Nuevo trabajo de la leyenda del metal progresivo que tras cuatro años nos presentan su nueva obra, en un disco programado para este año, que quizás se demoró algo en salir debido a los efectos de la pandemia. Un disco que se vino gestando durante 2019 y que se ha concluido como tantos y tantos grupos, con el trabajo de los músicos en sus casas, dejándonos probablemente uno de los discos más destacados del año en este género musical.

Toni Marchante

Este nuevo disco es la apertura de una nueva etapa para Fates Warning, sin que hayan perdido nada su identidad. Podemos decir que hablamos de un disco donde se introducen cosas nuevas, donde encontramos mayor variedad, pero donde el estilo de las composiciones y la presencia de Jim Matheos y sus riffs de guitarra permanecen intactos, el genuino bajo de Joey Vera y la inconfundible voz de Ray Alder nos hacen percibir de forma intensa que es Fates Warning lo que escuchamos sin ningún género de dudas. Un disco que supone también el reencuentro con el pasado, en cuanto a la vuelta al sello Metal Blade después de veinte años. Este álbum supone el número trece de estudio de su discografía y también el más largo, compuesto curiosamente también por trece canciones y superando los 72 minutos de duración, lo que supone un aliciente adicional para los fans que llevábamos cuatro años esperando poder catar nueva savia melódica de los norteamericanos.

Ya desde “The destination Onward” percibimos la magia de sus composiciones, tras un comienzo lento a modo de intro, se pone en marcha la maquinaria de riffs, en una sucesión de melodías muy identificables y con una mezcla más que interesante que perdura durante todo el disco. Pero como dijimos antes, se trata de un disco muy diverso en cuanto a sonido o ideas, pues en él encontramos temas metaleros convencionales similares a los escuchados en sus últimos discos como “Shuttered world”, “Scars”, “Liar” o “Glass Houses”, composiciones a la altura de sus tres álbumes anteriores, magníficos riffs, magnífica base rítmica y la voz estelar de Ray Alder.

Después tenemos temas con “Alone we walk”, toda una exhibición de metal progresivo con un trabajo destacado de Bobby Jarzombek a la batería o “The way home” una maravilla progresiva más en su discografía con la que sus fans de siempre se reencontrarán con la esencia de su música. Pero si hubiera que destacar un tema por encima de todos en los progresivo, este sería “The Longest Shadow of the Day” con un inicio muy cercano al jazz, se va desarrollando entre genialidades instrumentales metaleras y donde la voz entra como a la mitad de la canción, con la colaboración a las guitarras de Michael Abdow, guitarrista que les acompaña en las giras y que además de en éste, colabora en un par de temas más en el disco.

Sin embargo otras canciones se salen bastante de la norma general de la banda, como son los casos de “Under the sun”, un medio tiempo muy sencillo y simple, de corte acústico se adorna con el violín de Mika Posen y el cello por parte de Raphael Weinroth-Browne ; ”Now comes the rain” una semibalada hard sin muchas complicaciones donde destaca sobre todo la voz de Ray Alder.”Begin Again” también difiere de lo habitual, muy noventera, donde los riffs y el solo de Jim Matheos están a la altura del impecable bajo de Joey Vera. "When Snow Falls" cuenta con el gran Gavin Harrison a la batería y en la canción se introducen elementos electrónicos que nos recuerdan a los aportes realizados por Kevin Moore en OSI. El disco concluye con “The last song”, un tema de corte acústico donde podemos percibir la sutileza de la voz de Ray Alder.

El trabajo está producido por el propio Jim Matheos y fue mezclado por Joe Baressi, teniendo como resultado un sonido limpio y claro donde destacaría el tratamiento de stereo, por lo que es un disco muy recomendable para escuchar con audífonos, ya que resulta muy interesante percibir como los instrumentos se van descargando indistintamente por uno u otro canal. Un buen trabajo grabado con la dificultad de la pandemia, con cada componente del grupo en un lugar distinto de Estados Unidos y Ray Alder aquí en Madrid, donde grabó sus partes en un estudio. Después de 37 años de historia, Fates Warning, pioneros y uno de los pilares básicos de lo que hoy conocemos como Metal Progresivo, se mantienen al pie del cañón evolucionando y mostrándonos su buena música sin renunciar a sus señas de identidad.

Toni Marchante

Temas:

1. The Destination Onward (8:10)
2. Shuttered World (5:14)
3. Alone We Walk (4:44)
4. Now Comes the Rain (4:15)
5. The Way Home (7:43)
6. Under the Sun (5:49)
7. Scars (5:05)
8. Begin Again (4:06)
9. When Snow Falls (4:15)
10. Liar (4:23)
11. Glass Houses (3:36)
12. The Longest Shadow of the Day (11:29)
13. The Last Song (3:31)