Megadeth: «Countdown To Extinction» // Capitol Records. 1992.
Este año 2018 MEGADETH está celebrando que ya han pasado 35 años desde que Dave Mustaine en 1983 decidiera, tras su controvertida expulsión de METALLICA, fundar su propio proyecto. Afortunadamente este mismo año vamos a tener la posibilidad de disfrutarles en directo ya que Mustaine y compañía ya tienen confirmadas varias fechas en España, a saber, el 7 de julio en el ROCK FEST de Barcelona, el 8 de julio en el Wizink Center de Madrid y el 13 de ese mismo mes en el RESURRECTION FEST de Viveiro. A pesar de que la banda siga sumergida en la gira de promoción de su último trabajo de estudio titulado «Dystopia»(2016), por el que, todo sea dicho de paso, han ganado el Revolver Music Award 2016 como «Mejor album» y el Grammy 2017 a la mejor interpretación de metal, en este escrito hemos querido rescatar el disco que encumbró a MEGADETH y cuyo éxito nunca se llegó a superar. Hablamos de su histórico «Countdown to Extinction», con el que el que alcanzaron la segunda posición en el Billboard 200 americano en 1992 llegando a ser doble disco de platino.
«Countdwon to Extinction» es el quinto álbum de estudio de la banda y el segundo con la formación «dream team» de MEGADETH, es decir, Dave Mustaine (voz y guitarra), Dave Ellefson (bajo), Marty Friedman (guitarra) y Nick Menza (batería). Su primer disco de 1985 se tituló «Killing is my business…and business is good», un disco bastante primario y totalmente orientado al thrash metal donde Mustaine dejó rienda suelta a todo lo que querría haber hecho con Metallica pero que quedó en el tintero. El segundo eslabón en su carrera se tituló «Peace sells…but who’s buying» (1986), notablemente más elaborado que su debut y en cuya portada estrenaron el logo que les acompañaría hasta la actualidad así como la característica ilustración de su mascota Vic Rattlehead. Ese disco alcanzó el puesto 76 en el Billboard americano, llegando a ser platino en 1992. Con «So far, so good…so what» (1988), la banda volvió a superarse (para mi uno de sus mejores discos), y prueba de ello es que escaló al puesto 28 en el U.S. Billboard, alcanzando el platino en 1998. Ahora bien, dicho esto, el salto definitivo lo dieron, como apuntaba antes, con el estreno de la que por muchos es considerada la mejor formación de MEGADETH. Con ese nuevo line-up estrenaban «Rust in Peace» (1990), de nuevo Vic en la portada, siguiendo la escala ascendente llegando al puesto 23 del US. Billboard 200 y el 8º en las listas del Reino Unido. Si bien es cierto que en este artículo nos referimos a «Countdown to extinction», no menos cierto es que, para un servidor, «Rust in Peace» le supera, pero eso no son más que opiniones.
Y como las opiniones son subjetivas pero los números no, no nos queda más obligación que nombrar a «Countdown to extinction» como el disco más rentable de MEGADETH. En 1992, con la explosión del grunge y el inicio de la decadencia del metal clásico, los de Mustaine fueron capaces de parir el disco que mayores ventas le ha generado y el que mejores posiciones ha alcanzado en las listas de éxitos, alcanzando el puesto número 2 de las listas americanas (Billboard 200) y consiguiendo ese mismo año el doble platino. Sin duda alguna, nadie puede cuestionar que el público se rindió a sus pies y no es para menos. En este redondo encontramos algunos de sus clásicos como pueda ser el hiper coreado «Symphony of Destruction» con aquel «MEGADETH, MEGADETH, AGUANTE MEGADETH» que los argentinos se inventaron en un concierto de 1994 y que ha sido adoptado en muchos otros lugares, «Skin O’ my teeth», «Psychotron», «Ashes in your mouth» o la impresionante «Countdown to extinction». Un disco que tal vez no era tan directo y agresivo como sus anteriores trabajos bastante más anclados en el thrash de corte más clásico pero que, en contrapartida, marcaba un nuevo estilo de entender el género con unas composiciones realmente elaboradas, complejas y con incesantes cambios de ritmos que obligaba a los fans a escuchar este disco varias veces para, a cada escucha, descubrir nuevos detalles y convertir este disco en algo realmente adictivo
Tampoco se puede discutir que la producción de este álbum dio un verdadero salto cualitativo respecto a su predecesor y eso también ayudó al éxito casi inmediato del disco. Curiosamente, o mejor dicho, paradójicamente hablando, el título de ese trabajo acabaría siendo un reflejo de la situación personal de Mustaine por aquella época ya que en 1992 Mustaine seguía arrastrando problemas con las drogas y en 1993 acabó siendo hospitalizado por una supuesta sobredosis de tranquilizantes que casi le costaría la vida. Afortunadamente fue capaz de sobrevivir a ello y aún tendríamos ocasión de poder disfrutar de «Youthanasia» (1994), disco algo más comercial, seguido del aún más relajado «Cryptic Writings»(1997), tras el cual se da por cerrada la época dorada de MEGADETH, rematada por el denostado «Risk» (1999), tras el cual Friedman optó por abandonar el barco, llegando a publicar un mediocre «The world needs a hero» (2001) y llegando incluso a anunciar la disolución de la banda en 2002 por culpa de una extraña lesión nerviosa en el brazo izquierdo de Dave Mustaine que le impedía tocar la guitarra.
Lo cierto es que, a pesar de haber seguido publicando discos regularmente aunque de calidad regular (valga la redundancia), han tenido que pasar bastantes años como para que MEGADETH llegue a publicar algo que alcance un nivel parecido a lo que publicó en su época dorada. De hecho, MEGADETH ha tenido que esperar hasta el reciente «Dystopia» (2016) para volver a alcanzar el puesto 3 de la anteriormente referida lista de éxitos americanos y, en consecuencia, convertirse en el disco más exitoso desde aquel «Countdown to extinction».
Bien, pues creo haber explicado sobradamente la trascendencia de esta obra publicada hace 26 años y, por si acaso a alguien le quedan dudas, solamente hace falta echar una ojeadita por su discografía para darse cuenta que, curiosamente, en el año 2013 fueron los propios MEGADETH los que publicaron aquel «Countdown to extinction: LIVE» para rendir homenaje a tan reputada obra.
Esperamos con ansia poder comprobar de qué son capaces los actuales MEGADETH, con los clásicos Mustaine y Ellefson, acompañados por Kiko Loureiro (EX – ANGRA), el cual se unió a la banda en 2015 y Dirk Verbeuren (SOILWORK), actual batería desde 2016.
Marcel·lí Dreamevil
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