Bring Me The Horizon + A Day to Remember + Poorstacy – 19 de febrero de 2023 – Sant Jordi Club (Barcelona)
Un domingo cualquiera en Barcelona, pero una ola de gente se agolpó temprano en el Sant Jordi Club para obtener la mejor ubicación para Bring Me The Horizon (por fin). Fue tanta la espera para por fin poder escuchar su nuevo disco Post Human: Survival Horror en vivo que el cartel de sold out era de esperar. Es que una banda de tal escala mundial ahora mismo deberia ser un obligatorio de ver para todos los simpatizantes del rock/metal más alternativo.
Por un tema logístico lamentablemente me quedé fuera para Static Dress, pero con Poorstacy la fiesta ya estaba armada desde sus bases. Un poco rozando el trap metal (por llamarlo de alguna forma) combinando estilos urbanos con tintes del thrash y punk van tejiendo su proyecto y dándole forma a un estilo sin limitaciones artísticas. No creo que sea una locura musicalmente hablando, pero que, si falta pulir para que pueda resaltar más, sobre todo la voz que a veces se escuchaba muy floja sobre los instrumentos. Siempre cuando pensamos en rap nos vamos más al nü metal, pero esta generación ya cercana al djent todo lo que sea ya fuera de ese plano podría literalmente no ser encasillado en nada. La música es pesada, pero a ratos la inconsistencia para los puristas se nos hace confusa.
El primer plato fuerte llegaría con A Day To Remember para animar los ánimos previos a Bring Me. Obviamente, un acierto por donde se le mire. Saltando por lo alto con “The Downfall of Us All” y “All I Want”, recibidas con una ovación de proporciones. Como no, si la banda no tiene miedo a decir que sus primeros álbumes son los que marcaron a una generación completa y son los que nos acompañaron en gran parte de su presentación. También hubo algo de espacio para lo nuevo como “Paranoia” y “Right Back at It Again” junto el cover de Marshmello “Rescue Me” vino a complementar el bloque más tibio de la presentación.
Ya todo cambió con los primeros acordes de “Have Faith in Me”, tremendo viaje de vuelta al Homesick, uno de los trabajos emblemáticos de A Day to Remember. Es que cuando hablamos de marcar a una generación no es por alardear. Son canciones con las cuales uno fue creciendo, aprendiendo sobre música y a su misma vez incursionando en la vida. El choque de mundos cuando ya te vuelves mayor y vez a gente pequeña (en tu cabeza) con camisetas de estas bandas y te das cuenta que el sentimiento es transversal. Un poco la magia de la música.
Lo más bonito de la noche estuvo acompañada de “If It Means a Lot to You” de forma acústica. Que forma de interpretarla por parte de Jeremy, quizás sacando las primeras lágrimas de la noche en el Sant Jordi Club iluminado por todos los rincones. La despedida vendría con “All Signs Point To Lauderdale”, una canción explosiva y altamente contagiosa. ¿hagas de una vuelta como headliner? Obviamente. Esperemos que se concrete en un futuro cercano.
La espera fue corta entre banda y banda, pero aun así más de algún asistente no pudo con la presión y tuvo que ser sacado por la gente de seguridad. El aspecto visual para BMTH es fundamental, iluminando el escenario con luces espectaculares, acompañadas de pantallas por todos los sitios. Unas proyecciones que se dejaron ver desde el primer minuto con el dibujo de una chica introduciendo el show e indicando un poco los pasos a seguir.
Las tres primeras canciones fueron unas bombas directas al corazón, “Can You Feel My Heart” coreada desgarradoramente por toda la sala. Seguida nos saltaría “Happy Song”, una de las canciones emblema ya de la banda de esta nueva era de Bring Me The Horizon llena de singularidades. Tras de la pantalla en grande aparecerían las palabras “Open the pit…” obviamente Barcelona no decepciona y sería el inicio sin fin del mismo. El tremendo single “Teardrops” nos cayó como anillo al dedo en el mejor momento. Tanta energía, tantas lágrimas de emoción en las primeras filas. Ya había olvidado completamente lo que significaba ir a un show de bandas con un abanico de edad más variado y la intensidad con que se viven detrás de las vallas cada nota.
Sin guardarse nada para el final, pero teniendo tantos temas ya conocidos en la palestra da igual la distribución del setlist. Todo lo que suene o quede por sonar será un acierto. Su nueva placa se haría sentir por lo alto interpretando “Dear Diary” y “Parasite Eve” iluminando cara rincón con las proyecciones tras los músicos. Oli Sykes poco a poco se ha convertido en un icono millennial abanderado por los incomprendidos, una evolución tanto vocal como espiritual para bien a mi parecer. Un chico muy agradecido de este punto en el tiempo y se le nota en su sonrisa cada vez de interactuar con sus fans.
Que emoción volver a escuchar “Shadow Moses” otra vez en directo, otra electrizante carga de batidos para los amantes de la discografía más antigua. Obviamente, no escuchamos nada de las primeras placas (no sé si un fallo o no), pero igualmente cualquier muestra del pasado es totalmente agradecida. Una pausa acústica para “Follow You” haciendo ya el típico «paripé» de la linterna de los móviles. Mas allá de ello fue un momento intimo para todos y realmente emocionante. En un segundo el cantante salió del escenario para estrechar manos y cantar face to face con el público en “Drown”. Sin ningún tapujo se tomó el tiempo mientras cantaba de regalar abrazos infinitos, besos y selfies con el que se lo pidiera.
La banda no decepcionó y el encore vendría acompañado de “Obey” otro de los momentos altos que nos dejó la noche. Sin demostrar cansancio la gente saltó por más de cuatro minutos sin respiro cantando al igual que el cantante. Una pasada. Ya para la recta final obtendríamos “Sleepwalking” y la infaltable “Throne”, haciendo sentar a toda la sala en algún instante para explotar en energía y darle el cierre merecido a la jornada. No sé si a medida que me hago mayor me pongo más sentimental, pero hace 13 años que vi a Bring Me The Horizon por primera vez en otro continente y volver a hacer este reencuentro significo muchísimo. Sobre todo palpar en vivo y en directo la fama que han cosechado, la unión de generaciones y obviamente disfrutar de cada canción. Que ganas de volver a vivir esta noche innumerables veces.