection”, “Rain” y “The Pale Haunt Departure”, el tema por excelencia del grupo. Dijeron que era la primavera vez que tocaban en Portugal, y que esperaban hacerlo muchas veces más. ¡pues esperamos que así sea!

Anaal Nathrakh definitivamente fueron los reyes del circle pit en esta edición. ¿Se darían cuenta? ¿no? El caso es que se mostraron más que agradecidos con un público que se sabía afortunado por ver a una banda difícil de contemplar debido peculiar formación, reducida al cantante Dave Hunt y el guitarrista y compositor Mick Kenney, quien a su vez ejecuta el resto de instrumentos el las grabaciones, por lo que para tocar en directo, necesitan de la ayuda de músicos de sesión.

Pudimos disfrutar de una mezcla bastante homogénea entre black metal y grindcore, aderezado con extravagancias de todo tipo, desde toques de industrial hasta épicas melodías de voces limpias en los estribillos con una contundente base de blast beat.

El trabajo vocal de Dave Hunt fue impecable, pero se echaron de menos muchos de los efectos y estribillos doblados que caracterizan el sonido único de los ingleses. También presentaban disco, así que nuevos temas como el homónimo “In the constellation of the black widow” pudieron taladrar nuestros oídos. Un gran concierto con un muy buen sonido.

Llegó el turno de los polacos, que se retrasaron un poco debido a una exhaustiva prueba de sonido. Todo debía estar perfecto para estar al nivel de los ultra-técnicos Behemoth, sobre todo la batería, por lo que Inferno se tiró un buen rato probándola él mismo antes de unirse al corpse paint con sus compañeros. El público, que éramos bastantes, comenzó a impacientarse y pronto se empezó a clamar por Behemoth.

Behemoth aparecieron en escena con “Slaves Shall Serve”, uno de los temas clave y gran elección para el inicio del concierto. La fuerza que irradia preparó el terreno para los sucesivos temas. Continuaron con “At The Left Hand Of God”, que también les sirvió de ayuda para mantener al público totalmente entregado, sobre todo porque este tema es la intro que lleva sonando meses en la web del festival… mucho tiempo abriendo boca para finalmente oírlo en directo.  

Los temas más famosos que sonaron fueron “Prometherion”, “Antichristian Phenomenon”, “Demigod”, “From The Pagan Vastlands”, “Conquer All”, “Christians To The Lions”, “Sculpting The Throne Of Seth”, “Decade Of Therion”, “As Above So Below” y “Chant For Ezkaton”. Y también cayó uno de su recién lanzado Evangelion, precisamente el que acompaña al nuevo videoclip, “Of Fire And The Void”.

Un concierto atronador de principio a fin. Nunca he visto a un grupo con tanta garra sobre el escenario. Nergal, Orion y Seth son tres personas que impresionan, y más aún cuando están tan coordinados al tocar, tocando al ras del suelo y haciendo los mismos gestos en los cambios de ritmo y un juego de luces totalmente acorde con el ambiente. El resultado es terroríficamente espectacular. Behemoth con el paso de los años ha continuado con una genial creatividad y con la única diferencia positiva de que el sonido ha mejorado con creces en sus álbumes. En este concierto sonaron bien, salvo algún solo que se perdía entre los riffs del bajo y el alto volumen de la batería.

Tocaron una hora y se fueron sin despedirse. Behemoth tienen una actitud sobre el escenario, pero no sé si es que simplemente son así o realmente estaban mosqueados por las condiciones del festival, que fue un poco decepcionante. Algunos apuntan porque tocaron ya que estaban allí, pero con reticencias por el escaso público, pero son fuentes poco contrastadas.

Y la noche se cerraba con los franceses… Gronibard. Éstos sí que fueron la sorpresa del cartel. Lo que vimos sobre el escenario no tiene precedentes. Nos topamos con un Anal Capone enfundado en un traje de superhéroe, el cual consistía en unas mallas de leopardo (con máscara a juego), capa y una “G” rosa en mitad del pecho, que no paraba de berrear como el mejor cantante de grind que podáis imaginaros.

El bajista era una sexy enfermera, mientras que el guitarrista iba sólo (y cuando digo sólo, es sólo) con una camisa. Otro guitarrista que acompañaba en los coros iba a lo village people, cubierto de cuero con la gorra de guardia y que emitía unos sonidos… imaginad a una niña pequeña repipi cantando… pues eso. De hecho estos coros fueron repetidos hasta altas horas de la madrugada en la zona de acampada.
Toda esta estética cutre no es más que una fuerte ruptura con lo que ellos practican. Los autodefinidos porno-grind dieron mucha caña.

Otro caluroso día más se acaba dejando lugar al deseado descanso propio de los festivales. Nos vamos a dormir con un muy buen sabor de boca gracias a un excelente cartel, ¡mañana volveremos a la carga!

Texto: Esther Villardón
Fotos:M.Ángel Santana

Clicka en las fotos para verlas en gran tamaño, si quieres ver alguna más entra aquí o en nuestro álbum de fotos del concierto

ENLACES RELACIONADOS:

Caos Emergente’09: 11 de Septiembre – Recarei ( Portugal )
Caos Emergente’09: Primeras impresiones