La apertura de este escenario vino de la mano de Pal Keli, grupo que rendía
homenaje a los recientes O’Funkillo. Además de repasar los grandes éxitos, nos
deleitaron con la presencia del bajista de ese ya disuelto conjunto y uno de
los mejores músicos del panorama nacional, Pepe Bao, que tocó la noche anterior
en ese mismo escenario con Medina Azahara. Todas cayeron: «Esso Cuenno», «Tiempos
Perros», «En el planeta aseituna», «A shuparla ya», y con ese regalo de vislumbrar
a los clásicos con la presencia de uno de ellos en el escenario. ¡Gracias Pepe!
Después de una hora dedicada a «Dj Marearock» (es decir, un tipo pinchando
temazos como «Enter Sandman», «Living After Midnight» y otros de ese calibre),
salían los madrileños «Los Parpel», sin duda el mejor concierto de la jornada
para el señor redactor. Esta formación tributo a los míticos Deep Purple, compuesta
por profesores de la academia madrileña 21st Century Music y músicos profesionales,
parecía haber puesto en playback un disco de Greatest Hits de los púrpura profunda,
ya que sonaban con una nitidez envidiable por los propios Gillan, Glover, Paice
y Morse.
Desde su inicial «Highway Star» hasta su final «Smoke on the Water», pasando
por «Black Night», «Perfect Strangers», «Mistreated» (excepcional), o la grandiosa
«Burn», intercalado con solos de cada uno de los virtuosos músicos, o un guiño
al Jesucristo Superstar en el tema de «Hush», amenizó un show que tuvo la mala
suerte de coincidir con Los Suaves. Aún así, las 200 personas congregadas a
sus pies lo dieron todo y más, pues no hay alma en el mundo que se resista a
ese «chan chan chaaaaan» (supuestamente, el riff del Smoke on the Water). En
mi humilde opinión, escuchar los temas de la época Gillan y de la época Coverdale/hughes
juntos no tiene precio, un 10 para Jaume Pla y los suyos, que no tienen más
nota porque no se puede.
Durante la actuación de Micromachine, de versiones de Rage Against the Machine,
uno se fue a comer algo, pues ni practico la omnipresencia ni me agrada mucho
dicho grupo, pero entendidos y aficionados del estilo me dijeron que fueron
muy correctos, aunque sufrieron al igual que Los Parpel de un público demasiado
escaso.
Luego les tocó el turno a No Somos Nada, que versionaban el punk más clásico
de La Polla. Sin ser Evaristo y compañía, sus «Carne Pa la Picadora», «Txus»,
o la misma «No Somos Nada», que cerró su descarga, sonaron como si de los originales
se tratase. En esta misma línea, y de manera muy similar, salieron The Sex Pistols
Experience, con sus subversivas «Anarchy in the UK» o «God Save the Queen»,
con 30 años ya a sus espaldas, y siguen gustando igual que el primer día.
Para acabar la noche, salió a comerse el mundo «La Leñera», de versiones del
trío de carabanchel de Rosendo Mercado, Ramiro Penas y Chiqui Mariscal, los
Leño. Aunque disfrutaríamos al día siguiente de un tercio de la formación original,
este aperitivo, con sus apropiadas «Maneras de Vivir», «El Tren» o «Todo es
Más Sencillo» sirvió para saciar nuestra sed leñera hasta el sábado, que nos
esperaba con mucho más.
Texto y Fotos: David J.Amelang
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