El Drogas – 10 de marzo 2023 – Sala Redstar (Valls / Tarragona)
Decía la canción aquello de “Me vas a perdonar, que mire para atrás que me encuentro sofocado, por el humo del tabaco. Que tanto correr no puede ser bueno pa este montón de huesos. Que me tiemblan las canillas, por querer ir tan deprisa”. Pues más o menos eso es lo que pensé después de presenciar cómo el Drogas, el abuelo más roquero de este país, a sus 63 años, se calzó más de dos horas de concierto de una tirada, a ritmo de Barricada y sin pestañear.
Enrique Villarreal Armendáriz, más conocido como “el Drogas”, puede presumir de ser uno de los artistas más carismáticos y valorados de la escena musical de este país. No en vano, desde que en 1983, hace ahora 40 años, viera la luz aquel “Noche de Rock&Roll” de BARRICADA, han sido ya varias las generaciones que han crecido con los compases compuestos por este músico, compositor y poeta que, pese a los años, anoche demostró ser capaz, no solo de ejecutar dos horas y cuarto de concierto del tirón sino de planificar en la agenda dos días seguidos de bolo en la misma sala para satisfacer a los ansiados fans que agotaron entradas en la Red Star pese a haber actuado en el festival PINTOR ROCK del también tarraconense municipio del Morell hace tan solo unos meses.
Desde luego, está claro que el hecho de que el que fuera fundador y miembro de BARRICADA durante casi 30 años (1982-2011) haya montado una gira solo para interpretar los temas de los Barri con motivo de su 40 aniversario, ha sido un tremendo acierto y es que, no nos engañemos, el público estaba pidiendo a gritos volver a ver en directo sus temas de juventud y prueba de ello es la cantidad de sold outs que El Drogas está consiguiendo a lo largo y ancho de la geografía.
Un servidor aún recuerda la última visita de EL DROGAS a Tarragona presentando su último lanzamiento de estudio, aquel triple disco titulado “Demasiado tonto en la corteza” (2013). En aquella ocasión visitó la Sala Zero de la capital un 24 de mayo de 2014 y, ni corto ni perezoso, se marcó la friolera de 3 horas de concierto.
Pasada casi una década, y manteniendo exactamente la misma formación, a saber, el Flako al bajo, Txus Maraví a la guitarra y al bueno de Brigi Duque a la batera, el Drogas y los suyos ampliaron recinto para esta gira homenaje a BARRICADA que, a juzgar por la reacción del público, bien podría haberse llamado “Deja que esto no acabe nunca”.
A las 21:00h, apagándose las luces ya empezó a sonar aquello de “presta atención que salimos por aquí, no mires para otro lado, presta atención que vamos a salir” y, de repente, esa tétrica risa del Drogas dando salida a “En la silla de eléctrica”. “Por qué esperar una señal?, ¿Por qué llorar en silencio o vivir de rodillas? Escondidos como ratas. Trabajando entre rendijas. Solo oyes palabras duras. Un dos un dos tres va”.
Así empezaba el repaso a los BARRI. Nada más y nada menos que con el primer tema del primer disco de la discografía de los del barrio de la Txantrea de Pamplona, “Noche de rock&roll” (1983). Cuatro músicos en estado puro. Nada de escenografías, ni coreografías ni complicaciones. Instrumentos, amplis marca “Marimar” y ganas de roquear. El resto lo iba a poner el carisma, la entrega, la comunicación, la pasión por el ruido y la magia.
Todos los allí presentes sabíamos a lo que íbamos que no era otra cosa que a cantar nuestros himnos de juventud y rememorar con cada estrofa algún retazo de nuestras historias pasadas. Letras incombustibles las de los pamplonicas que, pese a los años, siguen siendo tan vigentes como el primer día que salieron de sus lápices.
“Barrio conflictivo”, “Mañana será igual”, “Contra la pared”, “No sé qué hacer contigo”, la otrora censurada “Bahía de Pasaia” la reivindicativa “Ninguna bandera” o “Sofokao” ocuparon, entre otras joyas, una primera parte del concierto levantando los ánimos de un público que, como digo, estuvo entregado desde el primer compás.
Un cierto respiro llegó con “Deja que esto no acabe nunca”, “No sé bien por qué” y la emotiva “Pétalos”, esta última de su aclamado “La tierra está sorda”(2009), a saber, ese disco conceptual de BARRICADA sobre la guerra civil española. “Cómo jugaban a cazadores Franco y sus asesinos. Cómo un camión «destartalao» las llevó a su destino. Ya no se puede su aroma cortar porque los pétalos besaron el viento”.
Con el paso del tiempo la escena ha ido perdiendo grandes estandartes del género como es el caso de LOS SUAVES o ROSENDO pero aún nos queda la afilada pluma de Villarreal que siguió recordándonos que BARRICADA siempre ha sido una de las bandas que menos miedo ha tenido a la hora de alzar su pluma. “Víctima” (“El sol no calienta por igual en todas las cabezas si no que pregunten al que está bajo nuestro pie”), fue uno de los grandes de la noche, “Rojo”, su himno antitaurino, “Sean bienvenidos”, “Lentejuelas” (“Es de cartón, todo tu mundo es una pura ficción, así el negocio no te puede fallar, hoy dices negro por cambiar de color”), “Campo Amargo”, “Okupación” o la coreada “La hora del carnaval” (“Sed de aventura convertida en poder, sed de aventura convertida en miseria, cualquier pueblo mutilado, gira y gira alrededor de la angustia. No importa dejar tu huella”) fueron, desde luego, grandes momentos de la noche.
Poco a poco se iba acercando el final de la actuación. No se apreciaba ni el más mínimo gesto de cansancio en los músicos a excepción de Brigi que engullía los botellines de agua como si no hubiera un mañana. El Drogas incluso bromeaba diciéndole aquello de “¡hay que ver al Brigi bebiendo agua, yo creo que desde los ochenta que no bebía agua!”. Normal, quien haya visto al líder de KOMA cantando y tocando con su guitarra puede imaginarlo cómo aporrea la batería.
En cuanto a Txus y al Flako su labor fue intachable y aunque es innegable que el liderazgo de la actuación recae en manos de Villarreal, éste siempre se preocupa de arroparles para darles la visibilidad que se merecen. Se nota que son amigos y desprenden camaradería. Se lo pasan bien y lo transmiten.
“Oveja Negra” y “En Blanco y Negro” (ambos pertenecientes a sus dos discos de platino “Balas Blancas”(1992) y “Por Instinto”(1991)) no se hicieron esperar y, tratándose de los temas más radiados de la banda era de esperar la unánime reacción de un público que, a esas alturas de la noche, ya estaba en total comunión con unos músicos cuya complicidad, a todas luces, es total. Aquello, siendo ya una fiesta en su máxima expresión, se tornó en primer amago de despedida por parte de la banda que, como digo, abandonaba las tablas.
Llegó la hora del bis. “Esta noche es una noche de Rock and Roll” nos llevaba de nuevo a los inicios de BARRICADA y nos mostraba de nuevo a un Enrique Villarreal capaz de interpretar los temas de su ex compañero Bony con total corrección rindiéndole así un merecidísimo homenaje. Homenaje que continuaría, después de “Animal Caliente” (que, por pedir, yo hubiese cambiado por “El Trompo”), con los dos últimos temas del concierto, a saber, la inevitable “No hay tregua” (“Anónimo luchador, nunca tendrán las armas, la razón, pero cuando se aprende a llorar por algo, también se aprende a defenderlo”) y “Esta noche”, tema con el que la banda al completo acabó alineada al frente del escenario, Brigi con su bombo incluido, marcando el ritmo de aquel “esta noche no es para andar por esas calles”.
Fin de fiesta después dos horas y cuarto de grandes éxitos y un ambiente repleto de nostalgia y de cuarenta años de historia de rock patrio.
La gira sigue para El Drogas, que puede presumir de estar viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera llenando salas allá por donde pasa. Da gusto ver a una banda de amigos disfrutar de esta manera en directo transmitiendo ilusión, diversión, sencillez y, en definitiva, amor por la música. Decía no hace mucho el Drogas en una entrevista que ahora se siente bastante más punki que en los 80 porque es más consciente de lo que significa. “No es estética, es pensamiento y actitud”.
Recuerdo con añoranza aquel 1988, cuando BARRICADA giraba presentando su quinto trabajo titulado “Rojo” y aterrizaron en Bonavista (barrio de Tarragona) donde montaron una plaza de toros para la ocasión (eran otros tiempos). Fue mi primer concierto de Barricada. De eso han pasado 34 años y, quién lo diría, tanto el Drogas como un servidor, seguimos viéndonos las caras y entonando esas mismas canciones.
Bravo Enrique, Flako, Txus y Brigi… ¡A gusto!
Texto: Marcel.lí Dreamevil
Fotos: Vicente Ramírez