El prolífero y polifacético músico canadiense Devin Townsend ha sido una fuente constante de música, produciendo una ecléctica variedad de discos a través de su larga trayectoria cuales son sumamente distintos entre sí. Luego de retirar su ultima banda colaborativa, The Devin Townsend Project, Townsend optó por crear el disco más expansivo de su carrera. Lo que logró es una obra maestra de metal progresivo con una visión años luz más allá que sus contemporáneos.
David F. McCloskey
Resumir una carrera tan diversa y productiva como la de Townsend en pocas palabras es una tarea imposible. Sus facetas han cruzado el metal extremo, la música electrónica, el rock progresivo, el blues, el country, la música acústica new age y una multiplicidad de géneros entremedio, todos con la misma atención al detalle que lo define.
Imaginar un disco que capture todo aspecto de su carrera en un solo lugar promete ser una experiencia alucinante, algo cual Empath cumple completamente. Pero para comprender como esto pudo ser posible, es digno estudiar el camino que llevó a Devin a crearlo.
Townsend siempre ha logrado tener el respeto y el cariño de sus seguidores gracias a la honestidad que el tiene sobre su proceso creativo. En el caso de Empath, el proceso que llevó a su creación fue tan profundo y elaborado como el producto final. Encaminando al lanzamiento del disco, Devin fue periódicamente lanzando documentales cortos, desde su origen conceptual, la selección de músicos, a la grabación y mezcla final. En todo momento, Townsend habla a flor de piel sobre como componer y llevar el disco a fruición fue un proceso auto-exploratorio. Explica que se siente más cómodo expresando sus sentimientos a través de su música que de cualquier otra manera y que cada disco ha sido un momento fotográfico para capturar su crecimiento emocional. Empath no es una excepción a esta regla. Devin explica que el disco explora la coexistencia entre polos opuestos y que documentar esa interacción de manera musical fue catártica para el.
Durante el proceso de composición, se topó con varios problemas relacionados a la magnitud de la composición que estaba llevando a cabo, por lo cual reclutó un grupo de músicos de la más alta calidad para ayudarlo: Mike Keneally (Frank Zappa) como director musical, Nathan Navarro en bajo, Chad Kroeger (Nickelback), Elliot Desagnes (Beneath the Massacre), Ryan Dhale (The Age of Electric, Limblifter), al igual que colaboradores que hemos escuchado en discos previos, como Steve Vai, Ché Aimee Dorval (Casualties of Cool), Anneke van Giersbergen y Adam “Nolly” Getgood (Periphery) como ingeniero.
Dicha complejidad en la composición llevó a Townsend a reclutar tres distintos bateristas: Morgan Agren (Frank Zappa, Fredrik Thordendal), Samuel “Samus” Paulicelli (Decrepit Birth, Abigail Williams) y Anup Sastry (Intervals, Monuments, Skyharbor, Jeff Loomis, Marty Friedman). Usando a Samus para las partes death metal, Anup para las partes de metal progresivo y Agren para las partes más sutiles, free-form, o excéntricas. Con este extraordinario reclutamiento, Townsend cubrió todas sus bases. Incluso, existen temas cuales más de un baterista grabó partes en una misma canción.
Para Devin era importante capturar el toque de voces operáticas, por cual reclutó al Elektra Women’s Choir y para el sonido orquestal contrató a Lord of the Sound Orchestra de Kiev. Ambas agrupaciones brillan durante todo el disco.
Mike Keneally fue importantel para el desarrollo de Empath y sirvió como un guía para canalizar las ideas caóticas que Devin tenía en la mesa y le ayudó a dar forma a lo que terminó siendo una bestia de disco.
Se llevó a su colección impresionante de músicos al legendario Monnow Valley Studios en Inglaterra, famoso por sus grabaciones de Led Zeppelin, Black Sabbath, entre otros. Townsend es conocido por un estilo de producción que le llaman una “pared de sonido”, donde ocurre tanto en la mezcla a una intensidad auditiva que es abrumador. Esto suele ser impactante pero se pierden detalles en la ola de sonido. En el caso de Empath, la mezcla es la más inmaculada que hemos escuchado en un disco de Townsend. Absolutamente cada detalle, instrumento, voz y suspiro es captado de una manera cristalina. Escuchar Empath en audífonos de alta calidad es una experiencia que transporta a uno fuera de si mismo.
Comenzando con una sensibilidad entre Ki y Epicloud en su uso de guitarras y mares de voces, Empath rapidamente entra en “Genesis”, tema cual indudablemente sirve como un ejemplo singular del concepto del disco. Al igual que Empath en general, “Genesis” suena como un compilado de cada elemento que Devin ha utilizado a traves de 25 discos y casi dos decadas de trabajo. Desde ritmos pegajosos que recuerdan a “Bend it Like Bender” del disco Addicted!, a pasajes de death metal intenso como Deconstructed, a pasajes dinámicos como Casualties of Cool. Es increíble como un concepto tan excéntrico de tantas piezas en movimiento funcionen juntas, pero Townsend lo logra con fluidez. Cada cambio fluye de una manera natural y orgánica, no importa cuan poco convencional o esquizofrénico suena bajo la lupa de la música tradicional.
Después de un tema tan intenso, “Spirits Will Collide” provee un respiro con uno de los cortes más accesibles del disco, cual nos da un sabor y una estructura que recuerda a Epicloud. Dicho disco resaltó en su uso de un talentoso coro de música gospel como acompañante de la banda. “Spirits Will Collide” sigue una vena similar, consistiendo en ritmos más sencillos que permiten el océano de voces nos llenen los oídos con armonías masivas de esperanza, crecimiento espiritual y de recuerdos de que no estamos solos en nuestras luchas internas.
Luego Evermore nos lleva a un mundo donde la orquesta de Kiev brilla en un complejo pero armonioso viaje de metal progresivo desde lo más sutil a lo más intenso, abriendo las compuertas para temas más caóticos a continuación.
El resto del disco cruza todo registro dinámico imaginable, excéntrico e impredecible, desde temas como “Why?” y “Requiem” que dan la impresión de ser movimientos de una opera con voces etéreas y arreglos de orquesta inspiradores, a temas como “Borderlands” , cual sorprende comenzando con un ritmo casi reggae que cruza a complejidades progresivas y voces de proporciones épicas.
Algo que le agradaría a muchos de sus seguidores es resaltar que en temas como “Hear Me” y “Singularity – There Be Monsters”, Devin vuelve a el tan extrañado sonido de Strapping Young Lad, siendo del material más pesado que ha grabado en disco desde el fallecimiento de dicha banda. De hecho, es digno mencionar que en “Singularity – There Be Monsters” existe un sabor a Death durante la epoca de Symbolic, Human e Individual Thought Patterns en una gloriosa parte. Chuck Schuldiner estaría orgulloso.
La influencia electronica de discos como The Hummer se deja sentir a través de todo Empath en interludios y detalles, pero en “Singularity – Curious Gods” se entrelaza con una atípica fusión de jazz y sonidos atmosféricos, cual conecta con “Singularity – Sillicon Scientists”, cual entre los riffs sutilmente polirítmicos y solos abstractos de guitarra, pudiese describirse parcialmente como el tema más semejante a Meshuggah que Townsend ha publicado.
El disco cierra con “Singularity – Here Comes The Sun”, una joya de metal progresivo que resalta cada elemento que hace a Townsend grande: guitarras creativas, composiciones interesantes, perfecta ejecución musical y melodías vocales memorables.
La diversidad auditiva del disco también contiene elementos de muchos otros de sus discos sobresalientes, como Ocean Machine, Infinity, Accelerated Evolution, Synchestra y más, pero sus influencias se encuentran entrelazadas entre todos los temas de maneras difícil de separar. Esta es parte de la magia del disco. Cada vez que uno lo escuche, va a descubrir detalles e influencias distintas. Discos que recompense al oyente de tal manera hoy en día son difíciles de encontrar.
En fin, Empath termina siendo un logro impresionante para cualquier músico y para Devin Townsend, es una hazaña sobrehumana lograr llevar todo de una mera idea a un inigualable disco de dicha magnitud. Eso dicho, esto también logra que la aventura musical de Empath no sea el disco más digerible de Devin Townsend en su totalidad, pero esto no le resta al genio que es el disco.
Como es típico de Townsend, el compuso 30 temas para un disco de 15, lanzando 10 temas adicionales como un bonus disc para la versión deluxe de Empath. Este segundo disco contiene varias joyas adicionales como “The Waiting Kind”, “Gulag” y “Summer”, lo cual lo hace una adición necesaria para cualquier fanático de Townsend.
Si su misión era crear una pieza de arte única en su proceso de crecimiento emocional, no hay duda alguna que Devin Townsend ha logrado su cometido.
David F. McCloskey
Temas:
Disco 1
1. Casataway
2. Genesis
3. Spirits Will Collide
4. Evermore
5. Sprite
6. Hear Me
7. Why?
8. Borderlands
9. Requiem
10. Singularity – Adrift
11. Singularity – I Am I
12. Singularity – There Be Monsters
13. Singularity – Curious Gods
14. Singularity – Silicon Scientists
15. Singularity – Here Comes The Sun!
Disco 2
1. The Contrarian (Demo)
2. King (Demo)
3. The Waiting Kind (Demo)
4. Empath (Demo)
5. Methuselah (Demo)
6. This Is Your Life (Demo)
7. Gulag (Demo)
8. Middle Aged Man
9. Total Collapse (Demo)
10. Summer (Demo)
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 1 – "Thesis"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 2 – "The End"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 3 – "…Empath"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 4 – "The People"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 5 – "A Special Presentation"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 6 – "Revelations"
– DEVIN TOWNSEND: Empath Documentary Episode 7 – "EMPATH"
– Devin Townsend – "Hear Me" – DRUMS
– Recording Drums with Devin Townsend!!
– Anup Sastry – Devin Townsend – Singularity Play Through
– Morgan Ågren / Devin Townsend – SPRITE Play Through