Luces…Cámara…¡Acción! En esta ocasión os proponemos un ejercicio cinematográfico. Vamos a trasladarnos a Arizona, al oeste estadounidense, al sur de Wilcox concretamente. Transcurre el año 1881. En una humilde granja aislada en kilómetros a la redonda, un hombre se entretiene calibrando su puntería, rifle de asalto en mano, disparando contra un vetusto cartel con la imagen de un inquietante sujeto, de nombre Hank, sobre el inconfundible mensaje “WANTED”. El misterioso individuo presenta barba de dos o más días, sombrero de cowboy, sonrisa torcida y mirada vacía, o al menos eso dejaban entrever los escasos huecos de la imagen que no habían sido ya agujereados por las balas de aquel sujeto. No descansa, y al atardecer su ímpetu será pospuesto hasta el día siguiente a favor de su descanso y su salud. Tiene un único propósito en su torcida vida: vengar la muerte de su amigo asesinado a manos del individuo de nombre Hank, cuya imagen ahora respira pólvora. Bienvenidos al salvaje y vengativo oeste.
La sinopsis anterior se identifica con el concepto de una historia ficticia, y como toda buena película, esta necesita de B.S.O. Ya que ese genio llamado Ennio Morricone nos dejó hace escasos años, es necesario contar con los servicios de alguien que ambiente como es debido nuestra historia. Tras estudiarlo debidamente, damos con la persona adecuada. Se trata del músico y productor alemán Alex Kraft (Tom Angelripper), quien ayudado en la sección musical por Dennis Ward (Pink Cream 69, Khymera), Sascha Tilger (Tom Angelripper) y Alex Weigand, lidera el proyecto DEZPERADOZ, una banda de músicos que, inspirados en los clichés del spaghetti western de los años 60’s – 70’s, darán forma a “An Eye for an Eye”, el título de la B.S.O, un trabajo de 12 temas que encerrará y contará armónicamente la historia del vengativo hombre. Nos centramos el grupo.
Entonces bajo el nombre de Desperados, Alex y su banda lograron hace dos años captar mi atención de manera especial. Entonces editaban “The Legend and the Truth”, un pretencioso trabajo que, adornado con las ilustres apariciones de Michael Weikath (Helloween), Tobias Sammet (Edguy Avantasia), Joacim Cans (Hammerfall, Cans) y Doro Pesch (Doro, Warlock), logró cuanto menos elevar el nombre de la banda a la categoría de “me suena” entre los metaleros europeos. Aclamado, el disco les llevó de gira con Axxis y Krokus, y fue entonces cuando constataron su calidad en estudio con una muy buena puesta en directo. Dezperadoz iban por buen camino y la distancia que les separaba de la confirmación como gran banda era exactamente de un disco.
Ya sin más alicientes que las geniales composiciones de Alex, que no es poco, Dezperadoz afrontan su mayor reto tratando, dos años después, de reafirmar su curiosa propuesta, que con los pies en la tierra no podemos calificar como novedosa, si bien antaño muchos grupos atinaron a combinar el rock o el metal con notas sureñas (Lynyrd Skynyrd o Molly Hatchet del lado rockero). “An Eye for an Eye” es la nueva historia conceptual del ‘todoterreno’ Alex, un trabajo que hará muy suyo el tópico de que un disco conceptual no es apto para ser escuchado salteadamente, ya que el CD es realmente como una película, con sus distintas partes, que para ser apreciado en su totalidad debería ser escuchado de principio a fin.
Musicalmente el cambio que se aprecia no es muy significativo y en líneas generales si te gustó “The Legend and the Truth” este “An Eye for an Eye” debería gustarte igualmente. Si parece un disco más maduro y complejo, más para disfrutar relajadamente como si del visionado de un filme se tratase, y no tanto para paladear como el resto de discos de metal que salen cada mes. Este es un tanto especial y puede que precise de algo más de dedicación, pudiendo incluso no entrar a la primera. No es un disco para tararear estribillos, no está compuesto de himnos, sino que es de esos que adquieren valor en su conjunto. Aún así, si puede decirse que la proporción de metal y rock aquí (obviando las influencias italo-western, presentes durante todo el minutaje) es casi equitativa, aunque en realidad las etiquetas aquí más allá de lo que los temas inspiran carecen de sentido.
Muy atrás quedó el thrash / heavy de “The Dawn of Dying”, su debut con Tom Angelripper a las voces que tanto recordamos cuando seis años después se editó el famoso Rebel Meets Rebel (con el trabajo de David Allan Coe y la formación clásica de Pantera exceptuando Phil Anselmo), pero aún así, y con la colaboración en un tema del propio Tom, cortes como “Here Comes the Pain” aún nos recuerdan a aquellos comienzos de los que seríamos conocedores muchos años después. La sensación de rabia y venganza la armonizan temas como “Hate”, precedida de la intro que da nombre al disco “Days of Thunder” o “Wild Times”, muy a lo Rage, tema repleto de efectos sonoros perfectamente comandados por Alex. Del otro lado, la incertidumbre, espera y las plantas rodadoras ruedan al son de cortes como la bonita “Give Up” o “May Heaven Strike Me Dawn”, que antes de dar paso a las guitarras guiña un ojo a la archiconocida B.S.O de “La Muerte Tenía un Precio”. Entre los temas encontramos también una versión del “Riders on the Store” de The Doors, muy a lo salvaje oeste, muy buena.
Al final la sensación es similar a la de haber presenciado un musical o una buena ‘peli’ del oeste: acción, venganza, tiros, un poco de humor (me remito a “When the Circus comes to Town”) y la mezcla será perfecta. Si nada de lo que habitualmente colma tu tienda de discos habitual te levanta el interés y no tienes prejuicios a la hora de afrontar algo diferente, si tú también tienes un poster de Clint Eastwood en tu cuarto o tienes el silbidito de “La Muerte Tenía un Precio” como melodía en tu móvil, el western metal de Dezperadoz probablemente sea lo que andas buscando.
Yiiihaaa!!!!
Raúl del Amo
Temas: 01. An Eye for an Eye, 02. Hate, 03. Days of Thunder, 04. Wild Bunch, 05. Wild Times, 06. Riders on the Storm (versión The Doors), 07. Here Comes the Pain, 08. Give Up, 09. May Heaven Strike Me Down, 10. When the Circus Comes to Town, 11. A Tooth for a Tooth, 12. 25 Minutes to Go.