Surgidos de Madrid, nos sorprendieron en 2007 con un impresionante debut de death melódico y sinfónico en Descent, que repitieron en un minicd dos años después donde mantenían el mismo estilo, incluso más veloz. Ahora aparecen con su tercer trabajo, Act III, para mostrarnos casi cuatro años y medio después que siguen muy en forma pero con algún cambio, y no sólo de formación. |
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Nota:8/10 |
Lo primero que nos encontramos es la acertada portada del cd y el fichaje por la discográfica finlandesa Inverse Records, con la cual gozarán a buen seguro de una distribución internacional mayor que sus dos anteriores trabajos, que fueron autoeditados por la banda y que podéis descargar gratuitamente o comprar físicamente en su propia web.
Este nuevo trabajo vuelve a tener una buenísima producción a cargo de Alberto Seara (Sôber, Hamlet) y descubrimos nuevos componentes, que si bien no nos pilla por sorpresa, todavía no habíamos escuchado en estudio. Israel Pérez y Rafa Sendra sustituyen a J. Sierra y J. Álvarez a la batería y bajo respectivamente.
Dawn of Tears se caracterizan por practicar un death melódico al más puro estilo nórdico, sobretodo influenciado por los actuales Dark Tranquillity, añadiendo algunos solos de guitarra orientados al heavy/power y muchos arreglos de teclado. Ciertas velocidades y partes más sinfónicas recuerdan también a Graveworm y además introducen diferentes tipos de voz, como en la inicial A Cursed Heritage. Un tema potente para comenzar el álbum donde J. Alonso parece el mismísimo Mikael Stanne al micrófono, guitarras con esas melodías tan explotadas por el death sueco (pero que Dawn of Tears saben hacer suyas) y un solo muy efectivo, adornando en ciertos momentos la canción con voces femeninas ya utilizadas también en sus anteriores trabajos.
En Lament of Madeleine nos muestran su lado más power metal, con esos riffs y melodías característicos del estilo junto al doble bombo, combinándolo todo con partes más tranquilas pero agresivas voces.The Darkest Secret empieza lenta, con unos teclados que suenan a órganos eclesiásticos pero se acaba convirtiendo en un auténtico trallazo.
Silent as Shades Are es posiblemente la canción más oscura, con cierto toque progresivo y donde vuelven a combinar voces de ambos sexos. En The 7th Seal nos regalan algunas de las partes más rápidas del disco y unas voces siniestras donde nos hace pensar en las influencia de Cradle of Filth, no tan presente en este álbum como en el anterior.
La acústica Oceans sirve de descanso para preparar la canción final, Prize Denied, otra muestra de la potencia de Dawn of Tears, un tema rápido que nos vuelve a recordar muchísimo a Dark Tranquillity, con un parón a media canción donde escuchamos voces distorsionadas para acabar otra vez acelerándose hasta un final perfecto con utilización de samples.
Gran trabajo de los madrileños que sin embargo no llega a superar a Descent, su gran obra maestra hasta la fecha. Este Act III:The Dying Eve da la sensación de ser algo más atmosférico, que con la ayuda de los teclados y voces femeninas le dan un aire aún más ¿gótico? que antes. También creemos que el trabajo de guitarras es algo inferior al debut y posee menos minutos de música. De todas formas es un buenísimo disco para amantes del género.
Texto: V
Temas:
1, A Cursed Heritage
2, Present of Guilt
3, Lament of Madeleine
4, The Darkest Secret
5, Silent as Shades Are
6, Angel Gone
7, The 7th Seal
8, Oceans
9, Prize Denied