Eluveitie, Lacuna Coil e Infected Rain – 26 de Noviembre, Razzmatazz 2 (Barcelona)
Se trataba de uno de los tours más esperados del último semestre y esto se hizo notar desde el primer segundo, con gente haciendo cola a pesar del frio para tener una ubicación privilegiada asegurada para la extensa noche. Las tres bandas son muy diferentes entre sí respecto a sonido, pero aun así sus fanaticadas de alguna forma se complementan. Esta fue una velada de recuerdo, siendo los dos grandes platos de la noche Lacuna Coil y Eluveitie, quienes nos demostraron con creces su vigencia después de tantos años de carrera y los constantes cambios de integrantes de que han sufrido el último tiempo.
Primero fue el turno de Infected Rain. Puntuales a las 18:30, los rumanos nos soltaron desde el primer segundo una bomba de energía impresionante con “Mold”, dejando sorprendidos a la mayoría de los asistentes. Sonando al momento llega “Passerby”, canción de su reciente álbum Endorphin. Una mezcla de guturales y voz limpia por parte de Lena, resaltando la parte melódica, influencia que ha ido adoptando la banda en el último tiempo en sus recientes trabajos. Todo lo que vino después fue una fiesta para todos los asistentes, muchos de los cuales quizás no tenían el placer de haber escuchado a la banda antes del concierto y se llevaron una gran sorpresa.
La noche siguió con “Orphan Soul” y “Lure”, regalándonos esa mezcla de metalcore y nü metal muy old school y claras influencias de bandas estadounidenses, un juego entre rap y gutural que tan perdido estuvo algunos años y nuevamente vuelve a estar presente entre las bandas con cantantes extremos. Unas de las canciones más potentes de la noche estuvieron a cargo de “Black Gold” y “The Earth Mantra”, mucho más pesadas y oscuras, como la mayoría de canciones de su nuevo álbum, ganándose por completo al público. Ya para cerrar con “Sweet, Sweet Lies”, terminando con la vocalista arriba de la reja de soporte, cantando tomada de la mano de un fan. Un final muy ovacionado y emocionante para los integrantes, que se llevan a varios nuevos fanáticos en esta pasada por Barcelona.
Un breve receso para preparar el escenario para el segundo plato de la noche: Lacuna Coil. Cerca de las 19:30 empiezan a salir a escena el quinteto Italiano, presentándonos toda la nueva estética adoptada en marco de su nuevo disco “Black Anima”, además presentando a su reciente batería.El primer golpe de la noche estuvo a cargo de “Blood, Tears, Dust” perteneciente a su penúltimo álbum de estudio. Una de las canciones símbolos del cambio de sonido de la banda el último tiempo, con potentes guitarras y sonidos desenfrenados, acompañadas del gutural proporcionado por Andrea Ferro y la precisión vocal de Cristina Scabbia, un mix perfecto de estudio y calidad sobre el escenario. Ya calmando un poco el escenario llega “Our Truth” del famoso Karmacode, para todos los nostálgicos en la sala, una de las canciones más coreadas del show sin duda.
Pasando a otro plano, por fin llegan las canciones del nuevo álbum, “Layers of Time”, uno de los primeros singles que escuchamos y que nos dio nociones del concepto en el que se basaría la nueva era de la banda. Un sonido oscuro, jugando un poco con el nü metal, pero siempre dejando en claro el sello de los italianos. Seguida sonaría “Reckless”, donde el juego vocal entre Cris y Andrea potenciado en vivo a mil por ciento, realmente ha sido uno de los grandes aciertos poder darle un rol protagónico a los guturales y dejar la voz limpia solo para Cristina.
Ya otra vez de vuelta a las canciones antiguas junto al infaltable cover de Depeche Mode “Enjoy The Silence” aclamado por toda la sala. A mi parecer lo encontré un poco demás, viniendo con un setlist tan estrecho, podrían haber hecho la excepción y haberle dado el espacio a alguna canción nueva, pero el público lo disfruto igualmente hasta el último segundo. Vuelta ya en materia sonarían al hilo “House Of Shame” y “Sword of Anger”, sin bajar ni un segundo la calidad del show y el sonido, no cabe duda que las tablas que lleva Lacuna Coil a cuestas les acompañan para bien y para mal, a mi parecer la banda está pasando por su mejor momento y arriba del escenario se nota con creces. Vuelta al pasado con la mítica “Heaven’s a Lie”, otro momento donde los asistentes se hicieron parte del show, coreando cada segundo de la canción.
Ya entrando en la recta final suena “Veneficium”, también uno de los puntos altos de la noche, donde la versatilidad vocal de Cristina fue una de las protagonistas, impresionante que cada vez los en vivo sean tan clavados como los discos, agregándole el factor interpretativo, un deleite para todos. Y para cerrar el paso por Barcelona con “Nothing Stands in Our Way”, agradeciendo a sus fanáticos por mantenerlos vigentes y por el constante apoyo. Un setlist cortísimo para la extensa carrera de la banda, todos quedamos un poco con la sensación que paso volando, pero esperamos pronto tenerlos de vuelta por los escenarios.
Ya pasadas las dos primeras bandas era el turno de los cabezas de cartel, con un Razz2 casi a tope. A las 20:40 salen a escena las tres chicas de la banda completamente de blanco para introducirnos al mundo de Eluveitie. Después de presentada la intro de “Ategnatos”, empiezan a entrar de a poco todos los músicos a escena. Nueve músicos clavándola en coordinación y sonido, como para volverse locos. Chrigel Glanzmann, después de la salida de Anna Murphy supo cómo sacar la banda de las cenizas y re encantar al público, de tal forma que la ovación que se llevaron desde el primer minuto fue unánime.
Ya lo que siguió fue una constante fiesta para los fanáticos del folk, de la mano de “King” sacada de su disco Origins, una locura total de las primeras filas, dándole un protagonismo completo al jefe Chrigel y dejando Fabbienne Erni en un segundo plano para concentrarse más en el arpa celta. Del mismo disco suena “L’Appel des Montagnes”, los suizos no guardando ninguna sorpresa para el final. En el mismo ritmo viene “Deathwalker”, dejándonos ver un poco del dúo de voces de los cantantes principales y cómo funcionan en vivo.
Volviendo al pasado llega “Quoth The Raven” y es estos momentos cuando cuesta mucho no comparar los registros de Anna con Fabbienne, que fue una constante en todo el concierto. Un en vivo siempre con la voz muy arriba y mucha potencia, que muchas veces nos dejaba sordos.
A continuación, un doble del nuevo disco “The Slumber” y “Worship”, mostrando el lado más melódico y amable de la banda, donde la melodía iba dirigida por la zanfoña y las flautas, dejando lo pesado quizás de segundo plano en la primera canción, para así en la segunda meterle toda la caña posible. N no es para menos, pensando que la colaboración en el álbum de estudio es nada más y nada menos que Randy Blythe.Llegaba el momento del relax junto a “Artio”, con una emotiva interpretación a capella por parte de Fabbienne, que junto a una modesta flauta que sonaba de vez en cuando, logró conquistar a todos los asistentes. Sonando al hilo llegaba “Epona”, envolviéndonos con todo el sonido celta característicos de la banda, dándole paso a otra de las canciones emblemáticas de la banda, “A Rose For Epona“, un tributo a la diosa celta, que estuvo a la altura de la situación.
Para cerrar la primera parte del setlist, llega “Ambiramus”, con una clavada interpretación de la cantante, que brillo son luz propia, haciéndonos olvidar los fantasmas del pasado.
Un pequeño solo de batería (p innecesario) sirvió de introducción para “Thousandfold”, donde ya estas alturas del concierto la violinista Nicole Ansperger, el multifunción de Matteo Sisti con la gaita, además del tin whistle y Michalina Malist con la característica zanfoña, eran los protagonistas encubiertos de todas las canciones, dándole la magia en vivo a todo este sueño folk que tanto le gusta a España. En la misma sintonía suena “Breath” con una total relevancia de la voz femenina y el solo de guitarra.
Ya entrando en la recta final, toda la cancha convertida en un mar de saltos suena “Helvetios”, con la intro del violín, pasando al protagonismo de la gaita y las pesadas guitarras, animando la noche en lo que termino en una completa celebración.
Las encargadas de cerrar la noche fueron “Rebirth” y la infaltable “Inis Mona”, con la banda emocionadísimos por el recibimiento y la entrega en el show. Esto da un cierre a una jornada memorable, donde se prueba que los cambios de formación no matan la esencia de las bandas si se saben dirigir como corresponden. Más que probado lo tiene Eluveitie, quien a pesar de perder importantes elementos, supo renacer y ganarse a toda la sala. Una extensa jornada de metal a cargo de grandes exponentes, que nos vuelven a encantar con sus distintas propuestas y nos reafirman porque llevan tantos años vigentes.
Texto y fotos: Karina Báez