Novedad, lo que se dice novedad del todo no lo era ya que, por una parte, los festivales eróticos ya existen hace años y, por otra parte, eso de mezclar el rock con actuaciones subidas de tono ya hace años que también se están celebrando en lugares como la mítica concentración Harley en Bellvei (donde vimos el año pasado a gente como Baron Rojo, Lilith entre striptease y striptease y en otras ediciones a Saratoga y Obús, por poner algunos ejemplos).
Ahora bien, la novedad radicaba en el hecho de incorporar actuaciones pornográficas, es decir, chicas de estética lo suficientemente atractiva como para protagonizar porno español introduciéndose toda clase de juguetitos para calentar al respetable y fundir los objetivos de las cámaras.
Para esa misión hacia falta cubrir 2 flancos de manera contundente. Por una parte, elaborar un cartel lo suficientemente atractivo como para que el pobre público (en cuanto a escaso) de Tarragona se decidiera a acudir al pabellón. Bien, primer objetivo fallido puesto que no era de esperar un gran éxito donde se mezclaban bandas tan dispares como SAUROM y PASTORA. No hace falta tener muchas luces como para darse cuenta de que presentar a PASTORA, una banda que cuenta con el 90% de su público menor de edad, como cabeza de cartel en un festival donde, precisamente, no estaba permitida la entrada a menores, tenía todas las posibilidades de ser un fiasco.
Volviendo a los objetivos, nos toca hablar del segundo, es decir, la vertiente pornográfica donde, para hacerlo algo más contundente, era de esperar la presencia de alguna de las grandes damas del género. Para ello, se erigió como la gran ninfa del porno la catalana Ana Ros, presunta estrella del género y presentada como una especie de semi-diosa a la que, a juzgar por la respuesta del poco público asistente, poca gente conocía (y es que una cosa es el FICEB (Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona) y otra cosa son cuatro actuaciones entre concierto y concierto a cargo de 4 jovenzuelas que a parte de no saber bailar a penas sabían moverse).
Entre una cosa y otra arrancó un festival que desde l primer momento se presentó como un notable fracaso. Cabe decir que nosotros no tuvimos ocasión de ver a las primeras bandas, a saber, NO APTO y BAND DEL PALO, pero a juzgar por el volumen de gente allí concentrada, creo poder afirmar que pasaron si pena ni gloria.
Nosotros llegamos justo para empezar ver a tocar a los CANDYMEN que, como siempre, ejecutaron su show con la ya conocida elegancia que les caracteriza y con su carismático front-man Will Miller dándolo todo en el escenario. Fueron cayendo todos los clásicos de su repertorio como JULIEN o las versiones de WELCOME TO THE JUNGLE, BILLY JEAN de Michael Jackson o la mítica THE WALL de Pink Floyd. Un set-list, como digo, clásico y sin novedades, muy bien ejecutado y con dos pequeñas novedades. Por una parte uno de sus guitarras, Nacho, estrenaba guitarra y por otro lado, y más espectacular, se marcaron la versión de los Pink Floyd, con la que acabaron su concierto, rodeados de todas las porno-stars bailando y sobándoles en pleno escenario (creo recordar que fue el momento estrella en el que encima del escenario se produjo esa especie de metáfora visual fusionándose el rock y el sexo en un mismo espacio-tiempo).
Acabada la actuación de CANDYMEN le toco el turno a una de las porno-stars, una tal SARA MAY, una barcelonesa de 25 años que fue elegida como Premio Ninfa a la mejor actriz revelación española 2006 y que nos presentó un número de lo más apático y desorganizado que haya visto nunca. Con un cero de coreografía y con la sensación de estar improvisando hizo un streaptease en cámara lenta acompañado de una especie de masturbación mientras iba escupiendo sangre por la boca (curioso al menos).
Acabada la actuación, le llegaba el turno a PASTORA, una de las bandas más descolocadas de ese festival. Con apenas 3 o 4 filas de público en el recinto salían a escena los hermanos Riba y compañía para ejecutar, eso sí, un show muy profesional, entretenido y con mucha entrega. No hace falta mencionar que el mayor mérito que se le atribuye a la banda es aquel pastoso y empalagoso tema del “…no me llames Dolores, llámame Lola…” y que tocaron en el primer bis, pero al margen he de decir, haciendo honor a la verdad, que el show estuvo muy bien hecho y que los nuevos temas se alejan bastante de esa cursilada introduciéndose en terrenos mucho más contemporáneos y atractivos.
Nueva sesión de porno con la nueva diosa del porno llamada ANA ROS, que nos hizo el típico numerito de subir a alguien del público para vacilarle mientras se le ponía encima moviéndose y contoneándose. La típica actuación de despedida de solteros con una Srta. Ros bastante bien hecha (todo sea dicho de paso), algo más profesional que su predecesora, la presunta ninfa May, pero con el mismo problema que el resto del festival, es decir, la sensación de estar improvisando en todo momento y la descoordinación con el resto del equipo hasta el punto de acabar el número prácticamente discutiéndose con sus compañeras de reparto.
Tras un parón inexplicablemente eterno, saltaron a escena los SAUROM, para presentar su último trabajo “Once romances desde Al-Andalus” y para fracasar estrepitosamente con una afluencia de público que era prácticamente la mitad del que tuvo PASTORA. Sinceramente, era muy triste ver marchar a la gente y escuchar comentarios tan lamentables como “..nos vamos porque el ambiente que hay lo único que hace es apagarnos”.
Lo cierto es que el retraso de SAUROM tuvo sus consecuencias ya que, acabado su concierto, y acabada también la última porno actuación a cargo de la también catalana SILVIA RUBÍ, anunciaron el final del concierto dejando sin actuar a los tarraconenses ANKOR. Efectivamente, por triste que parezca, a los ANKOR los chutaron fuera de cartel ya que la organización del evento no se mostró lo suficientemente competente como para hacer respetar la planificación horaria para que tocaran todas las bandas.
Así fue como acabó esta desafortunada anécdota llamada PORNO ROCK, es decir, del mismo modo que acabó aquel desastroso AVELLANA ROCK FESTIVAL, que solamente vio la luz el primer año y que creo que todavía deben estar pagando deudas. Un intento respetable y atrevido pero tal vez en el lugar equivocado. Muy posiblemente hubiera encajado mejor en poblaciones más habituadas a este tipo de movidas como el mítico Hospitalet de Llobregat, o al menos en núcleos de mayor población y, por otra parte, tal vez un cartel algo más acertado también hubiese ayudado.
En fin, no querría acabar estas líneas sin antes mandar un mensaje de ánimo a la organización y empujarles a que en próximas ediciones lo hagan mejor. Como acostumbra a pasar en esta vida, las primeras veces suelen servir, sobretodo, para aprender de los errores y para marcar un punto de arranque para ir mejorando (y conste que lo digo por experiencia ya que un servidor, antaño, alguna que otra cosa también ha organizado).
ÁNIMO PORNOROCK!
Texto:Marcel.lí Dreamevil
Fotos: Vicente Ramírez