Ravenblood + Frozen Shield – 04 de diciembre 2021 – Sala Bóveda (Barcelona)
El movimiento por las salas de Barcelona vuelve a tomar forma y cada vez la selección de conciertos es más variada para los amantes del rock/metal. El pasado 4 de diciembre la Sala Bóveda recibía a Frozen Shield y Ravenblood, los dos presentando sus nuevos trabajos estrenados este 2021.
Los encargados de abrir la fría jornada fueron los vikingos de Frozen Shield, quienes nos tenían preparados un escenario impoluto y lleno de sorpresas. “Canvas of Snow” daba paso a la apertura. Como era de esperar show que se concentraría plenamente en Ínia, el último álbum estrenado el 5 de noviembre y cuyo tema que le da nombre al disco no podía estar ausente.
Frozen Shield presentaron Ínia ante sus seguidores de Barcelona
La potente presencia de Ümbra daría paso a “Land Under Storm”, acompañada de la gran orquestación y músicos en escena que hicieron que sonara gigantesca en directo. El corte “Path the Oblivion” fue la única que nos dejaron ver de Deafening Woods, el primer trabajo de la banda lanzado el año 2014. Aquella vendría de la mano de Xavi Madfoly, ex cantante de Frozen Shield para avivar la nostalgia entre los asistentes.
La segunda colaboración vendría con “Warrior Woman” junto a la cantante Clau Violette de Astray Valley. La impactante interpretación de Clau, quien acompañada a Ümbra lograron transmitirnos a todos su gran conexión arriba del escenario y animar a la audiencia de Bóveda.
Clau Violette de Astray Valley fue una de las colaboraciones de la noche
Entrando en la recta final sonaría “The Lair Of Mad Magician” que entre brebajes y conjuros volcados al metal se fusionan para darnos momentazos como este. Para cerrar nos esperaría –como no- “The Greatest Journey”, uno de sus últimos videos musicales con el que logran introducirnos de lleno en su narración y aventuras. También cave mencionar las tremendas aportaciones de Pau Vásquez en el violín agregándole el toque de encanto y Víctor Gato (Perennial Isolation) en la batería fueron claves para que la fiesta fuera del todo inolvidable.
Los pequeños detalles son una característica clave en la música de Frozen Shield, tanto musicalmente como audiovisualmente. Cada canción busca sacarnos de nuestra cabeza y llevarnos a mundos de fantasía con historias entrañables e heroicas.
Puntuales seguirían Ravenblood quienes se dedicaron a repasar a lo grande sus diez años como agrupación. Llevándonos directamente a Beyond the Ghost’s Pride sonarían los primeros acordes de “King Among Slaves” para los más acérrimos fanáticos de la banda. Siguiendo la línea de tracks antiguos con “Purge” sonando como bomba y fuera de órbita.
Ravenblood presentaron «Resurgent» ante la Sala Bóveda
Los temas de su buen disco “Resurgent” no se harían esperar más, lanzándonos “Crow’s Call”, donde Daniel se luce con su gran técnica sobre el escenario y su intensos guturales característicos del cantante. Volvemos al 2018 con “Out the Universe” del discazo Essentia del 2018. Una pequeña intro nos lleva a “Silence and Death”, uno de los imperdibles en vivo sin lugar a dudas. La colisión de los sonidos y la rapidez de sus ejecutantes hacen de este laberinto asombroso sea un win total.
El repertorio como lo anticipábamos tendría una selección para todos los gustos. La intensa “Cold Wind” se entrelaza con “Pathfinder”, esa pizca de folk épica de sus inicios que funciona a la perfección para a animar al público. Un poco de nostalgia junto a “Love or Truth”, una rara mezcla de sentimientos de caos y desolación compacta con los afilados riff.
Grandes temas de Death melódico sonaron durante toda la noche
Infaltable “Resurgent” con la intro de bajo que resalta desde el primer segundo y nos abre la puerta de este renacer de Ravenblood. Un cierre inesperado y con ganas de seguir escuchando más sobre estos cuervos de sangre.
Se nota con creces unos nuevos Ravenblood más unidos y consolidados, preparados para darle rienda suelta a característico Death Metal Melódico. Preparados para todo lo que se viene el 2022 –según las condiciones lo permitan-.
Texto y fotos: Karina Báez O.