Nick Mason’s Saucerful of Secrets- 10 de Julio 2022 – Noches del Botánico (Madrid)
El pasado 10 de julio nos visitó en Madrid, dentro del calendario de espectáculos que nos ofrece Noches del Botánico, el batería de Pink Floyd con su banda; en una tarde noche muy calurosa, que se hacía más o menos llevadera, dentro del Jardín Botánico de la Universidad Complutense.
Texto y fotos:Toni Marchante
Y es que hay que decir, que el concepto de “Noches del Botánico” que se viene repitiendo en los últimos años (con el paréntesis de 2020 por la pandemia), viene superándose cada año, ofreciendo variados conciertos de gran nivel, con una oferta más que atractiva de restauración y zonas de descanso, convirtiendo los momentos de antes y después de los conciertos en toda una experiencia.
Es un enclave ideal para llegar antes del concierto, tomarte algo con los amigos, disfrutar de música en directo y luego poder continuar la velada de forma placentera. El recinto del concierto como siempre, acogedor, con un gran escenario y buena visibilidad desde cualquier punto. Nuestras felicitaciones a la organización, esperando que este proyecto continúe durante muchos años.
Nick Mason tuvo la brillante idea en 2018 formar un grupo con la idea de realizar conciertos, donde se interpretaran temas de la primera etapa de Pink Floyd. En concreto, de los álbumes anteriores a “The Dark Side of the Moon”. Canciones que, salvo alguna excepción (“One of these days” o “Astronomy Domine”), se olvidaron en los repertorios de las giras de la última época de la banda, allá por el siglo pasado.
De la primera gira de Nick Mason´s Saucerful of Secrets, se lanzó un directo en audio y video registrado en el Roundhouse. Y a la vista del éxito, planificaron una gira más extensa, que se vio interrumpida por la pandemia. La banda ha retomado la idea y se ha echado a la carretera para completar el proyecto.
Tras visualizar el concierto de esa noche, podemos concluir que es todo un acierto y un regalo para los amantes de Pink Floyd, poder disfrutar de un espectáculo como este. Porque Nick Mason ha sabido rodearse de unos músicos comprometidos amantes de Pink Floyd, que nos hacen percibir aquellos temas, con toda su esencia, pero interpretados medio siglo después, con los medios actuales.
Para empezar Nick tiene como bajista y voz a Guy Pratt, quien se casó con la hija del fallecido teclista de Pink Floyd Richard Wright y se acabaron divorciando. Guy Pratt es básicamente quien relevó a Roger Waters en los conciertos en vivo de Pink Floyd tras su marcha, además de ser un prestigioso músico de estudio (David Gilmour, Brian Ferry, Gary Moore, Madonna, Michael Jackson, etc..).
Por otro lado, el que fuera guitarrista de los new romantics Spandau Ballet, Gary Kemp , se hace cargo de las guitarras y la voz también. A los teclados cuenta con Dom Beken (Transit Kings) y Lee Harris también acompaña a las guitarras.
Escuchar esa noche estas canciones forjadas entre 1967 y 1972, con las tecnologías actuales, ciñéndose a las originales, con una guitarra más e interpretadas por estos músicos, fue una experiencia inolvidable.
La banda estructuró la velada en dos sets y un bis generoso. El primer set de una hora de duración, dio paso a un descanso de 20 minutos para acometer el segundo set que duró 45 minutos, concluyendo con un encore de cuarto de hora.
Llegada la hora de comienzo a las 22:00, iniciaron de forma puntual, cuando el sol ya se iba desvaneciendo. Sonaron las primeras notas del bajo de Guy Pratt , mientras cada uno iba ocupando su posición, en lo que fue el comienzo del concierto, con el cásico “One of these days”; la apertura de su álbum “Meddle”, muy bien recibida por el público.
Tras finalizar, Nick Mason, al que vimos en un gran estado de forma, ya que no hay que obviar que tiene 78 años, agarró el micrófono y tuvo unas palabras para el público. Nick nos recordó que la última vez que tocó en Madrid fue en 1988 y preguntó si había alguien entre el público que asistiera a ese concierto.
Le siguió “Arnold Layne” que fue el primer single de Pink Floyd allá por 1967, siguiendo las tendencias pop de aquellos momentos, a lo The Beatles, incluida en su recopilatorio “Relics” e interpretada a la voz por Gary Kemp con algún que otro deje a lo Bowie.
Comenzó a sonar el “You´ll never walk alone” de los hinchas del Liverpool para dar entrada al igual que en el disco a “Fairless”, de nuevo de su álbum “Meddle”, en una producción visual muy atractiva por su colorido. “Fearless” terminó como comenzó, con el coro futbolístico.
Sin mediar nos introducimos de lleno en el mundo de la sicodelia a través de la hipnótica “Oscured by clouds”, donde pudimos apreciar lo comentado anteriormente, de escuchar este tema con instrumentos más modernos y por tanto con mayor versatilidad, sin perder nunca la fidelidad ni el espíritu de la canción.
Cambio radical ofreciéndonos un paquete englobando tres temas “When You’re In”, un tema del mismo álbum que el tema anterior, “Candy and a Currant Bun” y “Vegetable Man”, estas últimas de 1967, con actitud sicodélica pero con tonalidades punk setenteras, gracias a la voz de Gary Kemp.
Al finalizar este pack, Nick Mason quiso recordar a Syd Barrett pidiendo un aplauso de homenaje que fue gratamente correspondido. Nos contó que “Vegetable Man” nunca fue tocada en directo por Pink Floyd y empezó a enumerar bandas de versiones de Pink Floyd remarcando que no la tocaron en directo, incluso ni el Conde Drácula la tocó en directo…concluyendo, que ellos son los únicos que la han tocado en directo.
Tras esto nos introducimos en las entrañas de la vaca, con la interpretación de “If” que dio paso a una magistral “Atom Heart Mother” muy celebrada por el púbico, con imágenes sicodélicas en la pantalla trasera en una experiencia memorable.”If(reprise)” finalizó el momento del concierto dedicado al gran “Atom heart mother”.
Llegó el momento para su álbum de 1968 “A Saucerful of Secrets” del que nos interpretaron dos temas, dejando un tercero para la parte del bis. El primero fue “Remember a day” aprovechando la finalización para presentar a la banda.
El segundo fue “Set the Controls for the Heart of the Sun”. Nick comentó que esta canción se recuerda por ver en el video a Roger Waters golpeando el gong. Nick aclaró que el que tenía detrás era su gong y que lo iba a tocar él, comenzando así en tema que cerró el primer set en un baño sonoro de pura sicodelia.
Tras 20 minutos de descanso en el que muchos aprovechamos para agenciarnos un refrigerio, comenzó el segundo set con un clásico de su álbum debut “Astronomy Domine”, bajo un fondo de proyecciones cósmicas en una interpretación impecable.
Al grito de Rock & Roll! por parte de Gary Kemp, nos ofrecieron la rockera “The Nile Song”, única contribución de la noche del álbum “More”, donde destacaron los solos de guitarra tanto de Kemp como de Lee Harris. Una canción, donde en su original no hay teclados, pero esa noche, Dom Beken arropó el tema con unos teclados sonido Hammond mejorando con creces la versión de estudio.
Guy Pratt tomó la palabra para comentarnos el tema estrenado hace unos meses por Pink Floyd junto al ucraniano Andriy Khlyvnyuk llamado “Hey Hey Rise Up”. Un homenaje al pueblo ucraniano por todo lo que están pasando y que ha provocado que Pink Floyd publique un tema después de 28 años. En esta canción participan Nick Mason y Guy Pratt .
Tras ese homenaje, fue el momento de recuperar su álbum de 1972 “Oscured by clouds”, cayendo dos temas, “Burning bridges” que se encargó de rebajar la tensión rockera del corte anterior y “Childhood’s End”, muy en la línea del sonido clásico de la banda.
Gary Kemp nos contó tras estas canciones, lo bonita que era la ciudad de Madrid, nos habló de sus podcast, de las Rock Star y de las camisetas. Mencionó que no se ven camisetas de Greenslade, Gentle Giant o Jethro Tull provocando el clamor del público al mencionar estos clásicos del progresivo, finalizando con que no veía ninguna camiseta de Spandau Ballet, su banda más emblemática, provocando las risas del respetable.
Tras el momento divertido, dio paso, volviendo a homenajear a Syd Barrett, al corte del álbum debut “Lucifer Sam”. Una canción de la que estoy seguro tomaron nota grupos como Nirvana. Destacable de nuevo Dom Beken en el trabajo a los teclados.
El escenario se quedó a oscuras mientras se proyectaba una esfera de líneas blancas y el primer pitido del sonar levantó una gran ovación, “Echoes” había llegado. Casi doce minutos de éxtasis total, en una interpretación magistral de un de los grandes temas épicos de la banda. Sin duda el momento estelar de la noche, que terminó con el público entregado aplaudiendo en pie.
Con esto concluyo el segundo set y tras dejar el escenario, sin mucha dilación, retomaron los instrumentos para arrancar con el segundo sencillo que lanzó en 1967 Pink Floyd en su carrera. “See Emily Play” tiene todos los parámetros de las canciones pop de la época y así lo transmitieron.
El penúltimo tema en sonar es otro as en la manga, “Saucerful of Secrets” con especial énfasis en su grandiosa parte final. La parte inicial es un compendio aleatorio de sicodelia, pero la parte final, la llamada “Celestial Voices”, con esos teclados que emocionan, un Lee Harris soberbio a la guitarra y ese crecimiento pausado culminando el tema en lo más alto, para mi es sublime y lo disfruté intensamente.
El colofón vino de la mano de una canción corta, alegre y divertida como es “Bike” que cierra su álbum debut “The Piper at the gates of dawn” (1967) y paralelamente sirve para cerrar una velada inolvidable.
Gran concierto de Nick Mason´s Saucerful of Secrets, una gran idea para recuperar y rememorar los discos que se encuentra en la cara oculta del “The dark side of the Moon”. No me queda más que mostrar mi admiración por una persona de 78 años, que dio un recital con el resto de su banda, en un concierto que no decayó en ningún momento, manteniendo siempre el nivel de calidad musical.
Disfrutamos de un buen sonido, algo que garantiza sin dudas el recinto. Un concierto inolvidable y obligatorio para tener un conocimiento de la gran obra creada por la banda más representativa del prog-sicodélico. Un acierto absoluto de Nick Mason que suele tener buenas ideas, como este proyecto que nos permite vivir experiencias de este tipo, o la exposición “Pink Floyd Exhibition” que permitió a mucha gente conocer y disfrutar más de esta icónica banda.
Esperamos y deseamos que la salud siga acompañando y podamos disfrutar de futuras giras, mutando repertorios, porque como siempre, se queda algo en el tintero que a alguna le hubiese gustado escuchar, en mi caso, de esa época “Let there be more light”, esperemos que para la próxima.