Månegarm + Vikingore + Drakum – 21 de Febrero’16 – Sala Monasterio (Barcelona)
El pasado domingo 21 de febrero disfrutamos de una noche prácticamente redonda de viking y folk metal gracias al cartel que había reunido la promotora Kivents. En la sala Monasterio, en pleno puerto de Barcelona y rodeados de restaurantes turísticos y bares de copas ajenos al desembarco que estaba a punto de suceder, nos dimos cita para divertirnos de lo lindo con Vikingore (Sevilla), Drakum (Barcelona) y Månegarm (Suecia). Un combo de lo más atrayente por su energía y variedad.
Texto y fotos: Alba Colobran
Tras un pequeño retraso que paliamos con bebida y saludos a los conocidos, salieron al cercano escenario los sevillanos Vikingore. Los habíamos visto hacía algunos meses ya en la ciudad Condal, y en ese tiempo se nota que han cogido carrerilla, fuerza y tablas porque salieron a darlo todo de la mano de Ángel, su carismático cantante.
Nunca es fácil calentar el ambiente, y a pesar de los fallos de sonido los de Sevilla vinieron pisando fuerte con su death metal cargado de letras vikingas, como no podía ser de otra manera. La continua interacción con el público por parte de Ángel ayudó a animar al respetable. Temazos como "Forgotten by the Gods", "Red Fog" o "Justice’s Fall" lograron que la gente respondiera a ritmo de melena. Incluso se permitieron el lujo de presentarnos una canción de su próximo trabajo, "Stomped and Raped". Vikingore siempre cumplen y dejan buen sabor de boca, lo que demuestra que con paciencia y perseverancia un grupo como el suyo puede abrirse camino poco a poco pero con paso firme.
Drakum son una banda muy conocida entre los amantes del folk metal en Barcelona. Un concierto suyo asegura una gran fiesta siempre. Y cuando decimos siempre, es que no fallan. Da igual el sonido o que el público esté reticente a escuchar violines y gaitas. Al segundo tema, y tras la rápida y terriblemente contagiosa "Wall of Deadly Trolls", ya habían logrado un rápido y animado moshpit. Si algo avala a Drakum es que tienen ya un largo recorrido en los escenarios, y se nota en la compenetración entre todos ellos. No es fácil compaginar a siete músicos sobre un escenario y que todos ellos transmitan que se lo están pasando bomba con sus temas. Y cuando ves a un grupo tocar con tanta pasión, te acabas contagiando, como ocurrió una vez más en la sala Monasterio.
Su setlist dio para repasar su reciente EP Trollmin, como con la muy genial "Magic Potion of the Evil Jester", dónde demostraron su evolución musical pero también hubo tiempo para que sonaran temas muy conocidos por todos como el hit "Around the Oak", con el que es imposible no bailar, "Whisky" y hasta una versión de los escoceses Alestorm "Keelhauled". Y aunque el calor hacía del concierto algo parecido al infierno, de ahí no salió nadie sin bailotear al ritmo endiablado que Drakum descargaba.
Tras tomar un poco de aire y recuperar electrolitos, volvimos para ver por primera vez a Månegarm sobre el escenario.
Los suecos son una de las formaciones más longevas en su estilo, y aunque nunca han tenido la fama que se merecen, para mi son uno de los grandes y como tales tocaron esa noche de domingo.
Tras una preciosa intro sonó el primer tema de su último disco, "Tagen av daga" y aunque una vez más el sonido de la sala fue algo regular Månegarm lo supo compensar con una buena dosis de saber hacer y profesionalidad. Sus canciones suenan paganas y muy intensas, y eso es lo que flotaba en un ambiente entregado a los escandinavos.
Los moshpit no tardaron prácticamente nada. "Hordes of Hel", con el sonido del violín a cargo de Jonas Almquist, o "Sigrblot" fueron celebradas por un público muy animado, a pesar del retraso general de las actuaciones. La voz de Erik Grawsiö, con la misma candencia a la que nos tiene acostumbrados en los discos de estudio, sonaba de forma casi mágica, en particular durante los temas cantados en sueco. Fue posiblemente el miembro que más conectó con el público, ya que el resto de la banda se mantuvo más distante.
Aun así, Månegarm disfrutaban desde la contención y parecían no creerse que la sala estuviera a reventar un domingo noche, por lo que se entregaron a un setlist de una hora y cuarto que repasaba con buen tono gran parte de su trayectoria. No podían faltar "Hemfärd", que cerró la noche con la más reciente "Son of War".
A pesar de los muchos años que los de Suecia llevaban en escena, no parecen acusar demasiado el desgaste de los años y la saturación del género, demostrando estar en plena forma y madurez. No necesitan salir con cotas de malla ni pinturas de guerra para impresionar con su buen hacer.
Y aunque para mi gusto todos los grupos, especialmente Månegarm, se merecían una sala más grande y con un mejor sonido, el resultado fue satisfactorio para todos. Habíamos tenido viking, folk y pagan. ¿Que más se puede pedir en una noche de domingo cualquiera?
Texto y fotos: Alba Colobran