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Z! Live’23 días 1 y 2: Marcados por tormentas y Metal en Zamora

Z! Live’23 días 1 y 2: Marcados por tormentas y Metal en Zamora

Cuando uno recorre varios kilómetros por un festival esperaría que las condiciones que lo acompañen sean los mínimos de agradables para poder disfrutar de las vacaciones elegidas. Sobre todo en Junio que se ha convertido en un overbooking de festivales increíbles. Es aquí donde entra Z! Live Ya a competir con los grandes junto a la mejora de las infraestructuras y un cartel ambicioso por donde se le mirase.

Es así como se emprendió rumbo (en mi caso Barcelona – Zamora) ya con la info de que Toro on the Rocks fue suspendido por las tremendas lluvias que azotaban a la ciudad. Un mal presagio que lamentablemente se dio también en Zamora los dos días siguientes. Las caídas inminentes de The Broken Horizon y Diabulus in Musica después de la tromba de lluvia que cayó sobre las 14:00hrs dejo completamente inhabilitado los escenarios principales, seguidos también cancelaron Rise to Fall y The Heretic Order.

Toda la gente que nos agolpamos en las filas para poder entrar al recinto estábamos algo desconcertadas al ver que las puertas no abrían, pero al cabo de unos minutos el personal del festival nos comentó que había que esperar 3hrs para que los equipos se secaran pero igualmente podríamos entrar a la zona de conciertos. Un sentimiento encontrado por la mala pasada del clima nos tuvo deambulando por las distintas zonas del festi: merch, barra, foodtrucks y el mini mercado heavy hasta esperar la primera banda: Ross the Boss.

A pesar de que Ross the Boss es uno de los números que más se repite en los festivales españoles nunca había tenido el placer de verlo tocar en vivo. El setlist repasó todas las aristas de Manowar volviendo loca a la gente que en esos momentos estaba en el Silver Stage. Un buen calentamiento con “Blood of the Kings” y “Heart of Steel”, elecciones dignas de festivales para arrasar con todo a su paso. 35 años celebra el Kings Of Metal alrededor del globo con su extenso tour, seguro que lo vivido en el Z se recordará por mucho tiempo.

Desde el Cooper Stage nos tocaría darle la bienvenida a Septicflesh. Los griegos partieron a lo grande con las orquestaciones que los caracterizan para darle paso a “Portrait of a Headless Man”. Lamentablemente el sonido no fue un aliado de los abanderados de Nuclear Blast y gran parte del show dependiendo de la ubicación se hacía muy difícil hasta reconocer las canciones. Un detalle que poco a poco se fue corrigiendo mientras avanzaba el concierto. “The Vampire from Nazareth” y “Pyramid God” sacados del gran The Great Mass se llevaron los aplausos de los metalheads cubriendo gran parte del área. Fue una presentación muy buena, realmente los años de trayectoria pesan por los atenienses y se nota que están en su mejor momento tanto musical y como banda.

Uno de los grandes nombres de este cartel y el más temido que cancelara fue Symphony X, quienes sin problema se estuvieron paseando por el escenario tomando una cerveza o simplemente charlando con la gente previa a su concierto como sin importar el ajetreo que trajo la lluvia intensa. En lo personal Symphony X ha sido uno de los mejores shows que paso por el Z este año y una de las pocas oportunidades que tendremos de verlos este verano, ya que, las escasas 4 fechas que han destinado para los festis dejaron sin opciones a los fanáticos y muchos de ellos llegaron a Zamora especialmente para ver a Russell Allen y Michael Romero en acción.

Desde el 2015 que no tenemos nada nuevo por parte de la banda así que todo lo que sucedió en el escenario fueron clásicos muy bien envejecidos. La conexión de los miembros de la banda es innegable y a pesar de las complejidades de su música a simple vista la presentan como si fuera todo muy sencillo. “Sea of Lies” y “Without You” nos robaron el corazón fácilmente al igual que el carisma de Russel que esta de chiste en todo momento y hace el show súper dinámico. Esta ha sido mi primera experiencia junto a SX, siempre me ha tocado ver a estos músicos por separado, así que ha sido todo un privilegio.

Desde el otro escenario le tocaría el turno a Amorphis de agregar el lado más oscuro a la jornada. La trayectoria del grupo acompañado de sus últimas placas hace que su nombre se eleve en los carteles internacionales. Así que muchos se agolparon a las vallas con tiempo para tener la mejor posición para este show. El amplio registro vocal de Tomi Joutsen gana mucho en vivo, más que en las placas dándole la fuerza necesaria para tener a todo Zamora hipnotizado.

A nivel fotográfico fue todo un desafío, ya que las luces no nos acompañaron mucho y la posición tampoco, pero fue una constante de todo el festival al no tener foso en esta edición. Una lucha constante entre captar las mejores imágenes versus proteger el equipo fotográfico. Amorphis ya están coronados como uno de los grandes del genero y consolidados, cualquier falla técnica (sobre todo al principio) nunca opacará su puesta en escena y vitalidad sobre las tablas).

Hablando de dificultades el show de Michael Schenker podimos captar muy pocos momentos por la aglomeración de gente, pero no impidió que disfrutáramos de uno de los headliners más apetecidos de este cartel. Las cartas estaban ya echadas después de la repentina ida de Ronnie Romero hace pocas semanas. Así que todos los ojos estaban puestos en Robin McAuley y este revival de McAuley Schenker 2023. Una alianza que perdura desde 1986 y vuelve como la voz del gran proyecto de Schenker.

Obviamente el destacado guitarrista nos tiró todo a la parrilla, muchos temas de U.F.O llevando a los old school al delirio máximo. A pesar de haberlos vistos recientemente Michael se había relajado y participativo con la gente, lo mismo cobre McAuley, muy cercano y con una voz que no le pasan los años encima. MSG se mantiene en muy buena forma y seguramente que los tendremos nuevamente en tierras españolas lo antes posible.

Día 2: Ante el diluvio universal siempre sale el sol

He querido juntar este día con el primero solamente para hacer una reflexión de todo lo que nos pasó porque son anécdotas que cuando las piensas con la mente fría quedan para recordarlas toda la vida. Hay muchas cosas que se dijeron y otras que realmente se pensaban que estaban preparadas a prueba de todo, pero cuando realmente tienes el marrón encima es muy difícil saber cuales son las acciones y palabras correctas, por lo cual, desde nuestra parte quería brindarle todo mi apoyo al festival.

Pudimos disfrutar de nuestra homilía favorita junto a El Altar del Holocausto, una de las bandas que tuvieron que cancelar el año pasado por la situación climática. Así que las ganas eran el doble. Detrás del Cooper Stage se venia la tormenta venir con todo, nubes negras por doquier, pero así igualmente le daba un rollo mágico a uno de los shows mas tremendos del post-metal o como se le quiera llamar al estilo de El Altar del Holocausto.

Desde el wall of death nos tuvimos que salir disparados a refugiarnos en el techo más cercano, algunos valientes seguían al pie del cañon esperando en el Silver Stage a lo que sería Insomnium pero finalmente se transformó en una piscina de barro. Ya todos en un lugar secos se podría apreciar el panorama negro que se esperaba para el día. A pesar de que paró y pudimos volver al lio, a la espera que ANGRA pudiera salir al escenario a hacer de las suyas. Las pruebas de sonido y la coordinación en el escenario visto desde abajo era un caos, pero el bajo de Felipe Andreoli sonaba potente, así que de alguna forma las ganas nos volvieron al cuerpo y seguimos esperando en las primeras filas impacientes. Como era de esperar, el tiempo no dio tregua alguna y tuvimos que volver al recinto de Ifeza, esta vez de forma permanente para ya darle un cierre final a la jornada de la mano de Eluveitie quienes interpretaron 3 temas acústicos completamente improvisados para no dejar a sus fanáticos con las ganas. Todo lo demás fue cancelado muy a nuestro pesar. Insomnium, Angra, Eluveitie, Exodus, Airbourne, Noctem, Saratoga y Gigatrón los caídos del cartel.

Nos devolvimos a casa mojados, con el equipo fotográfico a duras penas seco y con un sabor amargo, pero realmente nos quedamos con todos los zamoranos que nos cruzamos por la calle o donde terminamos cenando algo poco por la noche, toda gente muy amable y agradecidos de que gente de fuera venga a su ciudad. Lo mismo la gente de la producción, a pesar del bajón siempre intentaron mantener todo hasta que el equipo de seguridad dio su ultima palabra. La maldición del ZLive Se repetía otro año mas con más fuerza, pero seguro que ha dejado mas de una enseñanza a todos. Pasa en Hellfest, pasa en Wacken y en todos los grandes festis, es algo impredecible pero aun nos quedaba un día entero con buen pronostico meteorológico por disfrutar, así que borrón y cuenta nueva.

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