“Reign Supreme” es el título que Dying Fetus ha elegido para su séptimo disco de larga duración. El segundo con estos mismos componentes. El inconfundible John Gallagher continúa con la guitarra y las voces (guturales en grado máximo); acompañado por Sean Beasley, al bajo y que acompaña en lo vocal, y Trey Williams en la batería.
Paris Gonzalez
Nota:9/10  

Si buscáramos en una enciclopedia “brutalidad”, “rapidez” y “tecnicismo” debería de aparecernos, en un margen, una foto de los tres componentes de Dying Fetus y, al lado, una mención a este tremebundo “Reign Supreme”. Y es que son exactamente esas tres palabras las que definen a la perfección el nuevo LP de los estadounidenses.

Todas estas características se observan desde el mismo momento en que divisamos la portada en la que sobre un paisaje rojo sangriento, se alza un trono, que bien podría ser el de la mismísima muerte, en el que una huesuda figura nos observa, rodeado de calaveras ensartadas en Kalashnikovs. Es como si viéramos, por un agujero, el terrible escenario de un apocalipsis en el que todos yaciéramos muertos, pero aún así, alguien siguiera en su trono. Su reino supremo.

Pero es, sin duda, la gran producción la que permite que podamos apreciar con todos los matices posibles este maravilloso disco que nos han presentado Gallagher y los suyos. La claridad con que podemos observar las notas de los riffs, los golpes de los bombos o el “crash” de los platos. Un elemento que ha mejorado sustancialmente desde su, también magnífico, “Descend into Depravity”.

También hay que tener en cuenta que es su segundo álbum como trío y parece que ya se han adecuado a la perfección y, siendo sinceros, suenan mejor de esta forma que como el cuarteto o quinteto que fueron en otras épocas. Siempre al frente, John Gallagher, al que poco más que el apellido asemeja a los rockeros hermanos Gallagher, fundadores de Oasis. El calvo más conocido del brutal death nos regala sus maravillosos riffs, a la vez que nos deleita con su gutural y característica voz que hace de Dying Fetus lo que es.

Pero si hay algo que hace que sus dos últimos discos me atraigan especialmente, es la sección rítmica. La dupla formada por Sean Beasley (bajo), que ya lleva más de 10 años en la banda, y que también ayuda en las voces; y Trey Williams, en la batería, hacen un trabajo genial. En especial Williams, que ha dado al grupo la consistencia rítmica que, no se aprecia de manera tan efectiva en discos precedentes del grupo de Maryland.

Sí es cierto que en este CD, pese a que la brutalidad está presente, hay dos aspectos que llaman la atención por haberse variado, en cierta medida. En primer lugar, es un LP algo más técnico que sus antecesores y, por otra parte, las partes más “hardcore” que podían encontrarse en otros “larga duración” de la banda, si bien no han desaparecido, podríamos decir que se han “deathmetalizado”, con un sonido mucho más denso y rápido.

Metiéndonos de lleno en el disco, “Invert the Idols” nos revela perfectamente qué han intentado (y logrado) estos tres señores con el disco. Un inicio muy técnico que se alterna con el riff típico del death más brutal que baja en revoluciones, en el momento exacto en que el tema lo requiere. Ese ritmo tan lento de la guitarra con el doble bombo machacando nuestras cabezas es una seña de las señas de identidad de los americanos.

“Subjected to a Beating” es uno de los cortes más destacados del álbum, pese al ritmo “lento” de la canción. El estribillo es una verdadera apisonadora técnica y los blast beats de Williams nos saludan, ¡de qué manera! El solo guitarrero que se marca Gallagher no desmerece, para nada, al resto del tema. Le sigue “Second Skin”, en el que, de nuevo, los parones rítmicos, marca de la casa, y el tecnicismo dominan.

"It’s not my fault I’m pregnant and I love drugs. Who cares. Fuck the baby. Let it die.", (No es culpa mía que esté embarazada y me encanten las drogas. ¿A quién le importa? Que jodan al bebé. Deja que se muera) Así se inicia “From Womb to Waste”, la canción que eligió el trío para hacer un vídeo de adelanto y, que si bien en un primer momento no me entusiasmó, he de decir que con las escuchas, me parece uno de los mejores temas del grupo, no solo en este disco, si no en su carrera. En ella se plasma, a la perfección, lo que comentábamos de los momentos más “hardcores” del grupo. El inicio en tempo “lento”, no impide que el tema vaya cogiendo velocidad.

La rapidez extrema la encontramos en “Dissidence”, quinta canción del disco, que continúa con “In the trenches”, que parece rememorar a los Dying Fetus de otras épocas, con pocos aportes técnicos en su justa medida y un riff sin demasiada complejidad. El séptimo corte, “Devout atrocity” vuelve por los regueros técnicos que parecían haberse perdido en el anterior tema.

Mi canción favorita del disco es, sin ninguna duda, “Revisionist Past”, rapidez y técnica se dan la mano, poco después, la brutalidad de John Gallagher también se hace patente y todo ello, en un corte, nos da una patada en toda la cara. El disco se cierra con “The Blood of Power”, que deja ver la faceta más melódica del trío.

En resumen, gran trabajo el que han creado estos tres estadounidenses, sin lugar a dudas, uno de los fuertes de este 2012 y, a buen seguro, competirán por hacerse con el cetro de mejor disco del año. Los tres puntos fuertes del disco están en “Subjected to a Beating”, el tema del que sacaron vídeo “From Womb to Waste” y la tecnicísima “Revisionist Past”. ¿Puntos flojos? Muy pocos, por no decir ninguno.

Paris González:

Temas:

  1. Invert the Idols

  2. Subjected to a Beating

  3. Second Skin

  4. From Womb to Waste

  5. Dissidence

  6. In the Trenches

  7. Devout Atrocity

  8. Revisionist Past

  9. The Blood of Power

Web: http://dyingfetus.bandcamp.com/

[youtube] https://www.youtube.com/watch?v=E3Td8FXlOIo [/youtube]