Mojothunder – 30 de Marzo 2023 – Sala Clamores (Madrid)

La primavera de conciertos seguía añadiendo fechas que no nos podíamos perder, como la gira de los americanos Mojothunder, unos desconocidos para nuestro circuito habitual que, tras su paso por nuestro país, seguro que ya han dejado de serlo. 

Que la gente de The Mad Note Co. tenga un don para la exclusividad y calidad agendando bandas por España no es nada nuevo, así que siempre hay que estar muy pendiente de su selecta lista de conciertos programados, ya que puede pasar que nos encontremos nombres como los de Mojothunder y sería imperdonable dejarlos escapar. En un maratón de casi dos semanas a concierto por día, los esperamos en su cita con el público de la capital.

 

Procedentes de Kentucky, ésta joven banda venía a presentar su primer disco “Hymns for the Electric Church”, editado en plena pandemia y que por fin ahora han podido salir a presentarlo tal y como le ha pasado a multitud de grupos. Días atrás hicimos un análisis exhaustivo sobre el lanzamiento y, si teníamos alguna duda, nos quedó más que claro que teníamos que verlos en vivo sí o sí. 

Sin banda invitada, pocos minutos más tarde de la hora marcada salió el cuarteto para empezar con ‘Blackbird’, tema de contacto con esas guitarras dobladas con aires skynyrd que tanto nos gustan a los amantes de los sonidos sureños, aunque ellos más definen su estilo como southern alternative. Un gran comienzo sin duda, sobre todo si va seguido de la intro del ‘Movin’ Out’ de Aerosmith para enlazarlo con su ‘Movin On’, vistoso y efectivo juego de palabras que define el detalle en un buen trabajo de grupo y deja ver un poco por dónde van los tiros.

 

En adelante, la línea estaba marcada, una sucesión de temas que aglutinan sonidos que nos recuerdan por momentos al ritmo de The Black Crowes, a los riffs en una mezcla de Foghat con AC/DC o a las melodías pantanosas de los Lynyrd. Tienen bien aprendida la combinación, aunque a lo largo del concierto dejaron a veces a un lado la potencia en las guitarras para ofrecernos una sucesión de temas más melódicos como ‘No Good’ o ‘Sun Still Rises’ con grandes interpretaciones vocales de Sean Sullivan, recordándonos por momentos a un Paul Rodgers en sus tiempos jóvenes. Pero para mi gusto, encuentro algo contraproducente enlazar los temas algo más lentos muy seguidos, pues corremos el riesgo de sumirnos en el temido bajón… Por suerte, saben encender muy bien la mecha de nuevo y levantaron la sala con una fantástica ‘Babylon’… marchosa, bailonga y muy potente… de las mejores del disco y en vivo no podía pasar desapercibida. 

Nos bajaron de nuevo las revoluciones con ‘Soul’ y ‘Fine’, haciendo gala de su EP anterior “Loose Lips” y que nos volvió a enseñar de nuevo el lado intimista y personal de la banda con Sean destacando de nuevo su versatilidad a las voces. Todo el show plagado de guiños sureños, setenteros, y por momentos más actuales, conforman la identidad y las influencias del grupo. Con ‘Bulleit’, ‘Rising Sun’ (otra vez Paul y Bad Company), ‘Holy Ghost’ y ‘Jack’s Axe’, nos mostraron la verdadera esencia del grupo y donde se les ve más cómodos y con ganas de darlo todo. La banda al completo disfrutó hasta el último minuto, Zal Shoopman a la batería quedó algo tapado por el trío de primera fila como es lógico por su posición, pero sin desmerecer un ápice su gran papel.

 

De Sean a la cabeza ya nos ha quedado claro que como frontman y voz cantante, nunca mejor dicho, nada más que añadir. Aunque hubiera agradecido algo más de movimiento por parte de Bryson Willoughby, genial a la guitarra, pero muy paradete durante todo el concierto hasta el final, que se soltó la melena y lo dio todo, nos gustó mucho verle así, aunque fuera en el último tema, ojalá se hubiera arrancado antes. No así Andrew Brockman, un tipo simpático y muy divertido y un auténtico espectáculo al bajo que nos alegró la noche con sus bailes. 

Para acabar tras ese final y para poner la guinda nos ofrecieron una version del All Right Now de Free que hizo las delicias de aquellos que tenían el cuerpo setentero y lo disfrutaron, me incluyo, lo disfrutamos, cantando el mítico estribillo. Un digno fin de fiesta donde verdaderamente se ve a un grupo con personalidad y que prometen mucho, mucho, y sólo hay que ver que han llenado las salas a su paso por nuestro país. Si los has visto en esta gira enhorabuena, y si no, la próxima vez no te los pierdas porque seguro que lo harán mejor…

Texto: Susana Manzanares
Fotos: David Aresté