Los Zigarros – 28 de Diciembre 2024 – Sala Razzmatazz (Barcelona)

A menos de 500 metros de la grande de las Razzmatazz vivimos hace 11 años el primer concierto de Los Zigarros en Barcelona en la mítica y entrañable RockSound. 11 años después, la RockSound por desgracia ha desaparecido y en su lugar se levanta un triste y anodino bloque de oficinas… esos pocos pasos que la separaban de la Razzmatazz, con tan solo cruzar la acera, representan el gran éxito de la banda a lo largo de estos años y donde ya llegaron en 2022. Los hartazones de turrones y polvorones no fueron problema para que sus seguidores de la ciudad condal fueran al último peregrinaje del rock del año para casi llenar la grande de las Razz y confirmar el continuo aumento de popularidad de los valencianos. Conscientes de las fechas que eran, dejaron una hora y media de margen desde la apertura de puertas hasta el inicio del concierto para que todo el mundo llegara a tiempo.

Teniendo ese tiempo suficiente el show empezó más que puntual con la entrada de los músicos al escenario sin intros ni fanfarrias épicas… al compás de baquetas de Adrián comenzaron crudos y a pelo con “Suena rock & roll”, ramoniana a tope y más punk de lo normal por pisar el acelerador del directo que contagió a “Mis amigos”,versión del tema de Flying Rebollos. Tras llevarnos al máximo nada más empezar se estabilizaban con dos temas más melódicos, los nuevos “Con sólo un movimiento” y “Acantilados”, más trabajado el primero pero más celebrado el segundo, cosas del directo, y nunca mejor dicho.

Aún no habían hablado al público y con un tímido “Bona Nit” de Ovidi seguían disparando sus mejores temas como si se tratara del final del concierto. “Rock rápido” hizo gala de su nombre para “Cayendo por el agujero” sonara tan en bloque como siempre. “Engorilados” por el directo “Odiar me gusta” mantuvo su elegancia pero siguió sonando ácida y rebelde, como de “Resaca” que oyeron el estribillo cantado de forma unánime desde el Tibidabo. Como fin de fiesta anticipada nos ofrecieron un “Voy a bailar encima de ti” que volvimos a cantar todo el mundo que estábamos por allí.

¿Dónde estaban los temas nuevos?… llegó su momento, no preocuparse… “Mi rock perdido” suena algo más lineal que la de Los Rodríguez y que han grabado para su último Directo desde Estudio Uno (que suena mejor con más detalles) sirvió de previa para soltar todos los temas nuevos de golpe. Si el anterior pierde el áurea del Estudio Uno, “No Pain No Gain” la mantiene ya que sigue sonando pegadiza y vacilona gracias a ese filtro de distorsión de cualquier directo.

Para mantener esa esencia clásica, Ovidi se sentó al teclado y demostró su valía también a las teclas para encarar esta lista de temas nuevos. Desde los de pista de baile con  “100.000 bolas de cristal” y “No sé lo que me pasa” (más reconocida la primera que la segunda) o la cabaretera “Cómo quisiera”. Como sorpresa se hicieron la intro de “Desde que ya no eres mía” a piano y voz cúal balada para que luego explotase a más de la mitad del tema entrando toda la banda acabando el tema en su formato habitual.

Prendía la mecha de nuevo con “A todo que sí” y “Malas decisiones” donde la gente volvió a cantar hasta la última nota, sobre todo del primero. Cuando si se lió gorda fue en “Dispárame”, buque insignia del grupo y que es caballo ganador con todo el mundo cantando y bailando. Como hacían antaño, enlazaron una parte del tema con “My Generation” de los Who, enloqueciendo aún más si cabe al personal antes de irnos a los bises.

Quedaban tres temas que tenían que sonar sí o sí así que ya teníamos los bises, pero no fue así ya que hubo un cuarto que no teníamos presente… La ronda final la empezó “Apaga la radio” con la consecuente locura del personal cantando cada una de las notas; no entendemos tal devoción por esa canción cuando podrían haber añadido alguna mejor como “Barcelona”, que por lógica podrían haber tocado esa noche.

Con la gente preparada para el final, cayó la trinidad del Rock con “Hablar, hablar, hablar…” de nuevo más rápida de lo normal con aromas pseudo punks, “Dentro de la ley” esta sí que gana rockeo y vacile con los arreglos de Ovidi Lee Lewis y el final con “¿Qué demonios hago yo aquí?”, digno final de fiesta con todo el mundo de nuevo cantando y bailando.

Poco hay que decir de la puesta en escena de la banda. Una banda que mantiene su formación desde los primeros días y que demuestra un estado de forma envidiable. Todos tienen aprendido su rol y lo ejecutan más allá de sus posibilidades, es lo que tiene el trabajo constante.

Estuvimos en RockSound, la Sol, Bikini, Riviera, Circo Price… y ahora la grande de las Razzmatazz, nos falta el cromo del Wizink del próximo mes de Febrero para completar la colección de una evolución más que merecida y seguir estando orgullosos de explicárosla.

Texto: David Aresté
Fotos: Susana Manzanares