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Lion Rock Fest, segunda edición camino de la excelencia

Lion Rock Fest, segunda edición camino de la excelencia

Los suizos Gotthard fueron la guinda de una primera edición del Lion Rock Fest que jugó sus cartas más seguras para la puesta en marcha del proyecto y así seguir con una segunda edición que tuvo lugar hace un mes y que repetía ubicación en el Palacio de Congresos de León.

Aun siendo habituales de nuestras salas ver en un mismo festival a Heat, Eclipse, Crazy Lixx y rematando con Gotthard y los nacionales 91 Suite y Be 4 You era más seguro que el festival saliera adelante. Así que en todos estos meses se fue confirmando el cartel de esta segunda edición que bajo nuestra opinión fue un poco más arriesgado que el de la primera edición como era de esperar (y agradecer).

Para ir haciendo boca y que la espera no se nos hiciera tan larga, en verano nos regalaron que la gira de Winger pasara por Madrid, deseando que algún día acaben en una de las ediciones regulares del festival.

Volviendo a la de este año, las puertas se abrían a las 17,30 para que hubiese una entrada escalonada sin atascos o similares de última hora ya que Hardline salían a las 18,45 para que todo el mundo estuviera en el festival desde el primer grupo.

Los italo-americanos volvían a España tras su visita fugaz al Bodega Rock este verano para seguir celebrando sus 30 años de carrera, así que como era de esperar el repertorio que nos ofrecerían sería prácticamente el mismo que vimos este verano en su paso por el Bodega Rock en Hornillos de Eresma. En el Lion Rock no tendrían tanto tiempo así que su repertorio se basó en una decena de temas que por suerte fueron casi todos de su eterno Doble Eclipse.

Si en el Bodega Rock a pesar de las horas y el calor vimos que dieron todo y más, el inicio del Lion Rock lo superó con creces ya que salieron mucho más motivados y enérgicos, sobre todo Gioeli capaz de transmitir a todo el mundo su entusiasmo e interpretación de cada canción, fue algo digno de ver.

Como hemos dicho salvo su «Fuel to the Fire», «Fever Dreams» y el medley de baladas de todo lo demás fue de su Double Eclipse consiguiendo una gran respuesta del público con la ultra pegadiza «Takin’ Me Down», «Life’s a Bitch» o su clásico de clásicos «Hot Cherie».

Gioeli es siempre carta ganadora, pero su banda no se queda atrás y todos consiguen esa energía propia de Hardline con Marco Di Salvia a los tambores, Anna Portalupi al bajo y Luca Princiota a las 6 cuerdas; no hay que olvidarse tampoco de Alessandro Del Vecchio a los teclados aportando grandes momentos al show cantando también algún que otro momento. La organización «arriesgó» poniéndolos en primer lugar y la gente respondió consiguiendo el concierto con una de las mayores afluencias de público del festival (o al menos eso notamos nosotros a nuestro alrededor). Buen rollo, temas pegadizos, una gran ejecución y el público volcado con ellos desde el primer tema. Desde su Heart, Mind and Soul del 2021 que no sacan disco, así que ya va siendo hora de que vuelvan al estudio y los podamos volver a ver en vivo. Ojalá.

Alucinados aún por el concierto de Hardline, a la gente le costó un poco el primer cambio de escenario para ir a ver a Jaded Heart. Hay que destacar el trabajo de la organización para llevar a tiempo los horarios y que después de que acabase un grupo hacer que empezase el siguiente en el otro a los pocos minutos.

Los alemanes venían al Lion Rock Fest con su recién estrenado «Intuition» editado este mismo 2024. 30 años de carrera, 16 discos (aprox) y multitud de conciertos hacen que sean uno de los nombres míticos de la escena y que siempre es garantía de un buen show dada su experiencia en los escenarios.

Como hacía relativamente poco que había salido ese nuevo disco, optaron por ir a lo seguro y hacer un repaso de grandes éxitos con otros 11 temas que formaron su setlist. «Stand your ground», «Blood red skies» o el tema título «Intuition» fueron algunos de los que interpretaron acabando con su aclamada y ya clásica versión del «Paid my dues» de Anastacia.

Lejos de la melodía que circulaba entre el cartel del festival, la banda aportó grandes dosis de potencia gracias a su metal (melódico) siendo uno de los shows más contundentes del cartel. En los primeros temas hay que decir que se vio a la banda un tanto confusa y con problemas de sonido, sobre todo a Johan a las voces y Michael al bajo. Recordábamos al grupo con dos guitarras en su concierto de 2018 y esta vez solo los vimos con Peter Östros a las 6 cuerdas quitándole cierta garra a las canciones.

Acostumbran a ser uno de los habituales de nuestros escenarios ya sea por gira propia o como grupo invitado, pero esta vez no los acompañó las condiciones del escenario. Siempre será un placer recibirles para ver uno de sus potentes directos.

Decíamos que la organización arriesgó más en el cartel de esta segunda edición porque todas excepto Hardline no venían a España desde la prepandemia, creándose verdadera expectación con Treat que, quitando su paso por aquel fugaz Kalos de Madrid en 2017, la banda no venía a España desde 2010. Comenzaron a venir desde su segunda etapa, ya que tuvieron un parón de 1993 al 2006 en sus 30 años de carrera.

Los suecos editaron «The Endgame», su último disco en 2022 pero sin duda su vuelta «de verdad» fue con su «Coup de Grace» del 2010, del que nos dejaron 4 temas. Querían entrar de la mejor forma posible y comenzaron con «Skies of Mongolia» de ese disco, no había una mejor forma de empezar.

Subíamos posiciones en el cartel así que de los 11 temas pasábamos a los 14 de Treat donde a parte del repaso al «Coup the Grace» con «Papertiger» o «Roar» nos dejaron otro interesante recorrido a su discografía con «Freudian Slip», «Rev it up», «Get on the Run» o «Conspiracy» celebrando por parte de todos su parte final de actuación.

El sonido acompañó durante todo el festival dejándonos saborear mucho más todas las canciones que iban apareciendo, sobre todo en este caso ver el genial estado vocal de Robert Erlund y la técnica de Anders Wikström a la guitarra, dos leyendas del melódico sueco al pie del cañón desde 1981.

Con Treat pasa un poco lo mismo que con Hardline, siempre son necesarios sus temas, sus directos, chutes de energía que deberían estar recetados por prescripción médica. No sabemos si al menos el bloque que estuvo viendo a los suecos le sirve a alguien para montarles una gira, un concierto, o algo… queremos más Treat (y Hardline) en nuestras vidas. Por favor.

Cambio de escenario para presenciar la única referencia nacional del cartel (frente a las dos que hubo el año pasado), que esta vez llegaba desde Las Canarias con la actuación de Hackers.

Aunque la banda se formara a partir de dos miembros de otra banda local, Krull, Hackers solo lleva 5 años en activo y con dos discos en su haber, pero de grandísima factura dentro del mundo de AOR en castellano como «Empezar de cero» y «El poder de una canción» de 2023 con un genial feedback por parte de la prensa especializada.

«El poder de una canción» y «Mil Recuerdos» fueron los primeros en sonar, mostrándonos una banda elegante, con saber estar y compenetrada desde el primer minuto, con un Victor Guardia como un perfecto frontman. Por desgracia, en «Juego de Cobardes» aquello que se intuía ya en Jaded Heart despertó y retornó acabando del todo con el sonido y las luces del escenario, dejando a Victor cantando a capella mientras sus seguidores más fieles le acompañaban a la voz, ya que todos los instrumentos se quedaron KO.

Su posición en el cartel era bastante favorecedora, pero acabaron teniendo menos tiempo que el resto, ya que este problema técnico les partió en dos su repertorio que no llegó ni a los 10 temas. Aun así, nos dejaron «Respirar Rock & Roll», «Historias que contar», «Mi dulce condena» y «Si te vas» interpretadas con un aplomo y una clase envidiable, sin venirse abajo y haciendo disfrutar a los allí presentes cada minuto mientras estuvieran encima del escenario.

Coloquen cualquier dicho del estilo «Breve, pero intenso», «El mejor perfume viene en frasco pequeño» o lo que sea para definir el paso de la banda por el festival. Un auténtico descubrimiento y todo un acierto que la organización pudo traerse de las islas y que lamentamos profundamente que su actuación no brillara lo que ellos merecían. Esperemos que les den una nueva oportunidad en un concierto previo, fiesta de presentación del festival del año que viene o, por qué no, que repitan en la tercera edición.

Revuelo general para estar preparados para la actuación de Tyketto en el escenario «principal» con el reclamo de unos siete años sin venir por España, aunque el propio Vaughn resida por aquí.

El grupo lleva 12 años «estables» desde su vuelta en 2012 grabando su «Dig in Deep» y «Reach» en 2016 (y dos directos), con muchas idas y venidas desde 1996, cumpliéndose ya más de tres décadas de «Don’t Come Easy», su maravilloso debut.

Por «suerte» ese «Reach» estaba más que presentado, y aprovechando como hemos dicho que el «Don’t Come Easy» estaba de medio-aniversario nos dejaron un repertorio con la mitad del disco y su hermano pequeño «Strength in Numbers» del que nos dejaron otro puñado de temas.

Comenzaron de menos a más, si es que puede haber un tema menor en esta banda, alternando «Remember my Name» un tema del «Reach» con «Meet Me In the Night», del «Strength…», pero no hace falta decir que cuando sonaron los acordes de «Wings» aquello se venía abajo con todo el público cantando hasta la última nota. Si hay algún tema que produzca buen rollo, es este, que nos perdonen Hardline y Treat. «Rescue me» puso el final a ese mini repaso al «Strength…» para dejarnos el trío definitivo y a cada cual mejor: «Burning Down Inside», «Lay Your Body Down» Y «Sail Away», cantadas por todo el Palacio de Congresos al completo, una genial interpretación y el sonido acompañó para conseguir los temas si cabe más potentes e intensos. Acabaron con una intimista y buen rollera «The Last Sunset» que de nuevo cantamos todos para acabar ahora sí… con su himno entre himnos, «Forever Young» que volvió a levantar a todos los allí presentes aún más para cantar cada una de las notas de este gran tema atemporal.

No sabemos si todo el mundo que estaba viendo, y flipando con la banda si me permitís la expresión, es suficiente para que alguien se lie la manta a la cabeza y los programe con más asiduidad por España, y no tengamos que irnos al Monsters of Rock Cruise para ir a verlos. Danny nos dijo que el concierto del Lion Rock era su último de 2024 y que pronto sacarán disco nuevo, así que veremos algo de luz al final del túnel.

En vez de seguir con la fiesta tuvimos una especie de previa con los suecos Perfect Plan, que nos trajeron su AOR elegante, antes del cierre con The Night Flight Orchestra.

Marcando ese ambiente de «exclusividad» de esta edición, la organización consiguió traer al grupo que si no nos equivocamos, era de sus primeras veces en España, por no decir la primera. La banda que pasa de los 5 años de vida tiene cuatro discos editados, el último en 2022 titulado «Brace For Impact». Aun así, lejos de presentar ese último disco (del que solo tocaron dos temas) o un repertorio de grandes éxitos para que el público del festival conociese a la banda, optaron por tirar de su anterior «Time for a Miracle», tocando la mitad del disco.

Los problemas de sonido que estaban en ese escenario se solucionaron y se pudo ver a la banda interpretando con gran solvencia sus temas, con multitud de detalles y una notable interpretación. Sonaron temas como «Bad City Woman», «Heart to Stone» o «Surrender».

De la misma manera que los músicos de Tennessee tienen el gen de la música en la sangre, a los músicos suecos les pasa lo mismo con el Rock melódico y el AOR ya que de nuevo nos dieron una generosa demostración de elegancia y técnica musical, sobre todo de su cantante Kent Hilli. Mucha gente decidió tomarse un descanso durante el concierto de los suecos por llevar ya más de 7 horas de festival y querer aprovechar y acabar por todo lo alto con la Night Flight Orchestra, otra banda que celebraba su último concierto en el Lion Rock antes de sacar su nuevo disco a principios de año.

Habitual de nuestros escenarios, sumado a que no tenían nada que presentar optaron por hacernos un repaso a su discografía y regalarnos un gran final de fiesta, que como dijo Bjorn estaba sorprendido que fueran las dos de la mañana y que estuviéramos en pie mientras que en Suecia la gente ya hubiera estado durmiendo hacía ya rato.

Comenzaron con «Midnight Flyer», tema exigente para Bjorn donde ya demostró su control vocal llegando a los tonos más altos. Una docena de temas que alternaban con sus temas más aclamados como «Divinyls», «Burn for me» o «Gemini» que coreaba todo el mundo, aunque ya estuviéramos entrados a la madrugada.

«Satellite» y «Paralyzed» comenzaron la parte final del show con más bailes, teclados y coros de las geniales the Aeromanticas (Anna Brygård y Åsa Lundman). Acabaron con «Stiletto» y una «West Ruth Ave» que acabó con una conga (o quizá varias) cerca a las 3 de la mañana, un final de locos.

Está más que hablado lo de la versatilidad de Bjorn siendo el cantante de Soilwork cuando se enfunda sus mocasines y su capa para cantar todos estos temas… le vimos un señor frontman con una elegancia extrema y que puede cantar lo sea. Su banda le sigue a la zaga desarrollando una base instrumental exquisita y bailonga a partes iguales.

Hasta aquí es lo que dio de sí la segunda edición del Lion Rock Fest, camino de la excelencia (como nos hemos encargado de argumentar en todo el artículo), mejores luces, mejor sonido, nuevas gradas en el recinto, aunque con los mismos puestos de cambio de moneda (este año nos dio la sensación de que fue más ágil) y de comida. Entre grupo y grupo se anunció que iba a haber tercera edición, así que esperamos que la organización siga mejorando, así como esta segunda edición ha evolucionado de la primera, esperamos estar ahí para contarlo, pero sobre todo vivirlo. Gracias un año más a toda la organización por vuestra amabilidad y el exquisito trato.

De momento lo próximo que nos dejan es una alianza con sus paisanos castellanos del Z Live! para traernos a Schenker celebrando su etapa con UFO con Erik Grönwall a las voces junto a la agradable sorpresa de ver de nuevo a unos fantásticos Human Zoo el próximo mes de Mayo, contando los días. Enhorabuena Lion Rock Fest, lo habéis vuelto a hacer.

David Aresté
fotos: Susana Manzanares

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