Joe Satriani – 2 de Junio 2023 – Sala La Riviera (Madrid)
Tras la edición de su último “The Elephant of Mars” y aplazar dos veces su gira de presentación, Joe Satriani vino a España haciendo casi un triple sold out en toda la gira española. Tras un “Shapeshifting” pisado por la pandemia, sus elefantes tardaron en salir pero al fin tuvimos la creatividad y la genial música de la leyenda de la guitarra tanto en estudio como en directo hace unos días. No habíamos tenido aún oportunidad de ver su última base rítmica en directo que lleva desde hace un tiempo, le acompañaron Kenny Aronoff a la batería, Rai Thistlethwayte a los teclados y rítmicas, y el siempre genial y aristócrata Bryan Beller al bajo.
Quizá todas esas ganas de la banda, del público, aplazamientos, tener que presentar dos discos en directo… confluyeron en que se crease una gira europea con un repertorio cercano a los treinta temas, con una duración cercana a las tres horas y sin teloneros. Menos mal que el concierto en Madrid fue en viernes, el único día de la semana que puede dar un poco más de flexibilidad que otros días como así fue, ya que antes de comenzar gran parte del público estaba ya esperando a que comenzase el show.
Tras un hilo musical de exquisita calidad, fundido a negro y ya estaba saliendo la banda para que aquello comenzase… comenzó ya muy arriba, porque “Nineteen Eighty” sonó muy rápida y afilada sin casi poder ver los dedos de Satch por el mástil. Los riffs y ritmos de “Sahara” nos dejaban más que claro que Satriani estaban encima del escenario… es curioso como un tema tan nuevo tenga la esencia de uno que podría ser de hace 25 años. Los elefantes salieron al tercer tema, más onírica que la anterior, se complementó muy bien con las imágenes que tuvimos detrás del escenario al igual que pasó en muchos momentos a lo largo de la noche.
“Ice 9” fue la primera en salir de su baraja de clásicos… sonó a más revoluciones de lo normal, con Satriani apretando el turbo contagiando así el ímpetu a toda la sala. Quizá tuviera la “culpa” Aronoff, que fue una bestia tras los parches durante todo el setlist, dejándonos flashes de recuerdo de aquel recatado y ultra técnico Jeff Campitelli. Nos matuvieron arriba con “Thunder High on the Mountain” y “One Big Rush” para ir bajando con “Blue Foot Groovy” y la elegantísima “Flying in a Blue Dream”. Momentos de calma para comenzar a subir con “Spirits, Ghosts and Outlaws”, el single “Faceless”, la mítica “Crystal Planet” cerrando con otro movimiento seguro como es la “Summer Song” (único recuerdo a su The Extremist) con toda la sala tarareando la canción como si les fuera la vida en ello llegando a tapar la Ibanez de Satriani.
Un repertorio de tres horas tiene que tener un intermedio, así que tras este repaso mayormente acelerado a la carrera de Satch nos tocaba coger aire para lo que venía en el segundo set hasta el final de fiesta.
Kenny demostró su valía que comentábamos anteriormente comenzando este segundo set con su solo de batería que sirvió para seguir con la rockera “Energy” con la empieza “What happens next”. Esta segunda parte nos iba a traer más partes técnicas, oníricas y no tan pegadizas como la anterior hasta que obviamente llegase el final del show. “E 104th St NYC 1973” fue la que siguió junto al solo de Rai que sirvió de descanso para afrontar otro distinguido “Cool #9” que el lololo del público deslució en ciertos momentos.
“Ali Farka, Dick Dale, an Alien and Me” y “Shapeshifting” nos devolvieron un poco más de empuje al show pero la emotiva “Teardrops” lo volvió a bajar, para pasar a un curioso recuerdo a su homónimo del 95 con la experimental “Luminous Flesh Giants”. De nuevo viaje en el tiempo casi 20 años atrás con “If I Could Fly” del “Is there Love in Space?” preparándonos ahora sí para la mano final que tenían preparada Satriani y los suyos. La primera fue “Always With Me, Always With You”, la balada por excelencia de Satriani, la que mejora con los años, uno de los momentos de la noche, el momento en que Satriani te enamora con su Ibanez y aunque el lololo dichoso del público vuelva a chafar el estribillo ya estás embrujado por el ritmo de la canción… de mientras en el fondo del escenario, el video del tema con un Joe melenudo y con sombrero, complementa ese momento mágico.
El último antes de los bises y es quizá donde se permite todo, pero no dejó paso a esa interacción con el público ya que “Satch Boogie” fue un disparo certero, técnico y que nos dejó a todos con la boca abierta, digno final teórico para culminar este viaje de emociones. El mínimo descanso nos trajo dos temas, el primero de ellos “Crowd Chant”, que como su propio nombre indica es el apropiado para chillar, vitorear y hacer cualquier cosa… que para eso está. Se encendió la mecha para que todo explotase con “Surfing With the Alien”, celebrado por todos sonando fantástico, sónico, adrenalínico y muy muy eléctrico, no hay mejor forma para acabar un concierto.
Fueron tres horas como podrían haber sido cuatro, o más. A Satriani no le pesan sus 66 años y no desvanece en ningún momento de la noche, su sonido es inconfundible y mágico, te atrapa y no te suelta, te enamora y tú caes en su red, surfea con el alien y tú subes con ellos a superar la ola… El repertorio está perfectamente elegido (sobre todo en la primera parte ) para que haya equilibrio entre todos los temas. Sus escuderos en el escenario aunque tienen asumido su segundo plano, Aronoff a los timbales dio una gran lección de pegada y técnica durante la noche, al igual que Beller que lo tenemos más que visto todo lo que es capaz al bajo y Rai que no dejó de aportar ese colchón con los teclados y las rítmicas cuando se le necesitaba.
Noche genial que nos trajo Satriani, tardó en venir pero vino, venció, nos encantó, encandiló o cualquier cosa maravillosa que se pueda decir. Se lo merece, nos lo merecemos, nos merecemos que siga dándonos grandes noches con más discos nuevos… turno de G3 quizá? lo que sea. Pero que venga, por favor.
Texto: David Aresté
Fotos: Susana Manzanares